y aunque no se llama Faralo, esperamos que su rendimiento sea divino.

Tras el enésimo field goal fallado por Bryan Narveson en la aplastante victoria sobre los Cardinals, la gerencia ha decidido dar un volantazo para resetear nuevamente la posición, cuando quedan dos tercios de temporada por delante. Como suele pasar en el mundo deportivo, baste para que te ratifiquen en tu puesto para que acto seguido te enseñen la puerta de salida. Y esto es, ni más ni menos, lo que ha sucedido con Nerviosón, acrecentando los problemas del equipo en la posición.

Toda esta situación comenzó hace un par de años cuando Aaron Rodgers decide, con ayahuasca o sin ella, que ya iba siendo hora de afrontar nuevos retos lejos del equipo en el que había permanecido toda su vida deportiva. Con la marcha del legendario QB, la franquicia entraba en un proceso de reconstrucción, y como todos los procesos de reconstrucción, la gerencia decide dar salida a cuanto jugador veterano le sea posible para aglutinar el capital de draft necesario con el que seleccionar a tantos jóvenes talentos como fuese posible. Se renovaron el equipo de receptores, la secundaria, el cuerpo de corredores, algunas posiciones clave y finalmente los equipos especiales.

Guiados por los conocimientos del coordinador mejor pagado de la liga, Rich Bisaccia, se acometieron los fichajes de Matthew Orzech (LS), Daniel Whelan, (P & H) y el hermano menos bueno de los Carlson, el amigo Anders (K). Coco y O’Donell entraban en la casilla de salida sin mayores dramas para la afición, pero el fichaje de Carlson suponía el fin de una era en Green Bay. Como se suele decir, «los quesitos que entran por las que van saliendo».

En una de las decisiones más cuestionables de aquél draft, Gutenkurst empleaba una ronda en Anders Carlson, algo nada habitual para este tipo de jugadores, que, salvo expectativas de estrella generacional, suelen acabar en el mercado de fichajes inmediatamente posterior al proceso de selección. Algo debió intuir el bueno de Gute que se le había escapado al resto de equipos, porque Carlson se presentaba al draft con un porcentaje de conversión de 71,8% y 3 puntos extra fallados en su etapa universitaria. Números nada esperanzadores máxime habiendo empleado una ronda en el jugador.

Como era de esperar los acontecimientos siguieron su curso lejos de actuaciones milagrosas, y un error más del kicker contribuye a poner punto y final a una temporada asombrosa del equipo más joven de la liga. El rendimiento del equipo en el segundo tramo de la temporada adelantaba el periodo de reconstrucción, y lo que debía ser una temporada de transición se convirtió en una temporada en la que el Gran Baile estuvo a tan solo dos jugadas de distancia.

La gerencia evaluó el rendimiento del jugador (81,8% de acierto y 5 puntos extra fallados), su proyección teniendo en cuenta que arrastraba un ACL, lo que hacía que su mecánica, como bien nos hizo saber nuestro @medicofantasy, no volvería a ser la que era y las necesidades del equipo para tomar la decisión de reconocer su error con el jugador. Al menos, parcialmente. En la pretemporada de 2024 se decidió aumentar la competencia por el puesto de kicker, obligando a Carlson a ganarse el puesto contra otros cinco jugadores.

El 24 de Enero se incorpora a la disciplina del equipo el antiguo kicker de la Universidad de Georgia, Jack Podlesny, tras su fugaz paso por los Minnesota Vikings. En su etapa universitaria «Hot Pod» había registrado un 82,2% de acierto y solo había fallado 2 puntos tras touchdown.

El 28 de Marzo se completaba la terna que se disputaría el puesto con la incorporación de Greg Joseph. El veterano pateador sudafricano tenía un perfil muy diferente al de sus competidores dado que ya atesoraba una trayectoria en el football profesional tras haber pasado por Browns, Titans, Bucs y Vikings. Incluso sabía lo que era jugar en post temporada con Titans y Vikings. La experiencia es un grado dicen, pero el talento también, y en el caso de Joseph, sus números eran buenos pero no espectaculares. Un 83,6% de acierto y 4 puntos extra fallados. Lo suficiente para disputarle el puesto a Carlson.

El 19 de Junio, el Juego de Tronos particular en que se había convertido la elección del pateador para la siguiente temporada, acaba con Podlesny fuera del equipo dejando vía libre a tan solo dos jugadores para el puesto. Joseph y Carlson serían quienes pelearían por el puesto en los partidos de pretemporada.

