Crónica: W14 – Packers vs Bears

Clima muy frío en Green Bay, nueve bajo cero ojo, no nos llaman The Frozen Tundra por nada, pero ánimos muy calientes en Lambeau Field. Los odiosos Bears llegaban a la ciudad dispuestos a extender su racha de victorias a costa de su máximo rival. Unos desconocidos Bears que no se veían a primeros de Diciembre con un récord semejante desde que en 2018 Matt Naggy se estrenaba en el cargo y Trubisky comandaba las operaciones sobre el terreno de juego. Estos Bears del también novato Ben Johnson basan su juego en percutir una y otra vez por tierra de una manera ultra eficiente. Priorizando el juego por tierra los Bears logran dos cosas. Por un lado, consiguen minimizar los lanzamientos alocados de Caleb Williams y por el otro controlan el reloj de posesión según sus intereses para llegar vivos a los finales de partido. Es en este aspecto donde los Bears de Johnson y Williams se vuelven peligrosos, pues se han destapado como unos especialistas en ganar partidos apretados en el último cuarto.

Por parte de los locales, Jayden Reed vuelve a formar parte del 47 después de meses de recuperación. No se espera que su participación sea muy amplia, pero sí que puede darnos una buena medida de lo que ofrecerá el ataque en un par de semanas cuando se pueda contar tanto con Christian Watson como con el propio Reed. Jordan Love, que ha cuidado el balón increíblemente bien esta temporada, y Josh Jacobs, lo mismo, tendrán que estar muy atentos para no caer en pérdidas de balón innecesarias que puedan cambiar el signo del partido. La defensa de Dennis Allen depende de esas entregas no deseadas para mantener al ataque rival fuera de juego y es una faceta que se les da especialmente bien, liderando la liga con 17 recuperaciones. Si minimizamos las pérdidas y no cometemos errores propios, el equipo podría devolver la afrenta del año pasado.

Primer cuarto comenzaba con mucha tensión para ambos equipos, y como es tradición en Green Bay esta temporada, la defensa iba a anular completamente al ataque rival permitiendo a los Bears disfrutar de unas buenas 3 posesiones en las que lograrían avanzar la friolera de 10 yardas. Williams lo intentaba por aire, pero la defensa se anticipaba a sus pases en parte gracias a que la presión obligaba al joven jugador a escapar de su zona de protección y lanzar fuera de plataforma en jugadas rotas. A punto estuvo de llegar la primera recuperación de balón en una de estas jugadas. Caleb lanzaba el balón hacía el lado derecho, donde su tight end Colston Loveland corría una ruta hacia el exterior del campo. Loveland atrapa el balón ante la presencia de Nixon, pero Williams, Evan no Caleb, mete la mano, fuerza un fumble y se hace con el control del balón del balón justo antes de que le cayese encima la clásica pila de jugadores de ambos equipos. Los árbitros dictan que, a pesar de la acción de Williams, habían sido los atacantes de los Bears los que habían recuperado el ovoide, obligando a Matt LaFleur a lanzar el pañuelo rojo. La jugada se revisa y, efectivamente, Williams había recuperado el balón. Sin embargo, en la revisión de la jugada aprecian que Loveland no había completado el pase, por lo que a pesar de darle la razón a LaFleur, la posesión seguía siendo de los Bears.

El ataque de Packers estaba sobre aviso. Mucho cuidado con rifar balones que el equipo que está enfrente son los mejores de la liga aprovechándolos. Con esta clara directriz en mente, comenzó la primera posesión del ataque. Empleando un esquema de jugadas mucho más heterogéneo que en tramos anteriores de la temporada, tanto Jacobs con sus carreras como Love con sus pases hacían avanzar al equipo con relativa facilidad por el campo. Un pase de 10 yardas por aquí, una carrera de otras 10 por allá, mucho tesón y el equipo se planta en territorio enemigo para afrontar la que sería la última serie de oportunidades de una posesión más propia de semanas pasadas. Una primera carrera corta de Wilson daba paso a una jugada en la que la línea ofensiva era incapaz de contener a Montez Sweat. Love intentaba escapar retrocediendo más de la cuenta hasta que Sweat le caza por su lado ciego para una pérdida de 14 yardas. En el tercer intento y con 19 yardas por delante, se adivinaba un pase profundo. Dicho y hecho, Love lanza un pase horrible sin la dirección ni la fuerza adecuados que buscaba a ¿Matthew Golden? pero que caía plácidamente en las manos de Gardner-Johnson. La interceptación era el broche para una serie de jugadas que sacaba a relucir todos los defectos de este ataque.

