Si el partido de la semana pasada prometía ser un envite sencillo y acabó convirtiéndose en uno de infarto, el de esta no le va a la zaga. Lo que prometía ser la mejor oportunidad de Micah Parsons de vengarse del presidente de los Cowboys, Jerry jones, acabó convertido en un duelo de quarterbacks, en un enfrentamiento loco al que las defensas no se presentaron. Jordan Love rindió a un gran nivel, tomando mejores decisiones tanto en el pase, como a la hora de evitar sacks o interceptaciones. Por su parte, Dak Prescott rindió a un nivel aún mayor, con una actuación de nivel MVP en la que supo aprovecharse de las debilidades presentes en la defensa rival a pesar de no poder contar con su mejor receptor, CeeDee Lamb.
El partido comenzaba con todos los focos puestos sobre Micah Parsons. El sonado divorcio entre el jugador y el presidente del equipo habían propiciado su salida en uno de los trades más sonados de los últimos años. Parsons llegaba dispuesto a reivindicarse ante la que fuera su afición durante los últimos cinco años, mientras que el resto de sus compañeros se centraban en no repetir los errores que les habían costado, a todos, una dura derrota contra los Browns. Y a ello que se pusieron desde la primera posesión del partido.
A un tímido pase de 4 yardas para calentar motores y una carrera detenida 3 yardas antes de la línea de scrimmage le seguía una espectacular bomba teledirigida de 46 yardas lanzada por Jordan Love que Matthew Golden convertía en pase completo bajo la atenta mirada de un Dontayvion Wicks que también pasaba por allí. Toda una declaración de intenciones. Durante toda la posesión, la línea ofensiva se mostraba incapaz de abrir puertas para las carreras de Jacobs, pero el juego aéreo suplía con creces estas carencias. Love conectaba con Kraft en un 3º y 5 para otras 16 yardas de avance que finalizaba en la misma yarda 1 de Cowboys. Una penalización de Rhyan, que se adelanta a la jugada, retrasa al equipo 5 yardas, pero dos jugadas después, llegaría el primer touchdown del partido obra de Romeo Doubs. Un pase a la esquina complicado que Doubs recoge ante DaRon Bland, como si fuese fácil. Habían transcurrido solo 5 minutos desde el saque inicial.
Con los deberes hechos en ataque, llegaba el turno de Parsons y de la defensa. La línea ofensiva de Dallas arrastraba dos bajas antes del partido, y eso pareció notarse cuando se ordenaron desde la banda tres jugadas de carrera consecutivas que no fueron a ninguna parte gracias al buen hacer de todo el front-7. Schottenheimer no quería conceder un sack tempranero a Parsons para evitar que este entrase en ebullición. 3 y fuera y balón para Packers.
El partido parecía la misma tendencia cuando Love escapa de su zona de protección por el lado derecho, pero consigue conectar un pase de 16 yardas con Romeo Doubs y Josh Jacobs se suma a la fiesta con una carrera de otras 7 yardas atacando el gap B, ante la que poco podía hacer el bueno de Kenny Clark. Sin embargo, lo que debería ser un apacible 2º y 3 se convierte por obra y gracia de un agarrón de Jordan Morgan en un complicado 2º y 18. Love busca arreglar el fallo de su compañero y lo consigue, en parte, conectando un pase por el centro de la defensa con Savion Williams. Se queda corto por tan solo 2 yardas. En el 4º y 2 justo en la mitad del campo, LaFleur aplica el conservadurismo para tratar de engañar al rival a base de audibles y motions, pero los Cowboys no caen en la trampa y llega el primer despeje de la noche a cargo de Daniel Whelan.
Este intento de engaño sería devuelto en la siguiente posesión por los Cowboys sin demasiado éxito para sus intereses. La defensa quesera se mantuvo disciplinada en esta ocasión y no picó el anzuelo en un 4º y 1, que los Cowboys podrían haber intentado aprovechar mejor de otra manera. Antes, Dak Prescott empezaba a calentar el brazo conectando en tres ocasiones con Jake Ferguson y Javonte Williams.