No pasaría mucho tiempo para ver más movimientos. El 24 de Junio los Packers reclaman los servicios de James Turner, tras un breve paso por los Lions. Turner firmaba una tarjeta de 81,3% y 3 puntos extra fallados con Michigan y llegaba dispuesto a pelear por un sitio en el equipo. No le duro mucho la aventura, y el 30 de Julio fue liberado por los Packers. Una vez más, Carlson y Joseph salian victoriosos de la contienda.

Para añadir más picante al plato, el 7 de Agosto se contrata a Alex Hale, antiguo kicker suplente de Oklahoma State, con un porcentaje de acierto del 79,6% y 3 puntos extra fallados. El jugador no tiene mucho recorrido, y el equipo lo libera de su contrato el 27 de Agosto, para inmediatamente después incorporarlo a su equipo de prácticas dentro del programa de jugadores internacionales. El Australiano se postulaba como suplente y proyecto de futuro a la sombra del kicker titular.

La pretemporada arrojaba más dudas que certezas. Ambos kickers parecían aprovechar sus escasas oportunidades en los encuentros disputados frente a los Browns, 100% de efectividad. La de arena llegaba contra los Broncos, 0% de efectividad para Greg Joseph en un partido lamentable del equipo.  Y finalmente, los Ravens no hacían sino incidir en la incertidumbre, 100% para Joseph, 50% para Carlson. En el global, ambos pateadores habían fallado los mismos tiros de campo. No había un ganador claro en este factor X que era la selección del mejor kicker para encarar la temporada con garantías. Así que, en un giro de guion tarantiniano, Gute Mejide decide cargarse a sendos candidatos para sorpresa del público. Ni Anders Carlson, ni Greg Joseph serían de la partida.

Aunque la muestra es pequeña, podemos observar como los principales problemas de Anders Carlson eran la efectividad al efectuar tiros de más de 40 yardas y la eficiencia a la hora de convertir puntos extra. En una sola temporada ha fallado 3 puntos extra menos que McManus en toda su carrera (9). Si hablamos de Brayden Narveson, la muestra es todavía más pequeña (apenas 6 partidos), pero podemos comprobar como la precisión a partir de la media distancia era su talón de Aquiles, mostrándose infalible en la conversión de puntos extra. Brandon McManus nos presenta unos registros brutos similares a los de Mason Crosby pero con la particularidad de que Brandon es mucho más efectivo según aumenta la distancia de disparo. Además, se da la circunstancia de que McManus no ha fallado ni un tiro a palos ni un punto tras touchdown en los 4 partidos de playoffs que ha disputado. Si mantiene el nivel mostrado en Jaguars, podemos estar hablando de un lanzador que aporta seguridad al entrenador principal y que puede convertirse en una baza extra para el ataque al extender el rango de tiro efectivo para nuestros tiros de campo. Falta ver como se adapta a la tundra, pero habiendo jugado tantos años en Colorado, no parece que el frío o las condiciones climáticas vayan a suponer un problema para Brandon.

Desde un punto de vista salarial, McManus viene de firmar un contrato de 3,6M con los Commanders, y es de esperar que firme por los Packers un contrato de alrededor de 1,2~1,5M por lo que resta de temporada. Es decir, un poquito más del salario mínimo para un jugador en su escala. Como quedan 12 semanas de competición, esto supondría un coste real de unos 800.000~1.000.000$.

Pero no todo iba a ser de color de rosa en este movimiento. McManus fue despedido fulminantemente en Junio de este mismo año por los Commanders tras conocerse que había sido acusado de agresión sexual. La franquicia no podía permitirse otro escándalo de esta índole después de todo el asunto que supuso la venta obligada del equipo y la expulsión de su propietario, Dan Snyder, que fue castigado además con una multa de 60M en 2023. La denuncia fue interpuesta en Mayo por dos de las auxiliares del vuelo charter que trajo de vuelta desde Londres a los Jaguars, su anterior equipo, tras disputar su partido internacional contra los Falcons en Octubre del año pasado. Las denunciantes acusan a Brandon McManus de un comportamiento inapropiado, realizando tocamientos y restregones en evidente estado de embriaguez, que les produjo un estado de ansiedad, angustia, estrés emocional, vergüenza y humillación. Su abogado Tony Buzbee, el mismo que el del caso contra Deshaun Watson, intentó llegar a un acuerdo prejudicial con los Jaguars sin éxito, y se vio obligado a solicitar una vista pública reclamando una indemnización para sus clientes de 1M.