Con todo el proceso de selección ya finalizado, las plantillas encaran la pretemporada tratando de juntar el mayor talento posible dentro de los 90 jugadores (91 si incluimos a los jugadores procedentes del IPPP) que permite el actual convenio. Los movimientos que se producen en esta fase del año footbalístico no suelen copar titulares con fichajes de relumbrón, sino que se trata de una simple acumulación de talento al menor precio posible. Uno de esos fichajes se produjo hace un par de semanas con la incorporación al equipo de Isaiah Simmons procedente de los New York Giants, dejando salir por el camino a Leonard Payne. Todo un número 8 del draft de 2020 recala en el equipo más quesero del panorama internacional.
Natural de Omaha (Nebraska), Simmons mide 6’3″ (unos 192cmts) y pesa 238lb (unos 108kg). Un físico envidiable ideal para la práctica del football que le llevó a cursar sus estudios en la Universidad de Clemson, SC. En su primer año con los Tigers, Simmons trata de hacerse un hueco jugando como safety, pero tras un par de temporadas con una participación limitada, decide adelantar su posición en la retaguardia jugando como linebacker por el lado fuerte (Sam). Tras un primer año de adaptación a la posición, Simmons logra la excelencia en 2019 cuando se corona como el mejor linebacker del año al ganar el trofeo Butkus Award. Al finalizar su periplo universitario, Simmons presentaba una tarjeta con 28,5 placajes para pérdida de yardas, 10,5 sacks, 22 pases defendidos, 4 pases interceptados y 5 balones sueltos forzados. En las pruebas atléticas y en el Senior Bowl, Simmons demostró una capacidad atlética fuera de serie para un jugador en su posición (LB) al registrar 4,39s en las 40 yardas (Matthew Golden logró 4,29) o 39″ (casi un metro) de salto vertical. Su RAS (Relative Athletic Score) se elevaba hasta el cuasi perfecto 9,97, el 7º mejor desde 1987.
Si sumamos su evolución universitaria, su espectacular último año y sus medidas en las pruebas físicas, se puede comprender la expectación que levantaba el jugador en las jornadas previas al draft de 2020. Y Simmons no defraudó al salir elegido en primera ronda con la octava elección global por los Arizona Cardinal. Quienes dejaron pasar a jugadores como Tristan Wirfs, Jerry Jeudy, CeeDee Lamb, Justin Jefferson, Patrick Queen, Jordan Love o Xavier McKinney entre otros.
¡Menudo draft el de 2020!
Simmons presentaba un conjunto de habilidades que le convertían en un jugador muy versátil, que podía jugar tanto de safety como de linebacker o slot cornerback, defendiendo jugadas de carrera o pase, pudiendo acosar al QB rival por fuera o pegado a la línea y con una talento innato para frenar QB con tendencia a la carrera. Incluso se le daban bien los equipos especiales. Un comodín, o navaja suiza, con un RAS muy elevado al que se le presuponía un techo muy alto avalado por su último año universitario. Sin embargo, Simmons también adolecía de los instintos necesarios para jugar cerca de la línea defensiva lo que provocaba que fallase asignaciones o marcajes. Además, toda esa versatilidad ya comentada se restringía a los alrededores de la línea defensiva, siendo habitual ver al jugador posicionado en la linea, en la caja o en el slot la mayoría de las veces (84,6%). Mala combinación, pero que no impidió a los Cardinals apostar por el jugador esperando corregir sus problemas de lectura y utilizarlo en las jugadas defensivas, cada vez más populares, en las que se disfraza el blitz pre y post snap.
Durante su etapa con los Cardinals el jugador vino a demostrar que era bueno en varias posiciones, pero no destacaba especialmente en ninguna. Ni el jugador ni los entrenadores fueron capaces de corregir sus defectos, y tenían que otorgarle un rol muy particular en la defensa tratando de evitar que los ataques rivales le buscasen continuamente. Esto llevó a los Cardinals a no ejercer su opción de 5º año, buscando un traspaso con los Giants por el jugador a cambio de una 7ª ronda.
