1943, El mundo está inmerso en la Segunda Guerra Mundial. Los Aliados buscaban consolidar el cambio de tendencia iniciado con las importantes victorias logradas en numerosos frentes en 1942 mientras que las fuerzas del Eje empezaban a perder su dominio sobre los territorios ocupados. Las bajas eran muy numerosas y se hacía necesaria la incorporación a filas de todo aquel que fuese considerado apto para empuñar un fusil e ir al frente. En este escenario, Estados Unidos se vio en la necesidad de reclutar a multitud de jóvenes universitarios y estrellas del deporte dejando a las competiciones universitarias y profesionales huérfanas de jugadores.

La NFL encaraba su segunda temporada con el país participando activamente en la contienda con serias dudas y su comisionado, Elmer Layden, tenía que salir al paso de las especulaciones afirmando que la temporada de 1943 estaba en marcha. Sin embargo, la realidad ponía en serias dificultades tales afirmaciones. Aproximadamente un tercio de los jugadores profesionales y más de un 70% de los jugadores drafteados del año anterior,  se encontraban desplegados o en la reserva. Por ejemplo, de los 20 jugadores seleccionados por los Packers en el draft de 1942, solo 1, Bob Ingalls pudo disputar la temporada siendo llamado a filas justo después. Así que si la situación de los Bays era mala, la del resto de equipos no era mejor. Cardinals, Rams, Eagles, Dodgers, Bears, … prácticamente todos tenían problemas para formar una plantilla mínimamente competitiva, aunque los más afectados fueron los Pittsburgh Steelers, que solo pudieron conservar a 6 jugadores.

Irving Comp nacido el 17 de Mayo de 1919 en Milwaukee, un par de meses antes de que la Indian Packing Football Squad jugara sus primeros partidos, fue una estrella en varios deportes durante sus años de instituto en el Bay View HS. Como deportista multidisciplinar, Comp contaba con un tren inferior potente y un brazo poderoso que no solo le valió el apodo de «Bay View Bazooka» sino que le abrió las puertas de la universidad de Wisconsin en 1937. Lamentablemente para él, su estancia en Wisconsin no fue positiva dado que nunca llegó a ganarse un sitio en el equipo, por lo que en 1939 recaló en las filas de una universidad de menor nivel como era la St. Benedict. Con los Ravens tuvo una trayectoria destacada y fue incluido en su Salón de la Fama en 1988.

¿Cómo era posible que un jugador así pasase desapercibido para el resto de equipos?

Pues básicamente porque Irv Comp tenía un defecto físico muy importante. Comp era ciego de un ojo. Lo que en una época normal hubiese supuesto una imposibilidad para desarrollar una carrera profesional, en plena Guerra Mundial, su calificación 4-F suponía una garantía de que el jugador estaría disponible para disputar la temporada.

Hemos dicho que Comp pasó desapercibido para el resto de equipos, pero esto no es correcto del todo. Su llegada al equipo no estuvo exenta de un pequeño culebrón. Para que un jugador pudiese ser fichado como agente libre sin pasar por el draft, su promoción debía haberse graduado/presentado al draft. Lambeau entendió que dado que Comp figuraba como freshman de la universidad de Wisconsin en 1937, su promoción era la de 1941. Al mismo tiempo, Comp abandonó la universidad para enrolarse con los Ravens de St. Benedict en 1939 por lo que para el comisionado Layden, Comp pertenecía a la promoción del 43 y por tanto tendría que estar en la lista del draft. Para más inri, cuando Lambeau, aconsejado por los antiguos alumnos de Notre Dame y entrenadores de Comp en St. Benedict, Don Elser y Marty Peters, intentó hacerse con sus servicios tuviendo que pujar contra Steve Owen de los New York Giants. La oferta de Lambeau resultó más atractiva para el jugador que firmó antes del draft con los Packers, pero el comisionado anuló el contrato obligando a Lambeau a emplear una ronda alta del draft para finalmente conseguir a su jugador. Afortunadamente, el número de selecciones era mayor de lo habitual y este movimiento no supuso ningún problema.

Lo que nadie podría prever era que durante la offseason un desmotivado Cecil Isbell colgara el casco a los 27 años para ejercer de entrenador de los Boilermakers de la universidad de Purdue. Isbell había presenciado de primera mano el maltrato verbal recibido por Arnie Herber por parte de Lambeau cuando este se acercaba al ocaso de su carrera y dejó el football en el apogeo de su carrera para no vivir la misma situación en sus propias carnes. La retirada de Isbell dejaba cojo al equipo en la posición de halfback izquierdo y suponía un problema para Don Hutson que se quedaba sin su pasador de garantías.

Una vez más, Comp estaba en el momento preciso en el lugar adecuado y en su año rookie pudo disputar 9 de los 10 partidos que conformaban el calendario de la temporada, repartiéndose snaps con Tony Canadeo. El experimento no fue nada mal y finalizó la temporada como el tercer mejor pasador solo por detrás de los legendarios Sammy Baugh, Redskins, y Sid Luckman, Bears: