Según el convenio colectivo vigente entre jugadores y propietarios (CBA), cuando un jugador finaliza su contrato con una franquicia, entra en la denominada «agencia libre» (free agency), pasando a convertirse en un agente libre (free agent), pudiendo recibir ofertas de los distintos equipos interesados en hacerse con sus servicios durante el mercado de fichajes. No obstante, a pesar de que el jugador es libre de firmar con quien quiera, el CBA distingue varias figuras de tal modo que no todos los jugadores disfrutan de las mismas libertades. Estas limitaciones, normalmente ligadas a la antigüedad de un jugador, son un mecanismo de autoprotección de la liga para evitar la fuga de talentos temprana y dar más margen de tiempo a los equipos para construir equipos ganadores.

La principal categoría son los UFAs, que lejos de ser objetos voladores, se tratan de Unrestricted Free Agents, es decir, jugadores cuyo contrato expira en la presente temporada, o cuyo contrato entra en la fase de año simulado, que tienen total libertad para negociar con quien quieran. Para poder llegar a ser un UFA, un jugador debe acreditar al menos 4 años de antigüedad en la NFL, contabilizándose como año de antigüedad, todo aquel en el que el jugador figure al menos 6 meses en una plantilla de alguna franquicia, incluyendo bajas por lesión (IR o injured reserve).

En teoría, el contacto entre jugadores y equipos está terminantemente prohibido, y en caso de demostrarse se incurriría en una falta denominada tampering. Dependiendo de si el contacto ha sido leve, un tuit, u comentario, … etc. o de si ha sido grave, una llamada, una reunión, … etc. la liga castigará al equipo infractor en mayor o en menor medida. El periodo legal de negociaciones se inicia dos días antes del comienzo del curso, y en él solo pueden participar los agentes de los jugadores, no los propios jugadores, que tienen que esperarse hasta el inicio del curso para firmar o anunciar acuerdos contractuales.

Se da la circunstancia, además, de que la NFL compensa a las franquicias con rondas de draft para la temporada siguiente, cuando éstas pierden más UFAs de los que incorporan. El valor de dichas rondas dependerá de los salarios de los jugadores implicados en el proceso.

Este año, tenemos 11 jugadores con total libertad para salir al mercado:

• Eric Stokes, cornerback.
  
• A.J. Dillon, runningback.
  
• Corey Ballentine, cornerback.
  
• Josh Myers, center.
  
• Eric Wilson, linebacker.
  
• Brandon McManus, kicker.
  
• Andre Dillard, offensive tackle.
  
• Tyler Davis, tight end.
  
• Robert Rochell, cornerback.
  
• T.J. Slaton, defensive tackle.
  
• Isaiah McDuffie, linebacker.
  

De estos once, habrá algunos a los que habrá que dejar ir, como puede ser el caso de un Eric Stokes cuyo rendimiento ha sido muy inferior a lo esperado o de A.J. Dillon, un jugador comprometido con el equipo y la franquicia, pero cuyo rendimiento cayó el año pasado antes de sufrir una desafortunada lesión que le ha impedido luchar por el puesto en esta.

También hay jugadores a los que firmarlos de nuevo debería ser una prioridad de la gerencia. Es el caso de Brandon McManus, nuestro Faralo tranquilizador. La cuantía de su contrato seguramente sea más elevada de lo que hemos podido disfrutar este año, pero sería una pena no verlo de verde y oro el año que viene.

Sin estar en el mismo nivel de urgencia que McManus, Wilson, McDuffie o Slaton tienen muchas papeletas de volver con el equipo el año que viene. No es que destaquen especialmente sobre el campo, pero sus contratos son muy asequibles y no parece probable que otro equipo les vaya a ofrecer mucho más de lo que les vayamos a ofrecer nosotros.

La situación más «complicada» la tenemos con Josh Myers. Por un lado, Myers ha jugado todo lo jugable desde que está en el equipo, este año, incluso con lesiones o bajo circunstancias personales adversas (fallecimiento de su padre), lo que demuestra su compromiso con el equipo. Myers es, además, uno de los jugadores más apreciados por entrenadores y compañeros, contribuyendo al buen ambiente dentro del vestuario. El problema viene por su desempeño sobre el terreno de juego, donde es habitual verle fallar en ocasiones puntuales de manera estrepitosa lo que le hace bajar en los rankings de la temporada. No obstante, es un jugador de la casa, y es probable que vuelva el año que viene si no hay otro equipo que le ofrezca una cantidad de dinero irrechazable, tal y como sucedió el año pasado con Jon Runyan.

El resto de jugadores libres sin restricciones han tenido una escasa aportación con el equipo esta temporada, por lo que puede que vuelvan el año que viene si lo hacen a buen precio.

Menos habituales que los agentes libres sin restricciones (UFAs) son los agentes libres restringidos (Restricted Free Agents o RFAs). Si en el caso de los UFAs el mínimo para poder optar a su categoría eran 4 años de antigüedad, para los RFAs son 3. Antes de la última negociación colectiva, esta calificación era muy habitual, pero cuando en 2011 se dispuso que los contratos para jugadores elegidos en el draft debían tener una duración mínima de 4 años, la categoría RFA quedo limitada, prácticamente, a jugadores undrafted, cuya duración máxima de su primer contrato es de 3 años.

