Si hace escasamente un mes nos cuentan a los seguidores de los Packers que nuestro equipo iba a ser capaz de ganar a un equipo como los Houston Texans gracias al buen desempeño de nuestra defensa y con un field goal desde 39 yardas en el último segundo del partido, seguramente hubiéramos pensado en algún tipo de broma de bastante mal gusto. Pero eso fue exactamente lo que ocurrió el domingo pasado en Lambeau Field.

Una victoria trabajada en un partido duro, complicado, muy táctico y peleado firmemente en las trincheras entre dos equipos bien muy preparados y en el que las defensas consiguieron sobreponerse a los ataques.

El choque comenzó pronto a ponerse cuesta arriba para los chicos de LaFleur. En el primer drive del partido Jordan Love lanzaba una pelota que acaba interceptada por los Texans tras una gran lectura por parte de su safety Jalen Pitre. Love volvía a ser interceptado una segunda vez en el segundo cuarto y para colmo los equipos especiales cometían errores constantemente uno de los cuales le valió al equipo tejano para recuperar la pelota en la yarda 11 y posteriormente anotar un touchdown. 3 pérdidas de balón pueden suponer una losa insalvable para muchos equipos. Sin embargo los Packers fueron capaces de agarrarse al partido consiguiendo dos touchdowns y sobre todo gracias a un gran esfuerzo defensivo que les permitió llegar al descanso perdiendo por 19 a 14 puntos.

En la segunda parte los ajustes defensivos se notaron y a los ataques les costaba mucho mas mover cadenas. Tras un nuevo touchdown de los Packers por parte de Josh Jacobs que los colocaba por delante en el marcador el encuentro se instala en una secuencia de sucesivos punts por parte de ambos equipos donde destaca nuestro irlandés favorito, Daniel Whelan. Sin duda sus despejes (fueron 5 punts con una media neta de 51.6 yardas) propiciaron que los Texans no consiguieran posiciones de campo cómodas con las que poder anotar puntos fáciles. De hecho solo consiguieron anotar un solo field goal en toda la segunda parte y fue a falta tan solo de 1 minuto y 44 segundos para finalizar el partido. Ese tiempo fue más que suficiente para que Jordan Love consiguiera llevar la pelota hasta la yarda 29 del rival y cosechar una posición de campo relativamente sencilla para que nuestro kicker debutante, Brandon McManus, anotara 3 puntos con una patada en el último segundo que servía a los Green Bay Packers para sumar una nueva victoria en la temporada regular.

Tiene estas cosas tan caprichosas la NFL. Que un equipo que lleva más de un año con serios problemas de consistencia y seguridad con sus equipos especiales, especialmente en la posición de kicker, se vea en la tesitura de necesitar que un jugador firmado literalmente hace cuatro días, esté acertado en la última jugada del partido para poder vencer. En esta ocasión, afortunadamente, la moneda salió cara.

Pero para llegar a este punto del partido con posibilidad aún de ganarlo hay que hablar y alabar a la defensa. Hacía mucho tiempo que no se veía una unidad defensiva de la franquicia de Wisconsin tan compacta y tan bien trabajada. Jeff Hafley fue capaz de diseñar diversos esquemas de coberturas y mezclar sabiamente frentes y stunts para propiciar, y lo más importante, conseguir presionar al QB rival. 10 pases completados en 21 intentos y sumar solo 86 yardas de pase son números muy alejados de los que suele obtener CJ Stroud por lo que los seguidores queseros podemos estar contentos y esperanzados de poder tener por fin una unidad defensiva que impacte de manera efectiva en los partidos. Desde que Evan Williams acompaña a McKinney como pareja de safeties y Bullard juega en el slot, el equipo no hace más que mejorar. Pero si hay que destacar a un jugador en este partido es sin duda a Eric Wilson. Su actuación fue sencillamente espectacular y no solo quedó reflejada en sus números (2 sacks, 4 TFL) sino también en cómo ejerció de líder de la defensa tras la conmoción de Quay Walker en el segundo cuarto. Pero por encima de actuaciones individuales el partido del domingo dejó claro que la defensa de Green Bay Packers es ahora mismo una unidad muy seria con la que se puede contar y que cada partido mejora y luce más competente bajo la batuta de un Jeff Hafley que sale claramente reforzado del encuentro.