Todo parecía de cara el pasado Domingo en Cleveland cuando el equipo desembarcó Huntington Bank Field. Dos victorias más que solventes, Packers, frente a dos equipos de nivel play-off la pasada campaña, frente a dos derrotas (ocho consecutivas si sumamos las de la pasada campaña), Browns, a cada cual más dolorosa. Una defensa asfixiante que ahoga a los quarterbacks rivales, frente a una línea ofensiva que apenas puede comprar tiempo para un veteranísimo QB. Nadie dudaba de la victoria del equipo visitante, la duda estaba en la diferencia en el marcador. Sin embargo, esto es la NFL, y un Domingo cualquiera, cualquier cosa puede pasar.
Los Browns habían dejado unas sensaciones pésimas en su partido contra Ravens, pero una mala actuación de su kicker, Andre Szmyt, les había condenado a la derrota en el partido inaugural de la temporada frente a nada menos que los Bengals. En aquel partido, decidido por 1 solo punto a favor de Cincinnati, Szmyt fallaba un tiro de campo y un punto extra. Con un ataque poco brillante, siendo generosos, todas las armas de Browns pasaban por su defensa, donde un espectacular Myles Garrett asume los galones que le corresponden atemorizando a los ataques rivales.
Enfrente, una línea ofensiva quesera que se había mostrado más que sólida en lo que a protección se refiere, no así en lo tocante a facilitar el juego de carrera. Una línea que se ha reforzado durante el mercado de fichajes con un protector izquierdo (left guard) de nivel como es Aaron Banks, a costa de mover al RG titular de las últimas campañas, Jenkins, a la posición de pivote (center). La cuestión era saber si el equipo podría contar con la participación del mejor jugador de la línea, Zach Tom, que arrastraba unas molestias.
Pronto se resolvieron las dudas. En la primera jugada de la primera posesión del equipo, un simple apoyo cargado de dolor es señal suficiente para que Tom abandone el terreno de juego. El experimento no ha salido como se esperaba, y se espera que el esfuerzo no le acarree consecuencias negativas en los plazos de recuperación de su lesión. Con la baja de Tom, se dio entrada a Jordan Morgan, antigua selección de primera ronda del draft, que venía jugando a buen nivel en los partidos anteriores.
En el primer cuarto las defensas se impusieron a los ataques de manera clara y contundente. En la primera posesión del partido, Joe Flacco parecía encontrar el ritmo adecuado y conseguía que su equipo avanzase sin dificultad por el terreno de juego alternando pases con carreras. Sin embargo, cuando se acercaba al medio del campo, la defensa quesera empezaba a apretar y ahí morían los ataques de los Browns. Esta sería la tónica general del encuentro durante buena parte del partido para desesperación de la afición local, que veía como su equipo era incapaz de sobrepasar el logo.
Al otro lado, los Packers pronto descubrirían que no iba a ser un partido sencillo como se preveía. A la primera conexión entre Love y Golden del partido le seguiría el primer sack encajado por el joven QB. El primero de muchos. La línea ofensiva sucumbe ante la presión rival y hasta dos jugadores rivales llegan a derribar a un contrariado Jordan Love. Esta sería la tónica general del encuentro para alegría de la afición local, su ataque se mostraba inoperante pero al menos la defensa les mantenía en el partido. Tras el sack, un pase incompleto y la primera posesión quesera termina con un 3 y fuera.
Siguiente posesión, mismo guion, distintos actores. Ahora eran los Browns los que se veían superados por la defensa, una concretamente que es elite de la liga. 6 yardas de avance neto en 3 jugadas para un nuevo despeje desde su propia yarda 27 que sería recogido por Matthew Golden en labores de retorno.
Era el momento de poner algo de pausa al partido y empezar a controlar la posesión por parte de Packers si querían llevarse el gato al agua. Y así se hizo, una serie de pases cortos acompañados de una serie de jugadas de carrera empujaban al equipo por el terreno de juego. Solo un fallo de coordinación a la hora de poner el balón en juego obligó a quemar el primero de los tiempos muertos antes de tiempo. Ante la incapacidad de la línea de abrirle huecos en la defensa, Jacobs se veía obligado a partir desde el backfield en jugadas de engaño. Jugadas de engaño que no se limitaban a Jacobs sino que involucraban a nuestra navaja suiza particular, Savion Williams y jugadas de engaño que daban muy buenos resultados.
