A lo largo de esta temporada se ha estado debatiendo en los corrillos queseros sobre si el cuerpo de receptores de Green Bay Packers era lo suficientemente bueno. Si darían un paso adelante para arropar a nuestro QB Aaron Rodgers y acompañar a Davante Adams.
Ahora, avanzada la temporada regular y jugados 7 partidos, las dudas del aficionado quesero se agudizan por momentos. Tras la lesión de Davante Adams, que se pierde un par de semanas, el resto de receptores no parecen dar un paso adelante para demostrar que son capaces de jugar a un alto nivel. Para coger balones y responsabilidades dentro del equipo.
LOS RECEPTORES ACTUALES
Marquez Valdes-Scantling, un WR drafteado en 6a ronda en el draft de 2018, avanza en su desarrollo de manera lenta. Sin demostrar que está capacitado para asumir un papel principal, manos inconsistentes por momentos y falta de técnica a la hora de hacer sus rutas son algunas de las cosas a mejorar. Aunque sí que es cierto que lleva un desarrollo progresivamente bueno.
La gran decepción es sin duda Geronimo Allison. Un WR que partía como favorito para suplir la baja de Randall Cobb. A él se le pedía un gran salto de responsabilidad debido a que ya lleva bastantes años en el equipo, pero que en realidad se ha quedado en nada. Comete drops en momentos importantes del partido, errores que ya no deberían pasarle. Por lo que si no cambia la situación, al año que viene no lo veremos por Lambeau Field.
¿QUÉ HACER?
Una gran parte de la afición sostiene la idea de que habría que traer a receptores de calidad vía trade. Ya sea a cambio de otros jugadores de la plantilla o a cambio de rondas del draft. Han salido varios nombres a la palestra, los preferidos por la afición son A.J. Green (receptor de 31 años de los Cincinnati Bengals) y Julio Jones (receptor de 30 años de los Atlanta Falcons). Pero una cosa es lo que la afición desea, y otra cosa es lo que la realidad y situación salarial nos muestra. La verdad es que los Green Bay Packers no tienen suficiente espacio salarial como para contratar alguno de esos jugadores, ya que también hay que renovar a jugadores importantes del equipo. Por tanto si reforzamos la posición de WR, y nos gastamos el dinero de las renovaciones, lo más probable es que de cara a la próxima temporada tengamos otros vacíos importantes a reforzar, perjudicando todavía más al equipo. Por esa razón hay que tomar decisiones razonables, con sentido común No precipitarnos ante los problemas que van apareciendo.
Ahora mismo nuestro salary cap está entre 8,6 y 10,2 millones. El dato varía dependiendo de la fuente que consultes. El montante que sobre este año se aplicará al del año que viene (y de manera indirecta al de dentro de dos temporadas). Por eso hay que ser cautelosos con el CAP room que usamos en los posibles traspasos. En especial con los jugadores que hay que renovar en los próximos dos años: Aaron Jones, Jamal Williams, medio cuerpo de receptores. Tambien Bakhtiari, Bulaga, Linsley, Kenny Clark, Blake Martinez, Fackrell, Kevin King, Jaire Alexander, J.K. Scott y Mason Crosby.
Vamos a analizar las diferentes posibilidades que tenemos para atajar el problema en la posición de receptores
Solución 1: Dar confianza a jugadores que vienen del equipo.
Es la opción más asequible porque no afecta al salary cap. Jugadores como Lazard o Kumerow parece que están dispuestos a dar un paso adelante. Poco a poco Aaron Rodgers está creando química propicia para dar buenos resultados. Incluso MVS puede sorprendernos en los próximos partidos. Así como vemos crecer el esquema ofensivo de LaFleur cada partido, la evolución de MVS también va a buen ritmo. Habría que tener paciencia.
