Acción de Gracias, la festividad familiar más importante para una gran mayoría del pueblo norteamericano, que la sitúan por encima incluso de las navidades. Una tradición que comienza en 1621, cuando los colonos ingleses celebraron con los nativos americanos de la zona, el éxito de la primera cosecha. Durante tres días, ingleses y americanos compartieron pavo, calabazas y otras viandas en perfecta sintonía tras un duro invierno al que poco más de la mitad de los colonos logró sobrevivir. Hubo que esperar 168 años para que el día de Acción de Gracias volviese a celebrarse. En 1789 George Washington declaró el Jueves, 26 de Noviembre, como día festivo nacional con motivo de Acción de Gracias, que se celebraría anualmente en fechas diferentes en función del Estado. En 1863, Abraham Lincoln, puso un poco de orden, dictaminando que la celebración del Día de Acción de Gracias tendría lugar el último Jueves de Noviembre, unificando esta festividad en todo el país. Finalmente, en 1941, el Congreso de Estados Unidos declaró este día como festivo legal, acabando así con la tradición de que fuese el presidente quien lo declarase cada año. Hoy en día, esta festividad es un día para celebrar en familia y dar gracias por lo que se tiene, siendo la época del año en la que más desplazamientos se producen dentro de EEUU.
En el mundo del NFL, Acción de Gracias es sinónimo de la triple F. Family, Food and Football, una tradición más antigua que la propia competición. Desde que el football es football, los equipos universitarios y profesionales trataban de organizar los mejores carteles coincidiendo con Acción de Gracias para aprovechar al máximo la asistencia de público y asegurarse grandes ingresos por la venta de entradas. El primer encuentro del que se tienen registros data de 1876 en lo que supuso el pistoletazo de salida para el clásico enfrentamiento entre los equipos de Yale y Princeton. Con la liga ya organizada, los equipos seguían programando sus mejores partidos en tan señalada fecha. Bears vs Cardinals, Pros vs Bulldogs, All-Americans vs Jeffersons, … estos partidos suponían la cuarta F para los propietarios de los equipos, Fans (& money). En 1934, un grupo inversor liderado por George A. Richard compra los Spartans, trasladando y renombrando la franquicia a Detroit. Richards era el propietario de la WJR, una emisora de radio de Michigan asociada con la NBC Blue Network (lo que hoy en día es la ABC) lo que le permitió llegar a un acuerdo con la Blue Network para emitir en directo el partido por toda su red de emisoras, 94 a lo largo y ancho del país, aumentando la audiencia del partido exponencialmente. Lo que para el resto de equipos era un espectáculo de ámbito local, para los Lions pasó a ser un evento a nivel nacional que quedó establecido en el imaginario colectivo y de la liga.
La segunda Guerra Mundial no logró suspender los partidos de la NFL, pero si que se llevó por delante los partidos de Acción de Gracias. Los estadounidenses estaban inmersos en la guerra, los equipos sobrevivían a duras penas, y la dificultad de construir un once de garantías se sumaba a que la gente prefería estar en casa con los suyos antes que pasar el día fuera viendo football. No obstante, durante el conflicto llegó a disputarse el Eagles vs Steelers de 1940, por la cercania de ambos equipos y por sus dificultades económicas. Cuando los alemanes claudicaron en 1945, la NFL decidió retomar la tradición y permitió a los equipos programar partidos en Acción de Gracias. Muchos equipos lo intentaron, pero únicamente los Lions fueron los que consiguieron que sus partidos perdurasen con el transcurso de las temporadas quedándose con el monopolio del mismo.
