No hay descanso. Week 12 ya. Viajamos a Detroit para jugar el partido que inaugura la siempre especial jornada de acción de gracias. Y lo hacemos en el momento más dulce la temporada, tras la victoria el domingo pasado contra los Chargers en la que el ataque dejó la mejor sensación en lo que va de año.
Pero ese partido también nos ha dejado una lista de nuevos lesionados bastante dramática. A falta de los informes finales para conocer el impacto real de dichas lesiones, pinta a que no vamos a poder contar con Aaron Jones, que abandonó el domingo el campo con un fuerte golpe en la rodilla, así como tampoco con los rookies Musgrave ni Wicks entre otros. En el plano defensivo nuestra baja más importante será De’Vondre Campbell.
Esto va a dificultar un poquito más si cabe un partido ya de por sí tremendamente complicado. Los Lions son un equipo muy fuerte. Sobre todo en ataque. Una fortaleza que se cimienta desde una impresionante línea ofensiva que domina los partidos y que permite desarrollar tanto el juego de carrera (son el 4º equipo mejor clasificado en yardas ganadas por cada intento de carrera) como proporcionar tiempo y una buena protección a Jared Goff en el juego de pase.
Así que es un partido que se antoja muy complicado en el terreno defensivo. La lucha en las trincheras va a resultar clave. Debemos tratar de no cometer demasiados errores y limitar su juego de carrera todo lo posible. Esto debe ser la máxima prioridad, si no queremos que nos dominen cómo lo hicieron en nuestro anterior partido (jornada 4 en Lambeau, con marcador final de 20 – 34) y en el que nos corrieron para más de 200 yardas.
Si eso no fuera ya un reto lo suficientemente notable, debemos tratar también de controlar a su receptor estrella, Amon-Ra St. Brown (el St. Brown bueno) que está jugando a un nivel altísimo. Arrancando desde el slot y jugando por la zona media está consiguiendo yardas y mover cadenas de forma asombrosamente fácil. Hablamos del tercer jugador de la liga que más primeros downs consigue y del séptimo con más yardas after catch de toda la liga. ¿Será capaz Keisean Nixon de controlarle?.
Sinceramente, la unidad comandada por Ben Johnson es de las más potentes de toda la liga y es tremendamente complicada de limitar. Suman puntos con mucha facilidad (27,2 de media por partido) y si nuestra defensa no consigue entorpecerlos, el partido se nos puede hacer muy largo.
Sin duda su mayor debilidad la tienen en el plano defensivo, con la secundaria como línea más floja ya que acumulan jugadores con lesiones importantes desde hace varias jornadas. Llevan ya varios partidos en los que encajan muchos puntos y reciben muchas yardas de juego aéreo. Debemos tratar de atacar la espalda de sus linebackers con nuestro juego de pase. Ahí es donde más sufren y les podemos hacer daño. Pero para ello nuestra línea ofensiva debe aguantar y pelear cada yarda y controlar en especial a su estrella, Aidan Hutchinson. Su duelo contra Zach Tom se me antoja fundamental y una prueba de toque muy potente para nuestro chico de Louisiana. Aunque no seria de extrañar que quieran atacar por nuestro lado izquierdo, nuestro lado más flojo, con su mejor rusher.
Otro punto que nos resultaría de gran ayuda sería poder implantar el juego de carrera. Pero es algo que nos sigue costando. Nuestra línea ofensiva interior no es capaz de abrir espacios para los corredores y los Lions disponen además de tackles defensivos muy potentes. Otra vez la lucha en las trincheras. Y es que en Detroit no se gana si no se pelean las trincheras con dureza. Imposible.
El partido de mañana es una gran piedra de toque para calibrar las mejoras del equipo en las últimas semanas. Veremos que es lo que planea LaFleur para sobreponerse a todas las bajas que tendremos y tratar de darle guerra a los leones.
¿Quizá pases cortos para mover rápido la bola y poder avanzar?. ¿Alguna jugada de engaño?. ¿Sorprenderá algún jugador que hasta ahora no haya destacado?. Mañana a las 18.30 h. Saldremos de dudas. Trust the process.