Su participación con los Giants tampoco fue especialmente reseñable. Tuvo un primer año promedio para un jugador NFL, aunque muy pobre para una selección top-10 del draft, donde se le utilizaba para enmascarar determinados paquetes de blitz. Sin embargo, el cambio de coordinador defensivo en su segunda temporada le colocó en el más profundo ostracismo dentro del equipo. Con Martindale, Simmons tenía un rol definido, pero no encajaba en el esquema de Bowen por lo que al finalizar la campaña se le dejó ir a la mercado de fichajes sin restricciones. Ahora llega a los Packers como una estrella universitaria venida a menos en busca de redención.
Temporada | Equipo | Edad | Partidos | Posición | Snaps Def | Pct | Snaps ES | Pct |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
2020 | ARI | 22 | 16 | DE-LB-SS | 376 | 34% | 112 | 25% |
2021 | ARI | 23 | 17 | DE-LB-SS | 1005 | 92% | 81 | 18% |
2022 | ARI | 24 | 17 | DE-LB-SS | 896 | 81% | 0 | 0% |
2023 | NYG | 25 | 17 | LB | 377 | 33% | 224 | 49% |
2024 | NYG | 26 | 17 | NB | 181 | 17% | 146 | 33% |
En esta primera tabla podemos comprobar como en sus primeros años con los Cards, Isaiah participaba en diferentes posiciones, aunque predominantemente partía desde la caja defensiva. Tras un primer año de toma de contacto, los Cardinals le otorgaron un papel predominante en su defensa alcanzando el mayor número de snaps de su carrera, superando los 1000. A partir de aquí, el equipo seguía apostando por él, que no confiando, y sus snaps se reducen relativamente hasta que es traspasado a los Giants donde tiene un rol secundario de jugador para situaciones específicas. Simmons se reinventa a sí mismo como jugador de equipos especiales donde puede destacar con alguna jugada espectacular gracias a sus condiciones físicas. En su último año con los Giants, la confianza tanto del equipo como del jugador llegan al punto mínimo, momento en el cual se produce un cambio de aires que, esperemos, nos de algún rédito.
Temporada | Equipo | Placajes | Solo | PPP | Fallados | PF% |
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2020 | ARI | 54 | 43 | 4 | 5 | 8,5 |
2021 | ARI | 105 | 70 | 4 | 11 | 9,5 |
2022 | ARI | 99 | 68 | 5 | 5 | 4,8 |
2023 | NYG | 50 | 33 | 2 | 8 | 13,8 |
2024 | NYG | 21 | 12 | 0 | 3 | 12,5 |
A lo largo de su carrera, Simmons ha jugado, mayoritariamente desde la caja defensiva, bien directamente alineado en la línea de scrimmage, o bien por detrás de ella, esto ha permitido al jugador a realizar un gran número de placajes. Su falta de instintos, su mala colocación de las manos y su menor potencia contra jugadores más pesados lo ha ido solventado a golpe de talento puro. Su mejor año, en este sentido fue en 2021, donde acumuló nada menos que 105 placajes, 70 de ellos en solitario. Su tasa de error a la hora de capturar al rival se mantuvo relativamente baja en su periplo con los Cardinals, especialmente en 2022, su mejor año como profesional, pero se elevó de manera preocupante por encima de las dobles figuras durante su estancia en New York. En general, cuando consigue fijar un objetivo y superar los bloqueos, Simmons suele ser eficiente deteniendo el ataque rival.
