La primera en la frente

Llega el primer partido de la temporada y con él se pone fin a la habitual travesía por el desierto que puede suponer para el aficionado a la NFL la offseason. Atrás quedan el draft, el mercado de fichajes o las listas de pelis y docus que amenizan el hiato entre temporadas que convierte a la NFL en un deporte tan especial.

Primer partido, y primera derrota. Y si con una primera victoria no somos candidatos a ganar la Super Bowl, con una derrota no hay que desanimarse. Es el principio de la temporada, los nuevos jugadores tienen que acoplarse y, como es el caso de los Packers, también tienen que adaptarse a un nuevo sistema defensivo. No conviene sacar conclusiones precipitadas, pero sí que se pueden analizar varios detalles que marcaron el devenir del primer partido.

Brasil, tierra de fútbol y ahora también de football. No deja de sorprender que en una competición tan altamente especializada como lo es la NFL, nadie hubiese comprobado el estado del césped antes del inicio del partido. Un césped que se encontraba en buenas condiciones para la práctica del fútbol, pero no así para soportar las arremetidas de gladiadores de más de 140 kilos durante 60 minutos. Resbalón fue la palabra más escuchada en las retransmisiones. Y es que hasta que los utilleros no cambiaron los tacos de las botas por unos más profundos, los jugadores parecían estar, por momentos, deslizándose por el césped de manera literal. Con los nuevos tacos vino un agarre más firme, y con el agarre más firme vinieron los desconchones, los agujeros y demás penurias que bien podrían haber provocado alguna lesión importante. A pesar del césped, el partido pudo desarrollarse con cierta normalidad, y ambos equipos disfrutaron de un ambientazo en el estadio.

Espera que le doy con el cepillito - Getty Images
Espera que le doy con el cepillito - Getty Images

En lo meramente deportivo, los Packers tuvieron un inicio de partido muy prometedor por parte de la defensa. A un primer despeje, le siguió una interceptación conseguida por nuestro Mónica Naranjo particular, Xavier “Maquinón” McKinney que nos devolvía la posesión del ovoide. En la siguiente posesión de los Eagles, una falta de entendimiento entre Cam Jurgens y Jalen Hurts provocaba una jugada de esas en las que nadie quiere ser el protagonista, para alegría de Wyatt que se hacía con la posesión en la yarda 13 de Philadelphia. La defensa estaba atenta y había conseguido con algo de suerte dos pérdidas de balón del contrario.

Y aquí llegaba una de las claves del partido. Sendas pérdidas no fueron aprovechadas por el ataque, que se vio incapaz de alcanzar la zona de anotación rival. Lastrados por varios pañuelos amarillos y unas jugadas poco imaginativas, lo cierto es que Green Bay solo consiguió sumar 6 puntos (2 tiros de campo) desaprovechando la posibilidad de colocar el 14 a 0 en el marcador. Al final del partido se echarían de menos estos puntos, porque ya se sabe que cuando te enfrentas a un equipo tan bueno como los Eagles, si les perdonas lo acabas pagando.

En el segundo cuarto se vivió un festival por parte de los ataques, anotando entre los dos equipos la friolera de 30 puntos. Todo un intercambio de golpes entre los Packers y los Eagles, en el que a cada anotación del equipo rival se respondía con contundencia anotando en muy pocas jugadas, con acciones verdaderamente espectaculares por parte de ambos. Una delicia para el espectador. Al finalizar el primer tiempo, 19 a 17 a favor de Packers, pero con la sensación de que se habían perdido por el camino 9 puntos que hubiesen allanado la senda hacia la victoria final.