No fue hasta la aparición de la AFL, uno de los rivales más potentes que ha tenido la NFL a lo largo de su historia, cuando aparecería otro equipo en liza por el partido más deseado del año. Con el objetivo de contraprogramar el partido de Acción de Gracias de sus rivales, los Dallas Cowboys serían elegidos en 1966 para organizar un segundo partido y así tratar de anular las audiencias rivales, para alegría de su presidente Tex Schramm. Tras completarse el proceso de fusión de las dos ligas en 1970, solo los equipos de la NFL, Lions y Cowboys mantuvieron su derecho a organizar partidos de Acción de Gracias en una tradición que se mantuvo inalterada durante 40 años. En 2006, la NFL decidió añadir un tercer encuentro más a la programación del día del pavo. En esta ocasión, no se designó a un equipo en particular para organizar el partido año a año, sino que se iría eligiendo a los equipos en función de su atractivo para el gran público. Este tercer partido extra se disputaría en horario de prime time, tras los dos encuentros de Lions y Cowboys. Como el equipo que organiza el partido tiene una ventaja sobre el equipo visitante, no hay que olvidar que Acción de Gracias es en Jueves, la liga decidió incorporar a su calendario partidos los Jueves todas las semanas de competición. De esta manera, todos los equipos se verían beneficiados y perjudicados por igual.
Para Green Bay, los partidos de Acción de Gracias son partidos muy especiales. Durante las primeras décadas de historia del equipo, varios eventos organizados en esta festividad supusieron la salvación, de un modo u otro, del equipo de la ruina financiera. En 1922, en una temporada muy convulsa en lo extradeportivo, se trató de organizar un partido para recaudar fondos llamado «Booster Day» contra los Kelleys de Duluth en Acción de Gracias. No obstante, el día del partido estuvo lloviendo sin parar y se produjeron potentes rachas de viento que dieron al traste con el partido. Aunque el encuentro se disputó, la asistencia fue pobrísima y no se consiguieron alcanzar los ingresos necesarios, lo que condujo a la creación, 7 días más tarde, de una corporación de accionariado público. En 1949, unos Packers muy debilitados económicamente tras años de lucha contra los equipos de la AAFC se vieron obligados a organizar un partido de estrellas de la franquicia para recaudar fondos y mantener a la franquicia a flote. A la recaudación de fondos le siguió cierto incendio de las instalaciones y una exitosa campaña de venta de acciones que proporcionaron a la franquicia una estabilidad financiera sólida. Sin los eventos de Acción de Gracias, no existirían los Packers hoy en día.
Los Packers son, tras Lions con 85 y Cowboys con 57, el equipo que más apariciones ha tenido en los partidos de Acción de Gracias con 38, empatando con los Bears, que también suman 38 partidos de Acción de Gracias. El balance de estos 38 partidos no es muy favorable, dado que se han ganado 16, perdido 20 y empatado 2 (44,7% de victorias). La derrota más dolorosa sea, quizás, la de 1962. En el cuarto año de Vince Lombardi al frente del equipo, los Packers contaban sus partidos por victorias buscando repetir el título nacional de 1961. Semana a semana el equipo iba sumando victoria tras victoria hasta que un 22 de Noviembre, los Detroit Lions les infligieron la primera, y a la postre única, derrota de la temporada por 14 a 26. Los Packers se alzarían finalmente con el título nacional al derrotar a los New York Giants, pero la oportunidad de registrar una temporada con el 100% de victorias se perdía ese aciago día de Acción de Gracias en Detroit.
A pesar de ser un equipo con tanta tradición, los Packers han organizado únicamente 3 partidos de liga regular en Green Bay. El primero de ellos fue el que enfrentó a los Packers contra los Pros de Hammond el 29 de Noviembre de 1923. El equipo, en aquél entonces ubicado en Bellevue Park, derrotó a los Pros por un contundente 19 a 0 lo que les permitió dejar su récord de la temporada en 7 victorias, 2 derrotas y 1 único empate. 92 años tuvieron que pasar para que la afición de Green Bay pudiese asistir a otro partido de Acción de Gracias sin salir de la ciudad. No fue hasta el 26 de Noviembre de 2015, en el partido de máxima audiencia de la jornada, cuando los Packers se pudieron comer el pavo en casa. En aquella ocasión, los Bears aguaron la fiesta de los Packers al imponerse por 17 a 13 a sus archirrivales en un abarrotado Lambeau Field. No hemos tenido que esperar tanto para ver el último de estos encuentros tan especiales en Lambeau Field. El pasado 28 de Noviembre, Jueves, unos solventes Packers dominaron a los Miami Dolphins por 30 a 17 encaminando su pase a la post temporada y poniendo en positivo el balance histórico de partidos de Acción de Gracias como locales.