Quedaba poco más de minuto y cuarto para la finalización del primer cuarto. Ese tiempo se evaporó por completo en tan solo dos jugadas. En la primera, una jugada de engaño, en la que el ataque propone una jet sweep para Williams pero que en realidad es una jugada de screen para Emanuel Wilson, en la que el running back saca petróleo y consigue avanzar 25 yardas sorteando rivales por el centro del campo. En la segunda, el propio Wilson vuelve a probar suerte por el lado derecho ganando otras 5 yardas para dejar encarrilada la serie de cara al segundo cuarto.
A la vuelta del túnel de vestuarios Los Packers continúan su asedio en campo rival. Love atesoraba 131 yardas de pase en el primer cuarto, y se dispone a ejecutar otra jugada de pase. La línea colapsa ante la presión rival y Jordan lanza un pase rápido hacia la banda donde espera Luke Musgrave. Trevon Diggs se anticipa a la jugada e intercepta el pase con una palomita. Antes de que el jugador pudiese festejarlo, se ve volar un pañuelo amarillo. Love, en una jugada de la que tanto rédito sacó en el pasado Aaron Rodgers, había puesto en juego el balón con 12 rivales sobre la cancha. Interceptación anulada, jugada gratis y 5 yardas de avance. Subidón de moral para el equipo. Con el rival noqueado, el vendaval de ataque no se hizo esperar. Love seguía castigando por aire, mientras un incansable Jacobs continuaba percutiendo por tierra. Ni las penalizaciones cometidas por el equipo podían frenarles. En 2º y 19 en la yarda 30 de Dallas, cortesía de Darian Kinnard, llegaría la jugada que sellaba esta posesión. Los dos referentes del ataque combinaban sus talentos en una jugada de scramble del QB rematada por una carrera por la banda del RB para una ganancia de 29 yardas. Romeo Doubs se encargaba de sellar su segundo touchdown del partido para colocar el 13 a 0 en el marcador. McManus se prepara para lanzar el extra point correspondiente que distancie a los Packers a dos anotaciones del rival.
Lo que debería ser un mero trámite, un simple extra point, se convirtió en el momento preciso del cambio de inercia del partido. Orzech se prepara, Whelan coloca, McManus chuta y… ¡Juanyeg Thomas bloquea! El balón sale despedido por detrás de McManus y un rapídismo Markquese Bell lo recoge del suelo para dirigirse raudo y veloz a la zona de anotación y cobrarse los 2 puntos correspondientes. Ni Brant Banks, ni, sobre todo, Luke Musgrave pueden contener a los cuatro jugadores que les atacan en el momento del lanzamiento. La moral decae con la jugada, al equipo le empiezan a entrar las dudas y el rival comienza a creer en la victoria.
En las dos siguientes posesiones ambos equipos se mostraron nerviosos. Dallas, primero, tiró a la basura sus opciones de respuesta inmediata por culpa de las penalizaciones. Dos para 15 yardas negativas. Green Bay, a continuación, tuvo suerte de que una extraña jugada de Golden haciendo espirales en dirección contraria acabase con otro pañuelo amarillo a favor, pero el ataque ya no rendía de la misma manera que antes. Un engaño que no engaña, una tímida carreras, una bomba desesperada y un magnífico despeje de Whelan certificaban el cambio. Ahora era Dallas la que controlaba el partido, pero no lo rentabilizaba por la falta de disciplina de sus jugadores. No tardarían en hacerlo.