Otras de las notas positivas de esta primera mitad las pusieron Jaylen Reed, que se une a Zeke Elliot y a Herschel Walker en la lista de jugadores que consiguen un TD de 70 yardas de recepción y otro de 30 de carrera en los últimos 40 años, y Jordan Love que completó un pase de TD de 70 yardas lo que supone el más largo de su corta carrera. Hito importante porque el año pasado Jordan no superó la barrera de las 40 yardas en ninguno de los 32 TD logrados (primera vez en la historia), registrando sus mejores números por debajo de las 10 yardas (18TD, 1INT, 100,9 QBR) pero cayendo a medida que aumentaba la distancia (entre 10 y 20 yardas: 14 TD, 10 INT, 87,1QBR; entre 20 y 30 yardas: 6 TD, 4 INT, 90,8 QBR; entre 30 y 40 yardas: 2 TD, 2 INT, 77,7 QBR). Con este TD Jordan empieza a demostrar que también tiene el brazo y la confianza para poder ser una amenaza en profundo.

Baun, ¿Tú no serás pariente del tipo de los electrodomésticos? - Imagn Images
Baun, ¿Tú no serás pariente del tipo de los electrodomésticos? - Imagn Images

Al inicio de la segunda mitad seguía el intercambio de golpes hasta que se terminó el festival anotador con varios despejes consecutivos y un pase interceptado especialmente feo cometido por Jordan Love en un pase por el centro que recordó a los peores momentos de la temporada pasada. Y es que cuando la protección de la línea falla y Jordan se ve forzado a actuar con rapidez por la presión, sus prestaciones bajan drásticamente de 28 TD, 9 INT y 102,4 de QBR a 4 TD, 2 INT y 75,6 de QBR. En los próximos partidos, la línea tiene que asentarse para comprar el tiempo necesario para que nuestro QB no se vea comprometido a rifar el ovoide. Los Eagles, ellos sí, aprovecharon el regalo para subir 7 puntos al marcador cambiando la tendencia del partido a su favor. El remate vendría al final del tercer cuarto cuando nuestro nuevo lanzador, el novato Bryan “Nerviosón” Narveson estrelló contra el palo un lanzamiento aparentemente sencillo de 43 yardas que dejaba el marcador en 26 a 31 favorable para los Eagles y con la posesión en el cuarto decisivo. A estas alturas del partido se habían desvanecido 12 posibles puntos.

Siguiendo con la tendencia de más a menos, los Packers afrontaron un último cuarto sin la inercia necesaria para cambiar el signo del partido, aunque dispusieron de varias oportunidades para lograrlo. La defensa volvía a dar la cara gracias a nuestro díscolo Jaire Alexander, que supo leer un mal pase de Jalen Hurts haciéndose con la posesión del football. Parecía que había un rayo de esperanza y los aficionados soñaban con la remontada, pero a partir de este momento se ponen de relieve varios de los defectos ya clásicos en la franquicia.

Final de conferencia de 2021, los Packers se encuentran 8 puntos abajo, a falta de 2 minutos para el final, en la yarda 8 de los Bucs cuando Matt LaFleur sorprende a propios y extraños jugándose un Field Goal en lugar de tratar de anotar un TD en 4º down. Confió en poder parar a Brady, Gronk y compañía, pero Rodgers no regresó al campo y los Bucs ganaron el partido (y la Super Bowl) en una de las eliminatorias recientes más amargas que se recuerdan, o que se eliminan voluntariamente de la memoria, depende de cada uno. Al finalizar el partido LaFleur dijo “¡Nunca mais!”. Hasta el Viernes pasado que se estrenó la secuela. Los Packers, 5 puntos abajo, en la yarda 8 de los Eagles, y 4º down con casi 8 minutos por jugar. Las estadísticas en ese momento dicen que si intentas un TD en lugar de asegurar un FG tus posibilidades de victoria en el partido aumentan de un 25 a un 32%, y si lo consigues pasas de un 26 a un 51%. Pero LaFleur, como todo hombre, tropezó dos veces en la misma piedra sacando a Love para que Nerviosón anotase el tiro de campo que nos ponía 2 puntos por debajo.