Carrera a carrera el equipo lograba su primera incursión en la zona de peligro rival. Sin embargo, lo que prometía ser un sencillo 3º y 4 acabó convirtiéndose en un ya más complicado 3ºy 9 debido a una penalización cometida por Jordan Morgan. Un problema recurrente este de las penalizaciones en momentos clave de los partidos que volvía para castigar las esperanzas del equipo. Tras un pase incompleto, no quedaba más remedio que lanzar a palos donde McManus es un seguro de vida, máxime si tiene que ejecutar tiros de menos de 40 yardas.
La vida seguía igual para el ataque de Cleveland en este segundo cuarto. La línea defensiva se veía superada por la presión de las huestes de Green Bay que anulaban cualquier intento del equipo local de avanzar más allá del medio campo. Un intentional grounding de Flacco anulado por una falta de Evan Williams, sirvió como aviso para lo que llegaría inmediatamente después. Un sack de Rashan Gary obligaba a Bojorquez a despejar una vez más. En algo más de diez minutos de posesión para los Browns, tres despejes y un avance máximo de 30 yardas. La grada empezaba a emitir un murmullo de insatisfacción con lo que estaba proponiendo su equipo.
En este momento, el partido se vuelve torpe, feo, de los que no hacen afición. A cada jugada de avance de Green Bay le seguía un pañuelo amarillo que le cortaba el ritmo. Ya fuese una falta propia, o ajena, el equipo no acaba de encontrar esa continuidad necesaria, ni siquiera cuando LaFleur evitaba otro sack, ganando un challenge. El tiempo transcurría muy lentamente cuando la posesión más larga de Green Bay durante todo el partido llegaba a su fin debido a una serie de catastróficas desdichas. Primero, una penalización sobre Malik Heath por adelantarse a la jugada retrasaba el inicio de la serie 5 yardas, Wilson las recupera, pero se pierde un intento por el camino. Después, Love encaja otro sack más, con el pocket repleto de camisetas marrones. Acto seguido, un nuevo pañuelo, esta vez sobre Doubs, suponía una pérdida de otras 10 yardas. Para rematar, Love vuelve a ser placado sin piedad por la defensa Browns. De un 1º y 10 en la yarda 38 de Cleveland, se había pasado a un 4º y 30 en la yarda 42 de Green Bay. Tocaba despejar de nuevo al borde del two-minute warning.
En esos dos minutos para la finalización del primer tiempo, Cleveland intentaba a la desesperada romper la barrera psicológica del medio campo. Pase a pase, Flacco se iba calentando hasta que a falta de 12 segundos suelta una bomba en profundo que es bien defendida por hasta tres jugadores, Bullard, Hobbs, y McKinney, capturando este último el pase en el aire para registrar su primera interceptación de la temporada. Aumentaba el murmullo en la grada. Bien podría el bueno de McKinney haber renunciado a esa interceptación tirando el balón al suelo para que Green Bay dispusiese de una última oportunidad, pero con apenas 5 segundos en el reloj y con todo por decidir en la segunda parte, LaFleur no es muy amigo de jugarse un Hail Mary. Bien por McKinney.
Era el turno de los Packers, que iniciaban la segunda mitad con la posesión del ovoide. No iba a durar mucho. En cuestión de dos minutos, el equipo volvía a cometer una falta, Jordan Morgan de nuevo, y volvía a encajar un sack que obligaba a Daniel Whelan a despejar el balón. Penalizaciones y sacks, una constante durante todo el partido para el ataque de Green Bay. Las cosas no iban mucho mejor para el ataque de Cleveland. Otro sack encajado, Van Ness, y otro despeje volvían a dejar todo como estaba al inicio del tercer cuarto. Las líneas defensivas se estaban dando un banquete a costa de unas líneas ofensivas incapaces de frenarlas.
El inicio de una nueva posesión para Green Bay no podía tener peor comienzo. A una carrera con pérdida de yardas por parte de Savion Williams, le seguía una falta de Rasheed Walker que anulaba un pase de 12 yardas capturado por Wicks. El equipo se veía en un 2º y 18 necesitado de una jugada que cambiase la inercia del partido. Necesitaban a alguien que les marcase el camino de la victoria, y ese alguien es, como no podía ser de otra manera, Josh Jacobs. Tras recibir un pase lateral por detrás de la línea de scrimmage, Jacobs corre a enfrentarse a cuanto rival se le pone por delante para ir dejándolos atrás a base de quiebros y mucho pundonor para aguantar sus embestidas. 31 yardas en una jugada espectacular, que parecía cambiar el signo del partido. Wilson toma el relevo de Jacobs en las operaciones por tierra y percute una, otra y otra vez para acercar al equipo hasta la yarda 20 rival. Love conecta un pase de 16 yardas con Dontayvion Wicks permitiendo al ataque disponer de, al menos, 3 intentos para anotar. Dos carreras infructuosas de Jacobs dejan paso a un ataque aéreo en el que el tight end John FitzPatrick no deja de moverse para desmarcarse lo suficiente para que Love lo encuentre en una jugada completamente rota. El primer touchdown del partido subía al marcador a poco más de 3 minutos de la finalización del tercer cuarto.
