Análisis Estadístico y Últimos Resultados

Green Bay Packers

Los Packers llegan a Thanksgiving como un equipo más equilibrado y competitivo que en años anteriores, combinando una ofensiva sólida con una defensa que atraviesa su mejor momento de la temporada. Su ataque suma 338.9 yardas por partido (13.º de la NFL), con un juego terrestre estable que genera 116.5 yardas de media (15.º) y un ataque aéreo que aporta 222.5 yardas (14.º), manteniéndose productivo a pesar de las numerosas bajas en el cuerpo de receptores. La capacidad anotadora se mantiene consistente con 23.9 puntos por partido, también 13.º en la liga.

Defensivamente, Green Bay está rindiendo a nivel élite: es la 4.ª mejor defensa total (278.7 yardas permitidas), la 6.ª contra la carrera (96.5) y la 5.ª contra el pase (182.3). Además, solo concede 18.4 puntos por encuentro, mostrando una fiabilidad que ha sostenido al equipo en los tramos más difíciles del calendario.

En el apartado individual, Jordan Love lidera el ataque con 2,560 yardas de pase y un notable 102.0 de rating, mostrando uno de sus momentos más consistentes en la NFL. En el juego terrestre, Josh Jacobs sigue siendo la referencia con 648 yardas y 11 touchdowns, aunque continúa arrastrando molestias en la rodilla y su disponibilidad no llega al 100%. Su situación física ha dado más protagonismo a Emanuel Wilson, que viene de firmar un partidazo frente a los Vikings, sumando energía, agresividad y eficiencia en un momento crucial de la temporada.

En el juego de pase, Romeo Doubs encabeza la producción con 522 yardas, mientras que Matthew Golden continúa siendo una pieza importante en el plan ofensivo pero todavía busca su primer touchdown en la NFL, una ausencia que empieza a convertirse en narrativa semanal. Christian Watson aporta la verticalidad y el impacto explosivo que se espera de él cuando entra en ritmo, mientras que el equipo sigue pendiente de la inminente vuelta de Jayden Reed, cuya ausencia se ha notado especialmente en las situaciones de tercer down y en el diseño de jugadas rápidas.

A nivel estructural, la ofensiva mantiene muy buenas métricas situacionales: 49% de conversión en terceros downs, solo 3 intercepciones, y una protección razonablemente estable con 17 sacks permitidos en 11 partidos. En defensa, el equipo ha acumulado 29 sacks, con Rashan Gary (7.5) y Micah Parsons (10.0) liderando la presión, y ha logrado 6 intercepciones, destacando Evan Williams con 3 de ellas.

Green Bay presenta un diferencial de yardas positivo (3728 a favor por 3066 en contra) y un control sólido de las pérdidas (solo 4 fumbles perdidos), lo que refleja un equipo disciplinado, estable y cada vez más difícil de batir en partidos ajustados.

Detroit Lions

Los Lions llegan a Thanksgiving con una de las ofensivas más potentes de la NFL. Promedian 378.5 yardas por partido, cuartos de la liga, y se apoyan en un juego terrestre demoledor de 139.8 yardas (3.º) y un ataque aéreo muy eficiente con 238.6 yardas (8.º). Todo esto se traduce en 29.6 puntos por encuentro, la segunda mejor marca de la NFL, lo que refleja un equipo capaz de castigar a cualquier defensa si el partido se convierte en un intercambio de golpes.

Buena parte de esa explosividad nace del gran momento de Jared Goff, que acumula 2,769 yardas de pase, 23 TD, solo 5 intercepciones y un brillante 108.5 de rating, manejando el sistema con mucha calma desde el pocket. En el exterior, Amon-Ra St. Brown sigue siendo el faro ofensivo con 884 yardas y 9 touchdowns, mientras que Jameson Williams añade verticalidad pura con 562 yardas y un promedio de 18.13 yardas por recepción. La nota amarga la pone la lesión de Sam LaPorta: pese a ser baja definitiva para lo que resta de temporada, el tight end sigue figurando como uno de los líderes del equipo con 489 yardas y 3 TD, prueba de lo importante que ha sido en la estructura ofensiva.

El gran acelerador de todo este ataque, no obstante, es Jahmyr Gibbs, que está jugando a nivel de estrella. Suma 951 yardas de carrera con un espectacular promedio de 6.14 yardas por intento y 10 TD por tierra, a lo que añade 379 yardas de recepción y 3 touchdowns más. En total, 13 TD y una influencia constante tanto entre tackles como en situaciones de pase corto y diseño creativo, lo que justifica que se le considere uno de los running backs más peligrosos de la competición este año.

Defensivamente, Detroit se sitúa en un punto intermedio: es la 10.ª defensa en yardas totales permitidas (312.3), con un buen trabajo contra la carrera (101.7 yardas, 11.º) y algo más de concesión por aire (210.5 yardas, 15.º). Encajan 22.1 puntos por partido, una cifra que los mantiene en la zona media-alta de la liga. Son capaces de generar presión (32 sacks) con nombres como Aidan Hutchinson (8.5) y de castigar errores rivales con 9 intercepciones, lideradas por Kerby Joseph —más que probable baja para el partido— (3). Su diferencial de puntos (326 a favor, 243 en contra) y de yardas (4163 vs 3435) habla de un equipo que, en términos globales, domina más de lo que sufre.