Con algo menos de 6 minutos para la finalización del primer tiempo, Prescott manda el primer aviso. Un pase lateral hacia el, hasta ese momento desaparecido, George Pickens acaba resultando en una ganancia de 14 yardas. De nada servía que Whelan hubiese forzado el comienzo de la posesión en la yarda 5. En la siguiente, misma fórmula. Otro pase lateral para que Miles Sanders rascase otras 9 yardas. Y así sucesivamente. La defensa se estaba quedando sin gasolina mucho antes de lo previsto y el ataque de Dallas se aprovechaba de ello. Cuando la presión no llega, teoría de la manta is coming, las vergüenzas de la secundaria quedan expuestas. Y la presión no llegaba. Prescott jugaba a placer con una serie de pases cortos a la espalda de la defensa, mientras Green Bay perdía a Devonte Wyatt para lo que quedaba de partido. Dallas no tenía problemas en mover cadenas, pero estaban consumiendo demasiado tiempo de posesión, había que aligerar el paso. Dicho y hecho. Un primer pase de 11 yardas volvía a castigar la zona underneath, para que acto seguido una bomba teledirigida de Prescott fuese bajada del cielo por George Pickens ante la nula oposición de Nate Hobbs. 39 yardas en apenas dos jugadas. Sería el propio Prescott el que lograría la anotación en una carrera por el medio ante amagando a Edgerrin Cooper. No fue su mejor noche.
Green Bay intenta dar la respuesta a la desesperada aprovechando los 41 segundos restantes en el reloj volcando todo el ataque en el juego de pase. Love salva el primer sack, que bien hubiese podido costarle un fumble, lanzando el balón hacía un lateral en el último segundo. Romeo salva una interceptación de un pase profundo por el medio metiendo la mano en el último momento para desolación de DaRon Bland y, especialmente, Donovan Wilson. Tucker Kraft obraba el milagro con una carrera por el medio, para que acto seguido, una penalización, otra más, de Kinnard retrasase el inicio de la jugada otras 5 yardas. El equipo se mostraba precipitado y errante. A la tercera fue la vencida para Dallas. En una jugada calcada a la primera de la posesión, la parte izquierda de la línea ofensiva no es capaz de proteger a un Jordan Love que no puede ver como, por detrás, le golpean el balón antes de realizar la acción de pase. El pañuelo azul vuela y la pila de jugadores se amontona ¡fumble! Los cebras examinan la jugada y dan la posesión a James Houston (Dallas) con apenas 20 segundos de posesión en la yarda 15 de Green Bay. Aparecían los primeros nubarrones por el horizonte, si es que eso es posible en un estadio cubierto en Texas.
Los Cowboys tenían 13 segundos para completar la remontada. No necesitaron tanto. En la primera jugada Prescott aguantaba en el pocket a la espera de que Pickens ganase la espalda a la defensa para sumar su primer touchdown de la noche. La presión no funcionó, lo que permitió tanto al pasador y como al receptor explotar las carencias de nuestra secundaria.
Del 14 a 0 al 13 a 16 en cinco minutos y 2 TD encajados en el último minuto. 14 puntos permitidos por una defensa que solo había permitido 6, en las primeras partes de los 3 partidos anteriores. Lo que debería ser un partido controlado se convierte, por segunda semana consecutiva, en un mar de dudas debido a dos errores puntuales del equipo. Toca tratar de sobreponerse y remar en la segunda parte para sacar este partido adelante.
El descanso sirvió para calmar los ánimos y recuperar energías. Los Cowboys consiguen el primer down a base de explotar el juego terrestre, pero, una vez más, una penalización cercena sus esperanzas de sumar dos anotaciones consecutivas sin posibilidad de respuesta. Obligado a recuperar 15 yardas, Prescott es incapaz de conectar ni con Pickers primero en un drop muy feo por parte del receptor, ni con después en una bomba profunda que no es atrapada por medio segundo por Nixon. Dallas se encargaba de lanzar el que a la postre sería el último despeje del partido. A partir de este punto, las defensas de ambos equipos desaparecen y el encuentro se entrega a un duelo al sol de los ataques. Las restantes posesiones del encuentro, 9, se saldarían con una anotación, siendo 6 de ellas touchdowns. Una fiesta.