A parte de los partidos oficiales los Packers han disputado dos partidos más contra otros equipos. El primero de ellos tuvo lugar el segundo año de vida del equipo, 1920. Todavía enrolados en el circuito semiprofesional de Wisconsin, unos potentes Packers midieron sus fuerzas el 25 noviembre 1920 contra los Miners de Stambaugh. El encuentro se disputó en el desaparecido Hagemeister Park ante una gran multitud que pudo presenciar una imponente victoria de su equipo por 14 a 0. El segundo de ellos tuvo lugar el 30 de Noviembre de 1922. En aquella época, la única fuente de ingresos que tenían los equipos eran las entradas vendidas y los abonos de temporada. Una serie de inclemencias climatológicas habían vaciado las arcas del equipo y su continuidad corría serio peligro. Para tratar de salvar la situación, la gerencia de los Packers, con el apoyo de personalidades influyentes de Green Bay, trató de organizar un encuentro amistoso en el tramo final de su segunda temporada en el circuito profesional bajo el lema de Booster Day. El rival, los Kelleys de Duluth. La fecha, Acción de Gracias. El clima, malo, extremadamente malo. Tan malo que el partido estuvo a punto de suspenderse. En una reunión mantenida en las oficinas del equipo, esto es, uno de los despachos de la Green Bay Press Gazette, tanto Curly Lambeau como George Calhoun se encontraban desolados ante la imposibilidad de disputar el partido, pero Andrew Turnbull, uno de los propietarios del periódico, instó a ambos a disputar el partido de todos modos para asegurarse el mismo de que el equipo tendría el apoyo de la comunidad. El partido se disputó ante las protestas de los Kelleys que cayeron derrotados por 10 a 0 en un barrizal al que pocos considerarían terreno de juego. Turnbull cumplió su promesa y una semana después ya estaba en marcha la iniciativa para transformar el Club en una Corporación de participación pública mediante la venta de acciones. En 1949, los Packers vivían una de sus épocas más convulsas. Con el equipo en metido de lleno en una dinámica perdedora, los rumores que apuntaban a la salida de Lambeau del equipo eran cada vez más fuertes. Por si fuera poco, la baja asistencia de público hacía caer los ingresos hasta tal punto que la viabilidad económica del club corría serio peligro. No había fondos para afrontar los gastos de los últimos partidos fuera de casa y el equipo tuvo que tomar medidas desesperadas. Los partidos amistosos fuera del calendario oficial estaban prohibidos por la liga, así que a la junta directiva, apoyada una vez más por la comprometida gente de Green Bay, diseñó una campaña de recaudación de fondos que iba a durar varios días. El punto álgido de la campaña era el partido que enfrentaría en Acción de Gracias a un equipo de titulares contra suplentes, y lo que es más importante, una serie de demostraciones por parte de leyendas de la franquicia de la talla de Red Dunn, Verne Lewellen, Johnny Blood, Lavvie Dilweg, Don Hutson, Arnie Herber, Joe Laws, … etc. El día del partido hizo un clima atroz con temperaturas bajísimas, lo que impidió que la fiesta fuera completa. A pesar de ello, se superaron las expectativas y se consiguió recaudar el dinero necesario para finalizar la temporada. Poco tiempo después daría comienzo una campaña de ampliación de capital que supondría las bases económica en la que se basaría la franquicia durante la siguiente década.
Germán de la Puente