Debido a su polivalencia, a Simmons se le ha probado también defendiendo en cobertura de pase
Temporada | Equipo | Objetivo | Completados | Cmp% | Yardas | TD | Rating |
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2020 | ARI | 25 | 16 | 64,0 | 142 | 3 | 102 |
2021 | ARI | 71 | 49 | 69,0 | 473 | 2 | 90,9 |
2022 | ARI | 70 | 54 | 77,1 | 518 | 4 | 104,3 |
2023 | NYG | 27 | 22 | 81,5 | 199 | 0 | 81,9 |
2024 | NYG | 15 | 13 | 86,7 | 139 | 2 | 144,9 |
A tenor de la tabla anterior podemos decir que, a pesar de sus impresionantes cualidades físicas, Isaiah no defiende bien la cobertura de pase, quizás por este motivo, el jugador prefiera jugar cerca del front-7 defendiendo situaciones de pase de corto yardaje. Excluyendo su primer año de aclimatación a la liga, podríamos afirmar que su mejor temporada fue precisamente en la que se le buscó más por los ataques rivales, es decir, la de 2021, donde solo pudo frenar el 30% de los pases lanzados a su zona de cobertura, permitiendo solo 2 TD y dejando el rating del QB rival en 90,9. Su peor año fue precisamente la temporada pasada, donde solo pudo detener 2 de los 15 pases lanzados a su área de influencia permitiendo un rating del QB rival de 144,9, dando muestras de una desconexión con el equipo y una falta de motivación total del jugador.
Simmons nunca ha destacado por la defensa contra el pase, pero ¿Qué versión veremos el año que viene, si es que finalmente se hace con un hueco en el 53 final?
Temporada | Equipo | Blitz | Presión | GQB | Sacks | QBS |
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2020 | ARI | 44 | 2 | 3 | 2 | 1 |
2021 | ARI | 59 | 2 | 4 | 1,5 | 2 |
2022 | ARI | 39 | 2 | 4 | 4 | 0 |
2023 | NYG | 54 | 4 | 1 | 1 | 0 |
2024 | NYG | 16 | 4 | 1 | 0 | 1 |
Otra de las facetas que aporta Simmons a la defensa es la presión al QB rival. Al ser un jugador tan polivalente, los coordinadores ofensivos dudan de su función en cada jugada, permitiendo a su coordinador defensivo alinearle en paquetes de blitz imaginativos. Puede atacar por fuera, puede atacar por dentro aprovechándose de jugadas de dos contra uno, y su elevada capacidad de analizar los movimientos del QB rival hacen de él una amenaza constante. Así es como lo utilizaron en los Giants de Don Martindale y, aunque no consiguió producir un gran número de sacks, si que contribuyó a abrir caminos para sus compañeros capturando la atención de la línea ofensiva rival.
Desde un nivel de producción neta, su mejor temporada fue la del año 2022, donde en 39 intentos consiguió golpear al quarterback en cuatro ocasiones y derribarle en otras cuatro.
Temporada | Equipo | Snaps defensivos | Cobertura (PFF) | Carrera (PFF) | Placajes (PFF) | Global (PFF) |
---|---|---|---|---|---|---|
2020 | ARI | 376 | 69,9 | 57,6 | 76,3 | 59,8 |
2021 | ARI | 1005 | 56,0 | 40,5 | 61,3 | 51 |
2022 | ARI | 896 | 69,9 | 47,0 | 63 | 67,9 |
2023 | NYG | 377 | 82,7 | 54,7 | 41,6 | 68,9 |
2024 | NYG | 181 | 43,6 | 61,5 | 49 | 45,6 |
Llegamos a las calificaciones de páginas especializadas, en este caso, de PFF, que es la más recurrente entre los aficionados.
Podemos ver una trayectoria de un jugador que trata de trasladar su éxito en el football universitario al football profesional sin conseguirlo, hasta que adapta su juego para dar lo mejor de si mismo, aunque a un nivel muy alejado del esperado inicialmente.
Excluyendo su último año con los Giants, donde ni el cuerpo técnico ni el jugador entraron en sintonía, vemos que cuanto más a jugado Simmons, peor lo ha hecho según PFF. Esto se debe a que su polivalencia universitaria ha resultado ser un arma de doble filo para el jugador que se ha visto expuesto en situaciones muy desfavorables para sus características, sin ser capaz de sobreponerse a tales situaciones. En cuanto se le ha usado en un rol específico y en situaciones concretas (2023), Simmons ha demostrado ser un jugador válido aunque alejado del techo que se le presuponía.