En esta situación, el equipo tiene la opción de extender el contrato del jugador por un año mediante una oferta con derecho de tanteo, mientras que el jugador puede ir a la agencia libre y escuchar las de los otros equipos. En función del interés del equipo en retener al jugador, se pueden presentar tres tipos de oferta que varían en la cantidad que se le tiene que ofrecer al jugador y en las compensaciones recibidas. Así, la oferta con una selección de 1ª ronda compensatoria obligaría al equipo a realizar una oferta de 7,28M, la oferta con una 2ª ronda compensatoria llevaría asociada 5,22M mientras que la más baja, la del derecho de desistimiento (Right of First Refusal o ROFR) solo llevaría aparejados 3,18M (cantidades previstas para 2025). En cualquier caso, el equipo recibe la compensación correspondiente a su oferta (una primera o una segunda ronda de draft del equipo comprador) si decide igualar la oferta del otro equipo, del mismo modo que si la rechaza o no presenta oferta alguna, el jugador se convierte en agente libre sin restricciones (UFA).

Esta temporada dentro de la categoría RFA solo tenemos a John FitzPatrick, nuestro tight end de fondo de armario, lo más normal sería que se le hiciese alguna oferta para posteriormente moverlo de alguna manera.

Por debajo de la escala RFA se encuentran los agentes libres con derechos exclusivos (Exclusive Rights Free Agents o ERFAs). Los jugadores dentro de esta categoría deben tener 2 años de antigüedad en la liga, ningún contrato en vigor, y solo pueden firmar por el equipo del que proceden, siempre y cuando éste les haga una oferta. En caso contrario se convertirían en agentes libres sin restricciones (UFAs). Las ofertas que presentan los equipos a estos jugadores se limitan al salario mínimo del convenio colectivo (CBA) del año entrante. Para este año, esa cantidad sería de 960K para jugadores con 1 año de antigüedad y 1,030M para 2.

Este año son 6 los jugadores que quedan encuadrados en esta categoría:

• Zayne Anderson, safety.
• Bo Melton, wide receiver.
• Arron Mosby, defensive end.
• Daniel Whelan, punter/holder.
• Emanuel Wilson, runningback.
• Kadeem Telfort, offensive tackle.

Por su juventud y por su bajo coste, lo más probable es que el año que viene los 6 jugadores formen de la partida del equipo. Todos ellos, salvo Telfort, han disfrutado de un porcentaje respetable de snaps durante el año, teniendo en cuenta su condición. En función de cómo se desarrolle el mercado de fichajes y el draft en Green Bay, Melton, en caso de que se fichen receptores, o Mosby, en caso de que se fichen extremos defensivos lo tendrían algo más complicado. Anderson también lo ha tenido un buen rendimiento el tiempo que ha podido jugar, no así Telfort, que fue lanzado a los leones sin apenas experiencia contra el peor rival posible.

De este grupo de jugadores, debería ser prioritario retener a Daniel Whelan, nuestro punter promesa que no queda muy bien en los rankings, pero que nos tiene enamorados con sus despejes y sobre todo con sus colocaciones para que McManus chute a placer. Del mismo modo, el año que viene habrá que tomar una decisión con el grupo de corredores. Jacobs, Brooks, Lloyd y el propio Wilson se van a tener que disputar tres plazas. La cuestión va a estar entre Brooks y Wilson, si Lloyd consigue mantenerse sano. Ambos jugadores han ofrecido un gran rendimiento y sería una pena perder a alguno de los dos, lo más probable que alguno de ellos acabe en el equipo de prácticas.

En la última categoría tenemos a los agentes libres desahuciados (Street Free Agents o SFAs). No es que los jugadores de esta categoría estén pidiendo por las esquinas mientras malviven debajo de un puente, no, lo que sucede con ellos es que suelen ser jugadores muy poco valiosos o no cuentan para el futuro del equipo. Para que un jugador entre en esta categoría, debe tener un contrato en vigor para el año siguiente, pero dicho contrato ha sido liberado (a la puta calle, vamos) antes de los play-offs. Los equipos que liberan a sus jugadores de esta manera, les permiten negociar nuevos contratos con otros equipos mucho antes que cualquier otro tipo de agente libre, (desde que son invitados a irse).

En nuestro caso, solo hay un jugador de este tipo, Ellis Merriweather, que no ha jugado ni un solo snap y que debido al nivel mostrado por sus otros compañeros fue invitado a hacer hueco antes del partido contra los Eagles que puso fin a nuestra temporada.

Con esto terminamos las tablas que os pueden servir de referencia en posibles conversaciones. Guardarlas en favoritos para más adelante, entrad en el grupo de telegram, y a disfrutar de la Super Bowl animando a cualquiera que no sean los Chiefs, por la parte que nos toca este año.