No habría mucho más football en este primer cuarto dominado por las defensas ante unos ataques inoperantes y que ofrecía un balance de 4 despejes, 1 interceptación para un empate a 0 en el luminoso.

La verás, pero no la catarás - packers.com
La verás, pero no la catarás - packers.com

Con el cambio de campo llegaría el cambio de actitud en el equipo de casa. El equipo buscaba establecer un juego de carrera solvente con el que poder jugar al despiste y asestar profundas puñaladas por aire. Jacobs sembraba esas dudas iniciales con potentes carreras de más de 5 yardas incluso en terceras oportunidades. Por este motivo, cuando en el segundo tercer down de la posesión, LaFleur emplea una formación Jumbo metiendo a Kinnard como falso tight end, la defensa se centra en Jacobs dejando desguarnecidas las espaldas de la línea defensiva para que Josh Whyle aproveche el espacio disponible, reciba, y corra en ventaja física. 21 yardas en una muy buena jugada de pura pizarra que situaba a los Packers en las cercanías de la frontera de la end zone rival. La duda ya estaba sembrada, ahora había que explotarla. Kinnard vuelve a saltar al campo, pero en esta ocasión la defensa llega mejor a la presión y no da tiempo a Love para soltar el brazo, cosa que si sucedería en la siguiente. En esta ocasión, la línea mantiene el pocket despejado y compra todo el tiempo necesario para que Watson corra su ruta y gane la separación justa. Love identifica fácilmente la ventaja y lanza un bonito pase a las manos del receptor para que, entre ambos, el equipo sume sus primeros puntos de la noche.

Los Bears se veían obligados a dar la respuesta si no querían descolgarse del partido a las primeras de cambio. Lo intentarían como mejor saben hacer, corriendo con el balón. Sin embargo, la defensa quesera estaba preparada para frenar sus acometidas y forzaba terceras oportunidades que se salvaban gracias a la increíble elusividad de Caleb Williams. En estas estaban cuando iban a recibir el primer regalo por parte de la defensa. Una carrera corta de Kyle Monangai encauzaba la posesión a un 2ª y 8 cuando los árbitros lanzan un pañuelo amarillo. En un exceso de agresividad no contenida, Nixon había agarrado de la rejilla y empujado contra la misma al DJ Moore en una acción prolongada que no pasó inadvertida para los árbitros. Superada esta adversidad, los Bears siguieron ejecutando jugadas de carrera con menor beneficio del esperado. Superado un primer 4º down en la 39 de Green Bay llegaría la siguiente penalización defensiva que daba aire al rival. En la enésima jugada de carrera de Monagai, Luther Burden III tenía como objetivo bloquear a los defensores de su lado izquierdo. Tras obstaculizar levemente a McDuffie, Burden corre a bloquear a Nixon. Se produce un enganchón entre los dos que deriva en una pequeña trifulca. Burden vuelve a agarrar del cuello a un Nixon que no se amilana y se quita de en medio la amenaza de un manotazo. Los árbitros se cobran esta última acción con 15 yardas por dureza excesiva de Nixon y los Bears se trasladan automáticamente hasta la end zone de Green Bay. LaFleur tiene que sentar a Nixon para calmar los ánimos en lo que queda de posesión. Pero este equipo es como una gran familia, y cuando uno de sus miembros cae, el resto responden por él. Y así, lo que prometía ser el empate de los Bears acabó transformándose en un tiro a palos de 33 yardas convertido por Cairo QueNoMeBloqueen Santos.