Empezó el intercambio de golpes el equipo de Wisconsin. Love explotaba una serie de pases cortos por el lado derecho de los que sacaban provecho tanto Josh Jacobs como Matthew Golden al ganar una cantidad importante de yardas tras la recepción. Love sucumbía ante la presión debido a una línea ofensiva incapaz de detener el pass rush rival, pero un agarrón de la máscara por parte de Sam Williams anulaba el sack y regalaba 15 yardas al ataque. Green Bay aprovechaba el regalo, y dejaba la posesión vista para sentencia en dos jugadas de alto yardaje. La primera, una estupenda carrera de Jacobs por el centro del campo, encontrando huecos y avanzando sin apenas oposición hasta salir por la banda izquierda. La segunda, un pase lateral de Love para Kraft que este se encarga de prolongar hasta la misma línea de gol rival. Una penalización de Jenkins al mover el balón sobre la línea de scrimmage, prolongaría la agonía durante otras tres jugadas, hasta que un insistente Jacobs conseguía penetrar la defensa rival y recuperar el liderato en el partido para los Packers.
Dallas estaba metida en el partido, y su respuesta no haría otra cosa que subir la apuesta. Tras un inicio algo tímido, Prescott encontraba a KaVontae Turpin, que recibía al límite del campo en la zona izquierda sin oposición de ningún tipo, para completar un pase de 15 yardas en un complicado en 3er down. Prescott olía sangre, pero todavía no era el momento de cobrarse su presa. Como si de un combate de boxeo se tratase, Schottenheimer cargaba por tierra. Cinco jugadas consecutivas por tierra llevaban a Dallas hasta la yarda 23. Ahora sí que había llegado el momento de sacar rédito al juego de pase. Jake Ferguson se abre y busca un 1 contra 1 contra un Nate Hobbs que no tiene ninguna oportunidad de defenderle. El tight end coloca su cuerpo entre el defensor y el pasador, y se produce el inevitable touchdown de Cowboys.
Melton retorna el balón para que el equipo comience la posesión desde la yarda 30 propia, pero con apenas 30 segundos de reloj restantes, LaFleur decide planificar mejor la siguiente jugada tras la vuelta de vestuarios en el último cuarto del partido.
Con tres puntos abajo en el marcador, el ataque de Green Bay sale decidido a dar una respuesta contundente que no tardaría mucho en llegar. Con la zona de protección colapsando una vez más ante el empuje de los cuatro hombres de la línea defensiva local, Jordan Love sale en scramble por su zona derecha y lejos de buscar un pase en profundo, agarra el balón con fuerza y corre durante 25 yardas hasta que echa rodilla a tierra ante la amenaza rival. Lo que en un principio era una jugada rota, se había convertido en una jugada explosiva de Love, demostrando que también puede correr con el ovoide. Paradójicamente, Green Bay encontraba el camino para castigar a los Cowboys por tierra. Wilson da un necesario respiro a Jacobs, quien en la jugada final de la posesión sortea a cuanto rival le sale al paso para anotar un espectacular touchdown de carrera de 18 yardas. No habían transcurrido ni cuatro minutos y los Packers volvían a adelantarse en el marcador. 27 a 23.
Turno para Dallas. Los locales conseguían mover las cadenas con dificultad alternando jugadas de pase con jugadas de carrera, pero de poca ganancia de yardas. En 3º y 3, un primer pase hacia un Turpin desmarcado junto a la línea de la banda derecha daba a Cowboys tres nuevas oportunidades. En 3º y 2, una concentrada defensa marcaba al hombre a los receptores rivales dejando sin opciones de pase viables a Prescott. Este lanza por el medio buscando a Luepke, pero el pase es desviado por un atento Edgerrin Cooper. Dallas sabía que, si devolvía la posesión del balón despejando, sus opciones de ganar el partido se complicarían sobremanera, así que deciden jugarse el 4º down. Al contrario que en la jugada anterior, Prescott conecta con Pickens por el centro para 12 yardas, para alegría del público asistente. Otro tercer down, de 5 yardas en esta ocasión, se desarrollaba de manera normal, con Karl Brooks consiguiendo presionar a Prescott quién, obligado por el acoso de Brooks tiene que lanzar hacia Ferguson para una escasa ganancia de 3 yardas. Tocaba salvar otro 4º down. No obstante, los árbitros estiman que Brooks ha agarrado de la máscara al QB rival, y la jugada termina sumando a las 3 yardas originales otras 15 por penalización para dejar a Cowboys con una nueva serie de jugadas en la yarda 22 de Green Bay. Una magnífica carrera de 13 yardas de Javonte Williams colocaba a los Cowboys en la yarda 1, que sería rebasada por el propio Williams para poner por delante a su equipo nuevamente en el marcador. Dallas había sobrevivido a un 4º down y otros dos terceros. 27 a 30 y menos de cinco minutos por delante.
