No se si escribo estas líneas preso del desencanto o sintiendo impotencia al ver el desarrollo ofensivo del equipo. Creo que quizás escribo estas líneas por hacer callo, como bien le comentaba a un buen amigo mío. Porque es lo que toca. Toca ir haciendo callo… como ya lo hicieron los mas ancianos del lugar al ver como Dan Devine tiraba por tierra un puñado de picks por un quarterback que había vivido tiempos mejores y cuya carrera ya empezaba a estar en declive. Toca ir haciendo callo como cuando los mas entregados del lugar tomaban el equipo en sus manos por puro amor, intentando reverdecer los laureles que habían conseguido como jugadores. Toca hacer callo como cuando la gente se mentalizaba al ver a “Majik Man” retirarse del campo ante los Bengals en la jornada 3 y depositar la confianza del ataque en un desconocido quarterback proveniente de los Falcons y tras dos derrotas iniciales donde se pensaba que todo seguiría igual a pesar de los cambios impulsados por Bob Harlan y de la llegada de Ron Wolf y Mike Holmgren. Toca hacer callo, porque la temporada será larga y pueden venir tiempos peores. Y esto último, es lo que justamente no sabemos, puesto que predecir el futuro no sabemos

Quizás también este sobrerreaccionando de mas, y me este venciendo el desanimo por lo visto en esta madrugada. Quizás las pocas horas dormidas y el cansancio estén haciendo su trabajo y estén causando mella. Pero quizás podamos aferrarnos a una esperanza. Porque siempre la hay. Lo que esta claro es que en términos de ofensiva, y visto el partido de anoche, poco sitio cabe a la esperanza.

También esta claro que la franquicia de Green Bay, no es amiga de hacer los cambios bruscamente y a la ligera. Y mas aún siendo un equipo que necesita madurar. La verdad, es que es un equipo demasiado bisoño… y que necesita hacer callo también. Sonará impopular, pero quizás necesite partidos así para reaccionar. O quizás sea que lo que se vio a inicio de temporada era un mero espejismo, puesto que empezaba una travesía en el desierto y ahora mismo, lo que se encuentra uno, es un equipo perdido en medio del desierto.

 

Las Vegas celebra la interceptación de Spillane / Chicagotribune.com

 

Pero si algo tengo claro, es que este equipo puede encontrar su brújula, aunque parezca difícil. Se puede aferrar al timón de su temporada y salir de las dunas en las que se encuentra. Aunque ahora parezca que pinten bastos como a veces se suele decir, este equipo puede encarar la temporada y arreglarla. Quizás lo que duela no es el 2-3 en si, sino que a pesar de ser dos victorias y tres derrotas lo que se lleva de curso, son las sensaciones que nos dejan las tres derrotas las que realmente duelen. Y no es la derrota en si, que también, sino en como se pierde. Como a veces, nosotros, como aficionados fervorosos seguidores de los Packers sentimos que se puede hacer mas. Que nuestros jugadores pueden hacer mas. Esas sensaciones, eso que nos parece y eso que precisamente nos duele, es algo que nos hace seguir con mas ganas al equipo.

Ahora llega la Bye Week. Tiempo para un descanso en el cual es fundamental recuperar a jugadores tocados y posibles lesionados del ultimo partido. Esperemos que esto sirva para contar con un Aaron Jones al 100%, ya que su baja trastocó los planes del ultimo partido al notarse algo. Viniendo la bye week optaron por la prudencia. Veremos a ver si esta semana de descanso sienta bien, pero lo que esta claro es que van a ser unos días muy largos hasta el próximo partido.

Para nada es idóneo perder. Y menos de la manera en que se hizo. Pero quizás, es tiempo de ir haciendo callo, por todo lo que pueda suceder.

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