Green Bay se alejaba en el marcador a más de una anotación. Cleveland necesitaba una respuesta. No la encontró. La defensa conseguía anular cualquier intento de pase de Joe Flacco provocando que el acuciante murmullo de la grada se tornase en sonido de viento. Habían transcurrido tres cuartos y su equipo seguía a 0 en el marcador. Además, las sensaciones en ataque eran muy negativas. Solo la defensa los mantenía en el partido, como quedó demostrado en la siguiente posesión de Green Bay, donde un Jordan Love inoperante a la hora de lanzar el balón por la línea de banda volvía a permitir un nuevo sack que finiquitaba sus aspiraciones.
Los equipos se marchaban al vestuario con un marcador de 10 a 0. Escaso margen para Green Bay, pero con la sensación de tener el partido controlado dado que Cleveland tampoco podía ofrecer mucho más.
El último cuarto seguía siendo un festival de despejes por parte de ambos equipos. Comenzaba Daniel Whelan en la continuación de la posesión del cuarto anterior. Con el balón en su poder, los Browns trataban de llegar a la zona de anotación por la vía rápida, pero una serie de pases incompletos y de inoportunas penalizaciones forzaba a Corey Bojorquez a hacer lo propio para devolver el balón. El tiempo pasaba y nada cambiaba. El estadio empezaba a vaciarse ante tan magno espectáculo.
Con un inicio de posesión muy complicado cortesía de los equipos de retorno, Green Bay partía de su yarda 2. A tenor de lo visto durante el partido, el riesgo de sufrir un safety era bastante elevado. Una tímida carrera de Jacobs de 2 yardas no hacía presagiar nada bueno, pero en ese momento Love se saca de la chistera una bomba de 34 yardas que Matthew Golden es capaz de recoger para salvar la situación. La conexión entre ambos jugadores es cada vez mejor. La alegría no duraría mucho porque una serie de pases incompletos muy forzados empujaba al equipo a despejar una vez más.
Afortunadamente, enfrente los Browns se resistían a ganar el partido. Con menos de 10 minutos por jugar, los Browns deciden cambiar de estrategia y pasar a percutir por tierra. Quinshon Judkins logra lo que no había podido hacer durante todo el partido y encadena dos jugadas explosivas corriendo entre defensores rivales. 14 y 38 yardas respectivamente que suponían lo mejor de Cleveland desde el pitido inicial. Acto seguido Flacco conecta con Harold Fannin Jr. para otras 13 yardas, esta vez por aire. Habían conseguido romper la barrera que les bloqueaba. Sin embargo, los Browns seguían siendo los Browns y abandonan el juego por tierra para lanzarse otra vez a la desesperada por aire. Un par de pases incompletos les deja con un 4º y 9 en la yarda 13 de Green Bay. La ilusión local se diluye, de no ser porque la defensa de Green Bay acude en su ayuda. Un agarrón de Javon Bullard cobrado por los árbitros otorga a los locales cuatro oportunidades más de anotar desde la yarda 3. Primer intento, carrera corta. Segundo intento, carrera corta. Tercer intento, pase incompleto bloqueado por Nixon de aquella manera es penalizado por los árbitros con una interferencia de pase. Por segunda vez en la misma serie, la defensa regala otros cuatro intentos de anotación al rival, en esta ocasión desde la yarda 1. Afortunadamente, los Browns se empeñaban en seguir siendo los Browns y Teller realiza una dura entrada (chop block) que recibe un castigo de 15 yardas. Incapaces de avanzar, Szmyt convierte el primer tiro a palos de su equipo. A pesar de los regalos de la defensa quesera, el equipo salía vivo de esta posesión con un déficit de solo 3 puntos. Los pitos de la grada pasaban a risas nerviosas, como si de una comedia involuntaria se tratase.