El ataque olía sangre, no obstante, la posesión de los Bears había sido tan larga que les dejaba con poco menos de minuto y cuarto para anotar. Les sobraron 38 segundos. Santos ejecuta un saque horroroso que bota por todo el campo facilitando las cosas para un ataque que partiría desde la yarda 40. No siempre van a ser nuestros equipos especiales los que regalan yardas al rival. Una primera carrera corta de Jacobs (¡Chupito!) daba paso a una bonita atrapada de Musgrave para 12 yardas. Hacía falta un poquito más para asegurar el field goal. Love lo intentaría una vez más, pero los receptores están bien cubiertos por la secundaria rival y el checkdown resultante cae al suelo. En ese momento llegaría la magia. La línea contiene la presión, Love retrocede y otea el horizonte. Reed y Melton corren un par de rutas cruzadas, aunque a diferente nivel. La defensa se centra en Reed y deja en un uno contra uno a Melton contra Brisker. El diseño de la jugada era bueno y Bo Melton lo convierte en perfecto generando la separación necesaria gracias a su velocidad. Love arma el brazo y lanza una bomba de 55 yardas, 45 desde la línea de scrimmage, que el propio Melton baja del cielo en la zona de anotación de los Bears ¡Touchdown Packers!

Semejante jugada había dejado noqueados a los Bears. El primer pase de 11 yardas de Williams no fue más que un espejismo. Hafley también sabe diseñar jugadas, y tenía preparada una muy especial para la ocasión. Empleando a esa fuerza de la naturaleza llamada Micah Parsons en una carrera exterior fuerza a Williams a escapar hacia el interior, lugar en el que un preparado Enagbare está esperando para cazarle. ¡Sack! Los dos rushers habían partido en rutas similares desde el mismo lado de la línea poniendo en conflicto a la ofensiva en una preciosa jugada. Las 9 yardas perdidas ponían muy difícil a los Bears alcanzar siquiera una distancia plausible de tiro a palos lo que les obliga a despejar. Con este despeje, los Bears ponían punto y final a esta primera parte. 14 a 3 para los Packers, una diferencia de 11 puntos a favor que bien podrían haber sido más visto el dominio de la defensa y el ritmo del ataque. Solo los clásicos errores auto infligidos del equipo permitían a los Bears conservar algún pequeño halo de esperanza.

Sangre, sudor y touchdown - packers.com
Sangre, sudor y touchdown - packers.com

El partido estaba saliendo a pedir de boca para la afición presente en Lambeau Field. El ataque castigaba las debilidades del rival y la defensa dominaba la principal arma del contrario. Sin embargo, estos Bears también juegan al football y tienen un plan de juego muy establecido que les está aupando hasta lo más alto de la división esta temporada. Correr con el balón, limitar los zarpazos de Williams y controlar el reloj. Pero primero tenían que recuperar el balón. No tardarían mucho en hacerlo. Un pocket colapsado, una carrera a ninguna parte y una bomba inofensiva significaban el primer 3 y fuera del partido para Packers en apenas un minuto de posesión.

Una falta de Orzcech, sí, los long snappers también cometen faltas, permitía a los Bears partir desde la yarda 36: Fieles a su plan, Monangai iba mermando la línea defensiva con sus carreras mientras Williams se mostraba al mundo como un auténtico escapista logrando conectar pases tras escapar de la presión por su lado derecho. Es precisamente en una de estas «Fugas de Logan» cuando consigue conectar el pase más largo de la noche hasta ese momento, 26 yardas, con Cole Kmet. El pase no solo metía en la red zone a su equipo, sino que servía también para que sus tight ends, uno de los objetivos preferidos del bueno de Caleb, comenzasen a entrar en juego. D’Andre Swift daba un respiro a Monangai y tres carreras de medio yardaje después los Bears disfrutaban de una serie de oportunidades para anotar desde la yarda 1 de Green Bay. Y al contrario de lo que se suele decir, a la primera fue la vencida. Caleb Willilams lanza un complicado pase escapando en carrera hacia el lateral derecho de la zona de anotación para que Olamide Zaccheaus realizase una no menos complicada recepción ante la que poco pudo hacer Nixon. Touchdown Bears. Lejos de conformarse con el extra point, Johnson decide ir a por todas. Monangai percute por el centro y logra los dos puntos. Del 14 a 3 pasamos al 14 a 11. Comenzaba el intento de remontada de los ositos.

