Ron Wolf, el precursor

Ron Wolf, Ted Thompson y Brian Gutekunst tienen algo en común. Ese algo es draftear en primera ronda a un quarterback. Y ahora tengo que responder a la pregunta de rigor… Pero sí Brett Favre fue el pick 33 de segunda ronda por Atlanta… ¿Porque es una primera ronda y además por Green Bay? La respuesta es que Ron Wolf tradeo el pick número 19 de primera ronda que poseían los Green Bay Packers de aquel lejano draft de 1992

 

Como dato curioso, hay que decir que en el draft de 1991, Green Bay uso su primera ronda en Vinnie Clark, un cornerback que aguantó dos temporadas en el equipo y siete en total en la liga. Su segunda ronda era el pick #35… Brett fue elegido por un íntimo de Ron Wolf, del cual ya hablaremos, en el número #33.

 

 

Por cierto, que no se me olvide. Ese pick #19 venia de haber realizado un trade down con Philadelphia por el cual se entregaba el pick número 8, a cambio del 19 del mismo draft y una primera de 1992. Casualidades de la vida…

Por aquel entonces, el puesto de quarterback estaba bien cubierto por alguien muy querido en la parroquia quesera. Donald Vincent Majkowski llegó a Green Bay para pelear por el puesto titular a Randy Wright en el último año de Forest Gregg como entrenador.Sobrevivió como titular la mayoría de las cuatro temporadas sin postseason que Lindy Infante estuvo al frente de staff técnico. Entonces, desde una directiva presidida por Bob Harlan (padre del comentarista de partidos de la NBA que mucha gente conoce por la saga de videojuegos NBA2K, Kevin Harlan) se acometió una importante toma de decisiones.

 

BRAATZ OUT, WOLF IN

Quizás una de las primeras fue la más importante y determinante. Esa primera decisión tenía el nombre de Ron Wolf. Vino a sustituir a Tom Braatz en plena temporada de 1991, tras acumular un balance de 2-9 y a un puesto que realmente parecía estar destinado a ser una silla caliente. Esa temporada, Lindy Infante apartó de la titularidad a Majik Majkowski, dándole los galones a Mike Tomczak. Pero todo estaba destinado a cambiar…

Ron Wolf, con más de veinte años a sus espaldas como scout de los Oakland Raiders, llegó a Green Bay con una tarea ardua y difícil; llevar de nuevo a Green Bay a la tierra prometida, devolver a la franquicia a Titletown. Tras una agonía que data desde los tiempo de Dan Devine y su esperpéntico trade por John Hadl (contado en el podcast Frozen Tundra y del cual habrá articulo en futuras semanas), el equipo de los colores verde y oro tuvo una travesía en el desierto de casi veinte años. Y Ron se puso a trabajar en ello.

 

 

Apoyado en todo momento por Bob Harlan, Ron despidió a Lindy Infante tras una temporada de 4-12 y dio la alternativa a Mike Holmgren, que venía de San Francisco. Allí, Holmgren trabajo como entrenador de quarterbacks con Joe Montana, Steve Young. Así mismo fue también el coordinador ofensivo y la mano derecha de George Seifert. Con él, llegaron también Jon Gruden, Ray Rhodes, Steve Mariucci o Andy Reid.

A principios de 1992, Ron Wolf hizo un trade con Atlanta. La ya consabida primera ronda, pick número 19, pasaba a poder de los Atlanta Falcons a cambio de un quarterback. Un quarterback al cual no querían en Atlanta.”¿Una primera ronda por un qb backup? En papel de regalo si gusta se lo mando.” Esto debieron pensar en Atlanta. Favre no era del gusto de Jerry Glanville.

La verdad sea dicha, una primera ronda por un qb backup que había sido una segunda, era una oferta casi irrechazable.

Así es como Ron Wolf empezó su andadura como jefe del front office de Green Bay Packers. Después de este movimiento, hubo unos cuantos más que pusieron la semilla para reverdecer laureles, sobretodo en 1996, en la Super Bowl XXXI.

 

Mike Holmgren y Ron Wolf, devolviendo el trofeo Lombardi a casa / wearegreenbay.com
Mike Holmgren y Ron Wolf, devolviendo el trofeo Lombardi a casa / wearegreenbay.com

 

TRUST THE BOARD

Pero pasemos a 2005.