Aunque solo hubiese una anotación de distancia, con el balón en sus manos y con menos de 4 minutos de reloj, la certeza de que el partido estaba cerrado por Green Bay era casi absoluta. Solo una catástrofe podría evitar la victoria. Lamentablemente para nuestros intereses, en menos de 30 segundos el partido daría un giro de 180º. Con 3:18 en el reloj y un 3º y 2 en la yarda 25 de Green Bay, Love lee mal la cobertura de pase propuesta por Jim Schwartz y lanza un pase lento directamente a las manos de Grant Depit, que corre hacía la zona de anotación para acabar siendo interceptado en la yarda 4. Un par de jugadas después, Quinshon Judkins atravesaba a trompicones la línea defensiva para anotar el primer touchdown del partido para los locales. Empate a 10. El mazazo fue demasiado grande para el equipo, que a partir de ese momento se mostraría nervioso e inseguro.
Una de las facetas que definen a Love es su aparente frialdad durante todo el partido, para bien o para mal. Esta actitud le permite sobreponerse a sus errores casi de manera instantánea como si nunca hubieran existido. Con el equipo a la desesperada tratando de buscar una anotación que evitase la prórroga, Love intenta conectar en profundo con Romeo Doubs primero, para 20 yardas, y con Tucker Kraft después, para otras 18. De la yarda 5 propia a la 22 rival en menos de 1 minuto y 3 jugadas. Capaces de lo mejor. En la siguiente jugada, Jacobs parece perder el balón (fumble) pero los árbitros consideran que antes de soltar el balón ¿sus piernas? habían tocado el suelo. Primera bala esquivada. En la siguiente Myles Garrett caza al propio Jacobs por detrás de la línea, y en la última jugada de la serie, una salida en falso de Rasheed Walker, convertía la jugada en un imposible 3º y 15. LaFleur no quiere jugársela y ordena una carrera de Jacobs que no va a ninguna parte. Toca chutar desde 43 yardas y confiar en que la defensa pueda frenar a los Browns durante los 26 segundos que quedaban para la finalización del encuentro. Nada que McManus, Parsons y compañía no puedan hacer. Orzech lanza el balón, Whelan lo coloca, McManus chuta y… ¡Tiro bloqueado por Shelby Harris! Capaces también de lo peor. Ni Tucker Kraft, ni Arron Mosby fueron capaces de contener a los defensores rivales.
Los jugadores corren campo atrás, pero es Newsome II quien recupera el balón en la yarda 47 de Cleveland. Estaban todavía lejos para el field goal pero todo era posible. Un nervioso Parsons se adelanta al inicio de la jugada y regala unas valiosas 5 yardas al rival. 21 segundos por delante y Cleveland no tiene tiempos muertos. Un primer pase de Flacco hacia un lateral es recogido por Ward que se sale por la banda para detener el reloj. 17 segundos, 3 yardas más cerca. Flacco intenta una bomba por el lado izquierdo pero se pasa de fuerza. Pase incompleto. 12 segundos. Última oportunidad para conseguir otra serie de jugadas. Flacco conecta un pase de 8 yardas con David Njoku, pero lo hace por el medio del campo, por lo que el reloj sigue corriendo. 8 segundos. Ethan Pocic corre apresuradamente por el campo buscando el balón. 7 segundos. Njoku se lo entrega mientras el resto de jugadores de ambos equipos se preparan a toda prisa para iniciar la jugada, unos, y que no les pillen fuera de juego otros. 6 segundos. Pocic coloca el balón el mismo una yarda por detrás de donde debería. 5 segundos. El cebra da por buena la posición tocando el balón para tratar de cumplir con el protocolo de inicio de jugadas. 4 segundos. Pocic inicia el snap, 3 segundos, y Flacco lanza el balón al suelo completando el spike. 2 segundos. Tiempo más que suficiente para intentar lanzar desde 55 yardas y llevarse el partido. Un tiro difícil, pero no imposible. Szmyt el villano contra Bengals podía convertirse en el héroe contra Packers si consigue anotar. ¡Y anota! Los Browns se llevan el partido por 13 a 10 en el último suspiro.
La fiesta estalla en el estadio y los aficionados, otrora tristes y ojerosos cantan y bailan contentos al son de una victoria imposible. Una victoria que solo se explica desde los errores propios cometidos por Green Bay. Errores que uno tras otro fueron minando las posibilidades de victoria. Toca analizar lo sucedido, aprender y reponerse. La próxima semana esperan unos Cowboys de Jerry Jones con ganas de revancha.
En la derrota siempre, Go Pack Go!
Germán de la Puente