A pesar de la jugada de 8 puntos, los Packers seguían por delante en el marcador y necesitaban dar la respuesta para colocarse a dos anotaciones de distancia que relajarían los ánimos del rival. En la primera jugada, un viejo conocido que volvía a casa protagonizaba una carrera lanzada por el lado derecho para una ganancia de 15 yardas ¡Cómo echábamos de menos las Cheese Sweeps de Jayden Reed! Jacobs se encargaba de percutir en las siguientes jugadas con diferente éxito situándose el equipo en 3º y 3 en la yarda 41 de Chicago. Dennis Allen anticipa una jugada de carrera y manda a 10 jugadores a la línea de scrimmage dejando a 1 único safety muy retrasado para cubrir la retaguardia (cover-1). Love ejecuta el play action a la perfección e inmediatamente busca con la mirada a los receptores alineados en la zona derecha. En ella, Jayden Reed arrastra a un defensor hacia e exterior mientras Romeo Doubs hace lo propio con su defensor asignado. Todos estos movimientos vuelven a dejar un emparejamiento favorable en uno contra uno para un Christian Watson que ejecuta una sencilla ruta hacía el interior (slant) tras superar con facilidad a Gardner-Johnson. Como la situación demanda, Love conecta un pase rápido con Watson que corre sin oposición hacia el fondo del campo. Para colmo de males, o de alegrías, Kevin Byard II había caído en cobertura ante la amenaza en profundo de la Go de Romeo Doubs. Watson pisa el acelerador y hace imposible cualquier intento de los defensores rivales de tratar de alcanzarle. ¡Touchdown! Un sencillo pase de 7 yardas se había convertido en un touchdown de 41 gracias a un buen diseño de rutas, un juego de carrera amenazante y la velocidad explosiva de Christian Watson.

La respuesta de Chicago no se hizo esperar alentados por un mal saque de McManus que les situaba en la yarda 40. Williams conectaba una vez más en scramble con Kmet para 16 yardas antes de conectar una vez más con Burden para otras 18. En cuestión de apenas 3 jugadas y un error de los equipos especiales, los Bears se situaban en la yarda 23 de Green Bay con tres minutos y medio de reloj por delante. Los Bears iban a iniciar la serie de jugadas tratando de sorprender a la defensa corriendo con Burden, pero su carrera apenas logra recortar 3 yardas. En la siguiente jugada, Nixon inicia su camino a la redención anticipando el pase lateral de Williams y derriba a DJ Moore antes incluso de que éste pudiera hacerse con el balón. En el importantísimo tercer intento, Williams vuelve a escapar de la presión por su lado derecho pero esta vez la defensa cubre bien a Loveland forzando el pase incompleto de un Caleb Williams que se estaba transformando en el mismísimo Harry Houdini. En 4ª y 7 Johnson prefiere coger los puntos y aplazar sus opciones de ponerse por delante en el marcador para más adelante. Cairo Santos convierte un sencillo field goal de 41 yardas reduciendo la diferencia entre ambos equipos a 7 puntos.

Una serie de jugadas poco inspiradas suponen el segundo tercer y fuera del partido para Green Bay. El equipo necesitaba defender con el balón para dar un respiro a una defensa cada vez más exhausta debido a las largas posesiones que los Bears estaban encadenando desde el segundo cuarto. A pesar de la ventaja el partido está bastante abierto y se encamina hacía un último cuarto con ambos equipos a una anotación de distancia. Justo como los Bears querían.