Mejor corramos un (es)tupido velo... - Associated Press
Mejor corramos un (es)tupido velo... - Associated Press

Con el football en su poder, los Eagles administraron el reloj de manera ejemplar, prolongando la posesión todo lo posible, con la fortuna de verse beneficiados por varios pañuelos amarillos (10 para 71 yardas en total, aspecto muy mejorable) todo hay que decirlo. Es aquí cuando se pone de manifiesto otro de los defectos de LaFleur como es la gestión del reloj y los tiempos muertos. A escasos 10 segundos para el 2-Minute warning (el tiempo muerto de las televisiones), Matt desperdicia uno suyo. Gana 10 segundos, pero pierde 30. La defensa se muestra incapaz de detener a Brady Hurts, fumble incluido, y a los Eagles consiguen agotar una posesión de 7:25 anotando el FG que les distanciaba a 5 puntos de los Packers.

Quedando 27 segundos por jugar, se manifiesta el último de los problemas. Los equipos especiales. Este año se han penalizado los touchbacks cinco yardas, por lo que en caso de que tu equipo vaya perdiendo el partido y quede poco tiempo por jugar, lo lógico en esta situación es hincar la rodilla, parar el reloj y tratar la heroica desde tu yarda 30. Lógico para todos menos para nuestro retornador estrella, Nixon, que en un ejercicio de juanpalomismo intentó avanzar con el balón en una suerte de “yo contra el mundo” que acabó con el ataque partiendo de la yarda 16 y 5 segundos menos.

Pero lo peor estaba por llegar. En la siguiente jugada, una acción muy fea por parte de Jalen Carter, que apresa la pierna izquierda de Love y deja caer su cuerpo encima, acaba con nuestro joven quarterback lesionado y teniendo que salir del campo ayudado por los auxiliares. Las repeticiones no auguran nada bueno y aunque se habla de que ha salvado una posible rotura con un esguince del ligamento lateral interno, habrá que esperar al parte médico del equipo y de nuestro @medicofantasy para conocer los plazos de recuperación, pero no pinta bien. Despertamos del sueño y puede que nos metamos en una pesadilla.

A estas alturas el partido era lo de menos, pero aún quedaba tiempo para que nuestro nuevo QB suplente, Malik Willis NO intentase un Hail Mary. Al final, derrota con sabor amargo, tanto por las sensaciones del equipo como por la lesión de Love.

La nueva defensa de Hafley se ha mostrado en varios tramos del partido mejor que el año pasado frenando el juego de carrera, protegiendo la zona profunda del campo y recuperando balones, aunque un equipo que permite 34 puntos y más de 400 yardas no tiene mucho futuro. Los equipos especiales tienen que dar un paso adelante para cerrar los partidos ajustados y LaFleur tiene que mejorar con las jugadas elegidas, implicando más a sus mejores jugadores, así como gestionar mejor los tempos del partido.

Sin embargo, nuestro equipo de receptores ha demostrado tener mucho talento, y va a ser muy divertido de ver durante este año. Tenemos varios tipos de receptores, que pueden correr varios tipos de rutas y que van a aportar mucha variedad a nuestro ataque. Los novatos han rendido a buen nivel, tanto los que han llegado vía draft, como Bullard por ejemplo, como por la agencia libre como McKinney o Jacobs. Un Jacobs que ha sabido rehacerse en la segunda mitad del pobrísimo rendimiento ofrecido en la primera y que tiene un buen recambio en Emanuel Wilson.

Como decíamos al principio, solo es el primer partido, y una temporada de NFL da para muchas narrativas. Esperemos que los Packers tengan la capacidad de analizar sus debilidades, la fortaleza para sobreponerse y consigan una temporada ganadora que nos permita a los aficionados soñar con un pase a los playoffs.

¡Me he hecho pupita Tom! - Associated Press
¡Me he hecho pupita Tom! - Associated Press

Germán de la Puente