Brett coqueteaba con el retiro. Tenía 36 años, había conducido al equipo a temporadas con más victorias que derrotas, salvo una. Y de todas esas temporadas, solo tres, Green Bay no había entrado en playoffs. A todo esto, Mike Sherman encaraba su sexta temporada como entrenador. Dejó su puesto al frente del front office para centrarse sólo como entrenador. Bob Harlan que seguía siendo la cabeza visible de la franquicia se puso en contacto con Ron Wolf, pero esta vez para pedir consejo. A saber si le ofrecería el puesto…

En esa conversación saltó a la palestra el nombre de un antiguo empleado de Green Bay y que ahora estaba en Seattle Seahawks como vice president of football operations. Ron aprobaba el movimiento. “Es una gran adquisición, es el hombre adecuado”

 

 

Lo que nadie se esperaba fue la tremenda remodelación que llevó a cabo. Tres titulares de la guardia pretoriana de Favre abandonaron el equipo. También un líder de la defensa cuyo nombre no saldrá en este artículo, se marchó. Puso rumbo a la tierra de los diez mil lagos.

Más inesperado aún fue lo que iba a deparar la noche del 23 de abril de 2005. Andrew Brandt, el cual por aquel entonces era el que se encargaba de negociar todos los contratos de los jugadores y consejero general, lo contó en el Podcast de Pat McAfee. Contaba Andrew que dos cosas estaban pasando en este draft. La primera y más importante era que todos los jugadores que habían sido valorados como primeras rondas estaban fuera, salvo uno. La primera elección que tenían era Demarcus Ware. Rumbo a Dallas. También querían a Marcus Spears. Rumbo también a Dallas. Querían a Derrick Johnson. Rumbo a Kansas. ¿La segunda? Aaron Rodgers estaba bajando… Miraron un par de puestos antes y la cosa era la siguiente:

  • Dios mio… solo queda un nombre. Y juega en la misma posición que el quarterback más resistente en la historia de los deportes

Mientras tanto, los entrenadores estaban en plan:

  • No. No podemos hacerlo. Podemos coger a otro que nos ayude esta temporada, la que viene o cuando sea

Y entonces, desde el lado del front office, Ted Thompson decía:

  • ¿Que decimos siempre? Confía en la tabla (Trust the board). Confía, en, la, tabla. Y la tabla nos dice que ese es el chico.

Andrew seguía contando que estuvieron así hasta que llegó la hora de realizar el pick y aun así, mantuvieron a Aaron Rodgers al teléfono, por si acaso llegaba una buena oferta por el pick. El teléfono nunca sonó, y con el pick #24, Aaron Rodgers fue elegido como jugador de los Green Bay Packers.

 

TRADE UP

Nos situamos ahora mismo en la noche del jueves al viernes del 23 de abril de 2020. Trust the board sigue vigente en el 1265 de Lombardi Avenue. Así como su predecesor en el cargo, Brian Gutekunst tiene una tabla. Los picks se van sucediendo y repente San Francisco hace trade up para subir hasta el 25. Brandon Aiyuk es elegido por el equipo minero y el objetivo prioritario de los Packers se esfuma rumbo a Santa Clara.

Según informo David Lombardi en su twitter, el movimiento de trade up por parte de Green Bay al 26 estaba decidido ya para coger a Aiyuk. Cuando San Francisco se enteró, empezó a mover su maquinaria para conseguir (y al final lo lograron) a Aiyuk.

 

 

Y aquí hago un inciso. Jeremy Fowler, periodista de ESPN afirmaba que los Packers habían intentado un acercamiento a los Vikings. ¿Por el 25?¿Por el 22? Eso no se sabe. ¿Que habrían dado los Packers? Quizás más que lo que dieron los 49ers… eso no lo sabemos. Lo que sí se sabe, es que el resto de la historia, es de sobra conocido.

¿Quien era el siguiente en la tabla de Gutekunst? Un chico de Utah State que había causado una gratísima impresión en la franquicia cuando se le entrevistó. Su nombre, Jordan Love.

 

Trust the board… / insider.com

 

También podemos decir que se subió al 26 en vez de al 27 porque con Miami se logró un mejor acuerdo. Con Seattle había negociaciones pero no llegaron a puerto. A fin de cuentas parece ser que podía haber habido algún contacto pre draft entre Seahawks y Colts.  No se sabe si es verdad o no, pero lo que sí se sabe es que Green Bay pensó que si, y viendo que Aiyuk había salido, siguieron con el trust the board, acabaron subiendo y al final, escogieron al chico que querían.