Solución 2: Contratar jugadores que sean viables para nuestra economía
Buenos jugadores que cobran sueldos dentro de nuestras posibilidades y que pueden ser tradeables por sus equipos. Aquí mostramos los receptores que consideramos viables:
- DeVante Parker: Uno de los mejores WR de la competición en cuanto a rendimiento. Con un 11% de DVOA, se sitúa como el vigésimo tercer mejor receptor de la NFL a estas alturas de temporada. Su salario rondaría los dos millones de dólares y tendría corte a coste 0 el próximo invierno.
- Tajae Sharpe: Con 13 targets esta temporada y estando en último año de contrato, puede ser una opción barata tanto en precio como en pick. Su salario estaría alrededor del millón de dólares y el equipo contaría con una gran amenaza en el slot (posición en la que más ha producido este año).
- Alex Erickson: Uno de los mejores jugadores de los Bengals esta temporada. Con un DVOA de 3,5%, puede ser una adquisición muy valiosa tanto en equipos especiales como en el pase. Su valor podría estar en una quinta ronda. Su salario sería de 700.000 dólares este año y 1,5 millones en 2020. Además es de Wisconsin y ex Badger.
- Josh Reynolds: Un jugador de tercer año que apenas ha aportado esta temporada en el juego de pase. Su DVOA es de los peores de la liga, aunque tiene buenos números bloqueando. Podría llegar por una sexta o séptima. Su salario sería de dos millones en dos años.
- Richie James: Solución tanto en la profundidad del cuerpo de receptores como en equipos especiales. Complicado que los 49ers lo vendan. Mismo precio que Reynolds. Su salario sería de 1,5 millones en los siguientes tres años.
- Rashard Higgins: Sus problemas de rodilla nos echan para atrás. Pero es un buen jugador en su último año de contrato. Mismo salario que Sharpe.
- Deon Cain: Ahora mismo es el cuarto receptor de los Colts. Es un traspaso complicado. Con una ronda media/baja podría ser una incorporación barata. 1,6 millones en los próximos tres años.
- DeMarcus Robinson: Este simplemente nos encantaría. Viendo como está jugando y su importancia para Reid, lo vemos muy muy complicado, pero con el regreso de Hill todo podría pasar.
Solución 3: Contratar a algún jugador de los preferidos por la afición.
A todos nos gustaría tener a Julio Jones en nuestro equipo. Pero es imposible, primero por precio -minimo dos primera rondas- y después por la situación salarial que dejaría a Atlanta. Los Falcons deberían cargar en su CAP 12 millones adicionales con Julio Jones. Ahora mismo están 8 por debajo del límite. Ojalá, pero no. Lo siento, queseros.
Sobre A.J. Green, hay varios problemas en su posible traspaso
- No sabemos el CAP real de Packers y, por tanto, no podemos determinar de qué manera se condicionaría el espacio salarial de este año y el siguiente.
- Lo que sí sabemos es que Green nos cargaría alrededor de 6 millones durante la presente temporada. Lo cual nos dejaría un espacio entre 2 y 4. En términos financieros todo lo que esté por debajo de los 5 millones es poca seguridad económica.
- Para tener solvencia monetaria habría que traspasar y/o cortar a algún jugador. Allison, por ejemplo.
- AJ. Green no ha jugado un snap en todo el año y se tendría que acoplar en cuestión de semanas a un esquema muy complicado.
El precio que nos pedirán los Bengals: mínimo una (o dos) segunda ronda. No es descabellado que pidan una primera. Lo valga Green ahora mismo o no. Teniendo unos draft importantes por delante, A.J. Green es demasiado riesgo.
No somos los guardianes de la verdad. Pero las mejores opciones a la hora de dotar a Rodgers de un nuevo receptor son, a nuestro juicio, DeVante Parker y Alex Erickson. Tanto a la hora de pensar en el largo, medio y corto plazo de la franquicia. Ahora todo queda en mano de Gute y sus prioridades para el equipo.
Luisma (@LuisMa_80) y Adrián (@adrian_cobo).