Saltando a la redención - packers.com
Saltando a la redención - packers.com

El cambio de campo apenas daba aire a una defensa que ya mostraba claras grietas contra el juego de carrera. Tanto Monagai como Swift encadenaban carrera explosiva tras carrera explosiva ante la que nada podían hacer los nuestros. Con el juego terrestre moviendo cadenas con aparente facilidad Williams apenas tenía que entrar en juego minimizando el riesgo y maximizando el consumo del reloj. La presión llegaba hasta el QB sin esfuerzo, pero Williams, un auténtico escapista de postín, siempre se las apañaba para eludir a cuanto jugador rival se aproximase a su posición incluso completando pases a mano cambiada (shovel). A un ritmo lento, pero seguro, el ataque de los Bears había logrado introducirse en la red zone de Green Bay, donde dispondría de dos series de intentos para completar su misión. En la primera serie, Williams no era capaz de encontrar un receptor abierto de garantías y lanzaba el balón fuera evitando el sack una vez más. Un intento de engaño del propio Williams infructuoso llevaba a su equipo a un 3º y 8 crítico. Un pase lateral por detrás de la línea era aprovechado por Burden que atravesaba la línea defensiva de Green Bay como un cuchillo para lograr el primero down y cuatro oportunidades más. Un scramble más que acababa en pase incompleto y otra carrera de Swift volvían a dejar al ataque en tercer down y a 1 yarda del empate. En una jugada muy bien diseñada que vendía una carrera por el lado izquierdo, Johnson consigue dejar en situación de tres contra uno al pobre de Ty’Ron Hooper en el lado contrario. Williams ejecuta bien la jugada ordenada por su entrenador con un sencillo pase para que Loveland suba 7 puntos más al marcador. Los Bears habían protagonizado la posesión más larga del partido, más de ocho minutos y medio a base de correr con el balón, 11 de 17 jugadas. 21 a 21 y ligeros nervios en Green Bay.

Quedando ocho minutos exactos de reloj, los Packers tendrían que dormir el partido si querían minimizar el tiempo del que dispondrían los Bears para la última posesión del partido. Además, estaban obligados a anotar para deshacer el empate. Todo dependía de ellos mismos. Es en este tipo de situaciones cuando los equipos campeones destacan sobre el resto. Lejos de las inseguridades del tercer cuarto, el equipo iba a realizar dos jugadas de alto yardaje para situarse de un plumazo en territorio enemigo. Una primera carrera de Jacobs les transportaba desde la 35 hasta la 46 propias mientras que un estupendo pase lateral atrapado por Jayden Reed sumaba otras 18 yardas de avance. Un mal saque, una carrera y un pase. Suficiente para que, con la tranquilidad que da traspasar la distancia de field goal, el ataque jugase un poco más pausado y evitase cometer un error que fuese definitivo para las aspiraciones de lograr la victoria. Este año Jacobs se está mostrando como un seguro de vida cuando quieres proteger el balón con garantías (1 fumble perdido en toda la temporada), así que nadie como él para cargar sobre sus hombros con tamaña responsabilidad. Una primera carrera corta de 2 yardas, seguida de otra un poco más larga de 12 dejaban al equipo en un complicado 3º y 2 en la 28 de Chicago. In Jacobs We Trust dicen en Green Bay, así que balón a las manos de JotaJota. En un primer momento regatea a un rival con un golpe de cadera y trata de buscar el hueco por el lado derecho cuando se abalanzan sobre el cuatro jugadores rivales. Jacobs se convierte en La Cosa, se agrupa y rompe el placaje de los cuatro rivales mientras un potentísimo Whyle borra de la ecuación al quinto defensor. Con el camino despejado Jacobs corre hasta que es placado 21 yardas después en la carrera de la noche. Simplemente impresionante. El mazazo recibido es demasiado por la defensa de Chicago y apenas tres carreras después encajarían el touchdown definitivo firmado por el propio Jacobs. El equipo había conseguido volver a distanciarse a 7 puntos de los Bears, pero todavía quedaban tres minutos y medio por disputar. El plan de Chicago funcionaba una vez más.

