El tight end de segundo año continúa consolidándose como una de las armas más seguras del ataque de Green Bay. Ante Carolina, su química con Jordan Love puede volver a ser determinante, especialmente en situaciones de tercera oportunidad y en la zona roja. Su capacidad para ganar yardas tras la recepción y romper placajes lo convierte en un objetivo constante en los momentos de máxima presión. Si el ataque mantiene el ritmo mostrado en Pittsburgh, Kraft tiene todos los ingredientes para ser protagonista en el marcador.