Le tocaba a Green Bay sentenciar el partido. Bastaba con anotar y quemar el reloj lo suficiente para dejar a Dallas sin opciones reales de respuesta. No obstante, la posesión no tenía el inicio esperado. El kicker de Cowboys, Brandon Aubrey, ha encontrado la fórmula para que los retornos de saques comiencen desde la yarda 20 haciendo botar el balón antes de que éste salga por la end zone. Ni Savion Williams ni Josh Jacobs conseguían el primer down, de hecho, el equipo se encontraba en un complicado 3º y 8. Es en estos momentos clave cuando podemos ver lo mejor y lo peor de Jordan Love. En este caso, un poco de ambas. La presión de Dallas volvía a superar a la línea ofensiva, pero un Love en shotgun lanza antes de recibir el cariño de los jugadores rivales en dirección a la banda derecha, donde esperaba Romeo Doubs por detrás del pilote naranja. El pase es muy ajustado, Romeo no ve como DaRon Bland le gana la espalda y a punto está de interceptarlo. Afortunadamente, es Doubs quien lo caza y corre para ganar otras diez yardas más hasta que es placado por Donovan Wilson. Otra jugada de scramble de Love, termina con 13 yardas de ganancia gracias al buen hacer de un Emanuel Wilson que nunca defrauda. La puntilla para la defensa local llegaría con una nueva penalización de 15 yardas cometida por Marist Liufau, un poco pasado de vueltas. Josh Jacobs explotaría la debilidad de la defensa contra la carrera de Dallas con una jugada explosiva por el medio para otras 14 yardas. Y finalmente sería Romeo Doubs quien se adelantaba a Kaiir Elam para anotar un touchdown de 15 yardas. 5 jugadas de más 10 yardas permitidas por Dallas, la defensa de Dallas siendo la defensa de Dallas. 34 a 30
El partido ha dejado atrás el two-minute warning hace 15 segundos. Es el momento de que la defensa de Green Bay demuestre de lo que es capaz deteniendo el ataque a la desesperada de Dallas. Un tiro a palos no es suficiente ni para empatar el partido, así que el ataque de Dallas se tiene que jugar el partido al todo o nada. Uno de los problemas endémicos de Green Bay es la defensa contra los retornos. El equipo se muestra muy poco expeditivo en esta faceta, lo que permite a los ataques rivales comenzar en una posición más que ventajosa. Dallas comenzó la suya desde la yarda 46. Después de un primer intento de pase llamémosle incompleto, Prescott buscaría la espalda de la línea defensiva en la zona media en dos ocasiones. En la primera de ellas, Ferguson logra 7 yardas, pero en la segunda, y con 1:13 en el reloj, Tolbert mucho más rápido que Ferguson, acelera hasta obtener 19 yardas. La puntilla para el equipo vendría inmediatamente después, cuando George Pickens rompe la cintura a Valentine para dirigirse como un misil hacía la zona de anotación. Los esfuerzos de McKinney por pararle no logran el efecto deseado y Dallas se pone por delante con apenas 43 segundos de reloj. 5 jugadas para 54 yardas, o 6 para 99 si contamos el retorno, en 1 minuto. 34 a 37.
Ahora es Green Bay el que tiene que jugar a la desesperada. Nuestros retornadores no son tan efectivos como los de Dallas y el ataque parte desde su yarda 26. Jacobs comienza la posesión castigando a Dallas donde más les duele, el juego de carrera, para generar 25 yardas. Al salirse por la banda, además de las yardas consigue detener el reloj. 28 segundos y ya en campo rival. La línea ofensiva sucumbe una vez más a la presión y Jordan Love tiene que evadirse por su lado derecho. En lugar de rifar el balón con una bomba en profundo elige proteger la posesión y lanza el balón fuera para minimizar pérdidas. Quedan 22 segundos en el reloj. Love conecta con Malik Heath, que se sale por la banda tras lograr avanzar 9 yardas deteniendo el reloj en 17 segundos. 3º y 1, LaFleur tiene 3 tiempos muertos a su disposición y no se la juega. Jacobs logra romper, al límite, el plano vertical que delimita el 1er down con una carrera por el medio. 12 segundos, tiempo muerto Green Bay. El ataque coordina otra jugada de carrera, el touchdown es poco probable a estas alturas y el equipo se centra en acercar lo máximo posible la posición para McManus sin correr riesgos. Jugada de carrera para ganar otras cuatro yardas. 9 segundos, segundo tiempo muerto de Green Bay. El nerviosismo se palpa en el estadio. Love intenta un último pase a la desesperada, pero va pasado de fuerzas, y el balón se escapa por la banda fuera del alcance de Dontayvion Wicks. Ya no hay tiempo para más. McManus ejecuta un lanzamiento perfecto de 53 yardas para mandar el partido a la prórroga con el abultado marcador de 37 a 37.
La primera posesión de la prórroga es para Dallas, que sabría sacar petróleo de una defensa completamente agotada. Sin pass-rush, la secundaría quedaba demasiado expuesta a los talentosos receptores del equipo de América. A una primera jugada de 11 yardas mediante una carrera por el lado izquierdo de Williams, le seguirían otro par mucho menos productivas. Los Cowboys se plantaban en otro tercer down incómodo, y como en ocasiones anteriores, solucionarían la situación con un pase en profundo. Por el lado izquierdo, Prescott quema a Valentine con otro pase para Pickens que lo pilla fuera de posición. Un atento Cooper expulsa a Pickens del terreno de juego, pero el daño ya estaba hecho. 22 yardas. Con Valentine señalado, llegaba el turno para Nixon. Cambiando de banda, Prescott lanza un pase todavía más profundo por la banda derecha. Nixon corre con Tolbert, pero en un momento dado se desentiende de la jugada permitiendo al dorsal #1 de Dallas retroceder sin oposición para firmar la recepción del partido. 34 yardas. 56 en dos pases prácticamente consecutivos. Cuatro intentos para anotar desde la yarda 5 de Green Bay. En el primero, Williams es frenado en seco por Rashan Gary. En el segundo, la jugada se rompe y Prescott corre directamente hacia una zona de anotación desprotegida. Cuando está a punto de superar la línea de scrimmage es cazado por detrás dando al traste con las esperanzas de Dallas de ganar el partido. ¿Por quién? por Micah Parsons en su primer y único sack del partido. Desesperados y sin opciones, Brandon Aubrey convierte un sencillo field goal de 22 yardas. 37 a 40.
Para bien o para mal, la última posesión del encuentro estaba en manos de Green Bay. Del ataque depende conseguir la victoria, o marcharse a casa con el queso entre las piernas. Con 4:40 para que se agote el tiempo, los Packers iban a producir la posesión con mayor número de jugadas del partido. Lejos del ataque relámpago de Dallas, Green Bay cocinaba a fuego lento sus jugadas debido a la presión constante de los cuatro de la línea defensiva. Después de una carrera torpe de Wicks, que se choca con un compañero, Love tiene que lanzar el balón al suelo para evitar el sack. Oportunidad perdida. En 3º y 6 llega la clásica bomba de Love de alto riesgo que, en esta ocasión, para bien o para mal, no llega a ninguna parte pero que deja al equipo en un complicadísimo 4º y 6. Después de una mala jugada, Love tiene la capacidad de resetear su mente y actuar impasible como si nada. Con todo el estado de Texas defendiendo el pase, Love ejecuta a la perfección un pase de 14 yardas en una ventana de recepción muy pequeña que Wicks logra recoger. Bola de partido salvada. Los jugadores comienzan a creer en sí mismos de nuevo, y Emanuel Wilson, todo pundonor y talento, logra otras 22 yardas en sendas carreras. Tras el tercer two-minute warning del partido llega la segunda conexión Love/Wicks de la prórroga con una jugada calcada a la anterior. Green Bay se mostraba imparable hasta que a 28 segundos para el final del partido LaFleur emplea su último tiempo muerto deteniendo el reloj.