Son muchas las veces esta temporada que Caleb Williams ha tenido que comandar a su equipo en la última posesión para sellar la victoria de su equipo. No es una situación extraña para él, todo lo contrario, se encuentra muy cómodo bajo este tipo de presión. Esto es algo que iba a demostrar en las tres primeras jugadas. Errático durante toda la noche, Williams completaba un preciso pase 17 yardas por encima de McDuffie que Burden se encargaba de extender otras 10 yardas más ante el marcaje de Valentine. Después volvía a escapar de la presión evitando el sack y extendiendo una jugada rota. La primera vez sin suerte acabando su pase en el suelo completando en la segunda un pase de otras 24 yardas atrapado por Duvernay y defendido por McKinney. Chicago había logrado llegar al two-minute warning instalados en 1º y 10 en la yarda 23 de Green Bay. Nubarrones de prórroga asomaban por el horizonte. A la vuelta del tiempo muerto obligatorio, los Bears cambian de táctica y vuelven a percutir por tierra. La carrera les estaba funcionando a las mil maravillas y se juegan demasiado como para correr el riesgo de entregar el balón en un mal pase. Monagai intenta percutir por el centro, pero la línea defensiva se muestra sólida, doblándose, aunque sin romperse del todo. 2 carreras, 9 yardas permitidas. 3ª y 1, llegaba el momento decisivo del partido. Johnson ordena correr una vez más, pero la línea se impone de manera imperial denegando la yarda necesaria al corredor rival y obligando a los Bears a jugarse el partido a un todo o nada en 4ª y 1 desde la 14 de Green Bay. Comienza la jugada, Williams cambia la dirección del scramble hacía el lado fuerte de la jugada, el izquierdo en esta ocasión. En defensa, Nixon va a marcar desde la distancia, spy, a un DJ Moore en motion desde el lado derecho hacia el izquierdo. Mientras, Cooper, Williams y también Walker corren a la left flat para cubrir a un D’André Swift muy peligroso que se deja caer hacía ese lado a toda velocidad arrastrándoles con él. Por su parte, Valentine se queda en tierra de nadie fijando su atención tanto en DJ Moore como en Olamide Zaccheaus, siguiéndoles con la mirada. La jugada está en marcha y nadie se había percatado de la ruta left corner que Kmet estaba siguiendo completamente solo. El miss match estaba servido. Los Bears tenían el touchdown al alcance de la mano. Williams identifica sin problemas la ventaja y lanza un pase sencillo directo a las manos de Kmet. Solo un milagro podía evitar el touchdown de los Bears… pero ese milagro tiene nombre y apellidos. Se llama Robert Poulson Keisean Nixon. En lugar de quedarse con su asignación inicial, DJ Moore, Nixon identifica la amenaza de Kmet y corre raudo y veloz a cubrir la ruta corner del tight end. Ni Williams ni el propio Kmet se percatan de la presencia del jugador, que, saltando, consigue atrapar el balón sellando así el destino del partido y firmando su completa redención ¡Victoria para Packers!

En el grupo de Telegram (¡Apúntate!) comentaban los compañeros que Jordan Love es una especie de androide, que se mantiene impasible ante el error de un mal pase o al éxito de una jugada explosiva. Ciertamente, es una de sus señas de identidad, como también lo es su capacidad de escuchar, aprender y mejorar debido a su escaso ego. Esto último le permite aprender de sus errores, y aunque el proceso no sea instantáneo, esto es football no el Nesquik de por las mañanas, sin duda está ahí. Hace unos años, Love aprendió a cuidar mejor el balón. ¿Este? A soltarlo rápido cuando la presión se cierne sobre él. La inestabilidad de la línea le ha obligado a tener que mutar su juego par asolar el balón más rápido cuando vienen mal dadas y aunque le ha costado algunos partidos desarrollar esta nueva habilidad, ahora es capaz de firmar números como los del Domingo pasado. 9 pases completados de 12 intentados para 171 yardas, 3 touchdowns y rating cuasi perfecto de 156,3 contra el blitz de Bears. Poca broma.