El problema del jugador es que se esperaba de él cosas que no es capaz de dar. Es decir, es un atleta como pocos, un RAS de 9,97 no se consigue así como así, y en su etapa universitaria tuvo un último año espectacular en el que hacía de todo, y todo lo hacía bien, pero a la vez carece del instinto necesario para desempeñar todas esas funciones. Los Cardinals no tuvieron claro como utilizarle, exponiendo sus defectos y minando su cartel en la liga, cosa que los Giants, sin la necesidad de rentabilizar una elección tan alta en el draft, si supieron hacer al usar al jugador casi como un especialista en jugadas de pase o en paquetes especiales de blitz y alejándolo todo lo posible de las jugadas contra la carrera.
Simmons carece de la potencia, de las técnica de manos y de los instintos suficientes como linebacker para enfrentarse a los bloqueos de los tackles, tight end o incluso receptores rivales, de los que salía mal parado en la mayoría de las ocasiones, especialmente en jugadas de carrera. Por ese motivo, el jugador rehusó jugar como linebacker en su último año con los Cardinals para centrarse en una función más cercana a la cobertura de pase en el slot. El problema es que en cobertura de pase se le ve algo perdido cuando el equipo defiende en zona por esa falta de rapidez en la lectura de las situaciones y el poco conocimiento de determinados conceptos de rutas. Por este motivo, su rol se restringe básicamente a lo que han hecho los Giants con él.
Posicionalmente, Isaiah es un jugador muy particular. No es un linebacker al uso, ni tampoco es un safety común, pero podría encajar como un slot cornerback con capacidades de edge rusher que puede jugar también de nickel back. Es lo que se podría denominar como safety híbrido. De los más de 2800 snaps que ha participado con la defensa en sus diferentes equipos, 1972 han sido partiendo desde la caja, bien en la línea, bien detrás de ella, 815 han sido salido desde el slot, mientras que solo en 160 se ha colocado como safety puro.
¿Y cuanto nos va a costar recuperar para la causa al bueno de Isaiah?
Concepto | 2025 | TOTAL |
---|---|---|
Salario base | 1.170.000 | 1.170.000 |
Prima por jugar partidos | 0 | 0 |
Prima por participar en entrenamientos | 0 | 0 |
Prima por formar parte de la plantilla activa | 0 | 0 |
Prima por firma de contrato | 167.500 | 167.500 |
Impacto contra el límite salarial | 1.197.500 | |
Pendiente de amortizar | 167.500 | |
Ganancias (antes del 1 de Junio) | 1.030.000 |
Aquí la gerencia se ha movido bien en el mercado, con una apuesta a corto plazo de bajo riesgo y relativa rentabilidad. El año pasado, Los Giants renovaron a Simmons con un contrato de 2M x 1 año, con una parte garantizada de 1,125M. Un año más tarde, los Packers han firmado a Simmons con un contrato de 1,17M x 1 año con una parte garantizada de 167,5K. No está nada mal tratándose de un antiguo número 8 del draft.
En el hipotético caso de que Simmons no consiga un hueco en la plantilla definitiva de cara a la temporada, los Packers solo habrían arriesgado 167.500 dólares. En el caso de que Simmons cause una buena impresión esta temporada, y consiga batir tanto a Hopper, como a Welch y a Dumas-Johnson, habría que abonarle el mínimo de veterano y la prima de fichaje, es decir, algo menos de 1,2M.
Recordemos que se trata de un jugador con unas capacidades atléticas de nivel élite absoluta (RAS de 9,97, 4,39s en las 40 yardas y 39″ de salto vertical), que puede desempeñar varias funciones dentro de la defensa contra el pase a un nivel correcto, que puede aportar y mucho desde los equipos especiales, que es una roca (no se ha perdido un partido ni se ha lesionado nunca en su carrera), que comete pocas penalizaciones (10 para 115 yardas en 5 años), que tiene hambre por demostrar de lo que es capaz y que es barato. Movimiento perfecto.
En definitiva, Simmons, que cumplirá los 27 en Julio, está ante una de las últimas oportunidades de su carrera para demostrar que no ha sido un completo pufo. De él y del buen hacer de nuestro cuerpo técnico depende.
¡Bienvenido a la Tundra Simmons!
Germán de la Puente