Lo que prometía ser una jugada de pase, se desmorona debido, una, vez, más, a la presión de Dallas. Con la jugada rota, Love solo tiene a Jacobs desmarcado a su derecha como única solución. Conecta el pase muy por detrás de la línea de scrimmage y Jacobs trata de recuperar terreno siendo placado una yarda por detrás. 22 segundos. No hay tiempos muertos, la jugada a concluido dentro de los límites del terreno de juego y el reloj no se detiene. Lejos de darse prisa en poner el balón en juego, como los Browns la semana pasada por ejemplo, los jugadores caminan con una parsimonia inaudita colocándose en posición a falta de 8 segundos para el final, 14 segundos después de que Jacobs diese con sus huesos contra el suelo. 14 segundos que son un mundo en la NFL. Se realiza el snap y Love inicia un tímido dropback con el balón en sus manos. 5 segundos. Busca un objetivo que no llega. No hay tiempo material para que algún jugador alcance la zona de anotación rival. 4 segundos. Love retrocede un poco más. 3 segundos. Algunos jugadores alcanzan la zona de anotación. 2 segundos. Love Identifica a Matthew Golden como opción más viable y ejecuta un pase que se antoja imposible al estar Golden cubierto por dos defensores. 1 segundo. El balón vuela por el aire buscando su objetivo, pero golpea en la espalda de Jack Sanborn y cae al suelo con menos de un segundo para la finalización del partido. Tiempo suficiente para que McManus lance y anote desde 34 yardas el field goal que sitúa el 40 a 40 en el marcador. De nada sirvió el esfuerzo de un Goodwin que se cuela por el lado izquierdo y a punto estuvo de bloquear el tiro.
Hacía 3 años que el equipo no se veía forzado a jugar el tiempo extra. En aquella ocasión los Patriots sucumbieron por 3 puntos, 27 a 24, en Lambeau Field un 2 de Octubre de 2022. Así mismo, es la primera vez en 7 temporadas que los Packers finalizan un encuentro con el marcador igualado, siendo la vez anterior el 29 a 29 contra Vikings de la segunda semana de 2018.
Por parte de los Cowboys, el partido del Domingo es la segunda prórroga que disputan en lo que llevamos de temporada tras derrotar a los Giants por 40 a 37 hace tan solo dos semanas. Hay que irse un poquito más lejos en el tiempo para dar con el último empate. Concretamente 56 temporadas. La última vez que los Cowboys empataron un partido fue el 2 de Noviembre de 1969, cuando unos combativos 49ers plantaron cara en el Cotton Bowl al campeón de la división Capitalina por 24 a 24.
Además, con el marcador de 40 a 40, este partido se convierte en el empate con mayor puntuación de la historia de la NFL, y el segundo con mayor puntuación a nivel profesional solo por detrás de un Raiders contra Patriots de 1964 que finalizó con 43 a 43. Todo un festival anotador del que sale más beneficiado Cowboys que Packers a tenor de la imagen mostrada por ambos equipos.
Afortunadamente para el equipo, la semana siguiente es una semana de descanso que llega como si de un tiempo muerto solicitado por el entrenador en baloncesto para cortar una racha rival se tratase. Hay que aprovechar este tiempo para analizar, aceptar y entrenar los puntos débiles del equipo. En frente esperan unos Bengals muy peligrosos en profundo, no vamos a descubrir ahora a Ja’Marr Chase o a Tee Higgins, pero descabezados por la lesión, una más, de uno de los mejores quarterbacks de su generación, Joe Burrow. Debería ser un encuentro asequible, esperemos que no termine siendo otro más de infarto.
Germán de la Puente