Si hay un jugador que permite a Jordan Love semejantes números ese es Christian Watson. Después de sufrir una devastadora lesión, lejos de dejarse ir y recuperarse lentamente durante esta temporada, Watson se puso a trabajar muy duro para poder jugar este año. Su retorno fue celebrado por todos nosotros, recuperábamos nuestra amenaza profunda y nos sobreponíamos a la dura baja de Tucker Kraft. Muchos esperábamos una mejoría en el juego de ataque, lo que no esperábamos es que Watson iba a volver no solo recuperado de su lesión, sino mentalizado para luchar por cada balón, como ha estado luchando contra su lesión durante toda la pretemporada. Watson da una profundidad al juego de Green Bay que no aporta ningún otro receptor de la plantilla. Desde su retorno, Watson ha logrado 5 touchdowns, 18 yardas por recepción, un rating de 135,1 para el QB que le pase y todo ello recibiendo pases desde una distancia media de 18,5 yardas. No es que Watson estire el campo, es que cuando está en el campo, da igual a qué altura, las defensas rivales pivotan hacia su área de influencia, dejando vías libres que pueden ser aprovechadas por sus compañeros. Ya no se trata solo de explotar la Go, ahora es capaz de participar a cualquier nivel. Sirva su touchdown del tercer cuarto como ejemplo ilustrativo.

En el apartado defensivo vamos a hablar de, como no podía ser de otra manera, Keisean Nixon. Medir menos de metro ochenta y tener que enfrentarte todos los fines de semana contra jugadores muy superiores físicamente bajo el escrutinio constante de aficionados y medios no tiene que ser nada fácil. Nixon gestiona esta situación de inferioridad y tensión a base de agresividad pura y dura, tanto en su juego, como, en ocasiones, cuando la jugada ya ha terminado. Es normal ver a Nixon, y a Valentine, pasado de vueltas y enzarzarse en disputas absurdas con jugadores contrarios que mantienen su empuje personal pero que son perjudiciales para el equipo. En el partido del pasado Domingo, esta actitud tuvo un coste directo de 3 puntos que bien pudieron ser 7, debido a dos penalizaciones innecesarias cometidas por el jugador. La primera convirtió un 3ª y 8 en un 1º y 10 por poner las manos donde no debe, mientras que en la segunda cae en la trampa de Luther Burden convirtiendo un 2ª y 9 en la 33 de Green Bay en un 1º y 10 en la 18 y teniendo que ser sentado en el banquillo durante un par de jugadas para que reflexionase. Por si fuera poco, era el jugador encargado de cubrir a Olamide Zaccheaus en el primer touchdown de los Bears. No obstante, cuando el partido se puso serio, Nixon dio la cara como el que más revertiendo las malas sensaciones exhibidas en la primera mitad. Primero impidiendo a DJ Moore atrapar un pase en una 2ª y 7 en la última posesión de Chicago en el tercer cuarto. Segundo, firmando la jugada clave que sellaba la victoria de Green Bay, una interceptación preciosa en la que Nixon, interpretando el devenir de la jugada abandona su asignación inicial para cubrir al hombre libre, Cole Kmet. Primera interceptación del año para los cornerbacks y 16 pases defendidos en lo que llevamos de temporada, segundo de la NFL, para el bueno de Nixon.

A nivel general, el partido se ha desarrollado de manera análoga al de la semana pasada. Una primera parte en la que el equipo ha dominado al rival y una segunda parte en la que no se ha encontrado una respuesta a los ajustes del rival pero que se salva en la última posesión. Cuesta cerrar partidos. En cualquier caso, buen partido, buena victoria ante un rival en racha y buena primera bofetada de realidad de Matt LaFleur a su homónimo en los Bears que venía a ganarnos dos veces al año.

Próxima estación, Denver Broncos en Mile High. Un rival complicado, una defensa muy rocosa y una racha de diez victorias consecutivas en una competición donde nadie regala nada. Nuestra línea ofensiva va a ser clave para poder mantener al equipo en el partido ante el mejor pass rush de la liga. Un pass rush que logra cazar al QB 4,23 veces por partido y que de mantener esta media podría meterse de lleno en el selecto club de defensas legendarias con más de 70 sacks en un año. Jordan Love tendrá que estar muy atento y explotar su recién adquirida habilidad contra el blitz.

GPG y QSJLB!

¿Dónde está Watson? Sólo en Lambeau Field - packers.com
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Germán de la Puente