¿Os podéis llegar a imaginar una situación como la vivida en 2005 en el front office de los Packers?

 

CONTROVERSY SELLS

La controversia vende. Si bien estas palabras son más que ciertas, no podemos negar que a día de hoy, la controversia en Green Bay está de nuevo de moda. Brett Favre dijo estas palabras en una entrevista con Graham Bensinger en 2016. A la pregunta pronunciada por el entrevistador, entorno a la  que venía a ser esta: “¿Cuanto crees que esto (refiriéndose a la relación entre Aaron Rodgers y/u otros quarterbacks en el pasado que compartieron banquillo con él y Brett Favre) fue alimentado por los medios de comunicación?” La respuesta fue contundente. “La mayoría”. Y proseguía su explicación diciendo que dos tipos que se llevan bien y trabajan bien juntos, no interesa. Interesa más dos que se señalen, que hablen mal… eso es lo que interesa.

 

 

Precisamente en esa entrevista, comentaba entre otras cosas que nunca se negó a ver tape con el, nunca sintió amenazado su puesto de titular y que se le pagaba por ganar partidos, no por ser mentor.

Pero lo más interesante fue lo siguiente. Que a pesar de no sentir amenazado su puesto de titular, sabía que llegado el momento, no sería el QB titular de los Green Bay Packers. Sintiéndose sorprendido por la elección de Rodgers, se sentía orgulloso de que se hubiera tardado tanto en elegir a un QB como Rodgers.

 

 

Seis meses después, Aaron Rodgers pasaba por el mismo espacio de entrevistas. y Bensinger le realizó una pregunta que a día de hoy salta de nuevo a la palestra:
“Si los roles fueran al revés, y tu fueras el veterano y legendario quarterback que estuviera aún jugando a un alto nivel pero envejeciendo y un quarterback rookie fuera traído, ¿Manejarías la situación de manera diferente?”

La respuesta…

 

DEVELOPING A YOUNG QB IS NOT A WASTE

 

Brian Gutekunst estaba en los Packers en aquel draft de 2005. Y recuerda que, como a día de hoy, también estaba la presión del “ahorismo”. Porque por aquel entonces, también era un “tiene que ser ahora” “ha de ser ya”.

Recordaba Gutekunst que durante tres años y medio había voces que dirían que el pick de Aaron Rodgers era un desperdicio, era un pick tirado a la basura. Ahora bien, para el propio Brian, no lo era.¿Porque? Porque no consideraba que desarrollar un quarterback durante tres años sea un desperdicio.

 

 

Al igual que Ron Wolf y su predecesor en el cargo Ted Thompson (olvidémonos de Mike Sherman en este caso), Brian Gutekunst había levantado la polémica nuevamente. Ron Wolf tradeando por Favre, Ted Thompson trusting the board por Aaron Rodgers y Brian Gutekunst trading up por Jordan Love. Un Jordan Love, californiano como Aaron Rodgers, que será “benchwarmer”, como lo fue Aaron Rodgers. Y aprenderá de uno de los mejores, como lo hizo Aaron Rodgers.

 

Favre & Rodgers / nflbenchwarmernews.blogspot.com/

 

A DÍA DE HOY

Aunque la arbolada despertada por aquel lejano mes de abril se haya calmado y sea una marejadilla, no creo que el asunto está zanjado. No lo estuvo hace quince años y no lo estará hasta que pase un tiempo prudencial. Salen voces discrepantes sobre el pick, como en este caso. Una de las últimas es la del antiguo Pro Bowler Lavar Arrington. Han salido voces diciendo que Aaron Rodgers debería solicitar el traspaso. También que se le rescindirá el contrato…

Y a lo largo de la temporada y de las temporadas sucesivas, saldrán las mismas voces o más voces discrepantes al respecto. Y quizás esas voces se ahoguen en un tiempo que ahora mismo resulta indeterminado, o resuenen más en el futuro no inmediato…

Lo que sí está claro es que no se puede estar de acuerdo en todo, y mucho menos, poner a todos de acuerdo en este tema.

Jordan Love fue elegido con el número 26 del draft de 2020 por los Green Bay Packers y solo el tiempo dirá si fue un acierto, o no. ¿Quizás habrá que esperar otros tres años y medio?

 

@ElChicodelDAI