Corría el año 1982, el maestro Rosendo Mercado publicaba su último disco de estudio con la banda que le puso en el mapa del rock nacional, Leño. La última pista de este álbum era una canción melancólica, quizá triste, pero a la vez reivindicativa y esperanzadora. Su título encabeza este artículo, “¡Qué desilusión!”.

Pues sí, ¡Qué desilusión nos llevamos la madrugada del sábado al domingo! Nuestros Packers se enfrentaban a “El Ganador”, al Seed 1 de nuestra conferencia, a nuestra némesis, los 49ers. 

Llegábamos a Santa Clara “Listos para la reconversión”, listos para dispararle “Pan de higo” a nuestro enemigo, y comenzamos el partido con un drive largo y sostenido, “Corre, corre” y de vez en cuando, un buen pase. Teníamos todo para anotar cuando Doubs hizo un corte precioso y se quedaba solo para agarrar el pase de Love en la Endzone, pero el “Majete” de Thomas, viendo que el TD llegaba, agarró a Romeo asumiendo la penalización que, a la larga, resultó positiva para los Mineros. No se pudo cruzar la goal line y chutamos para 3, con acierto para Anders Carlson. 

Turno para la defensa dirigida por un Barry que ha pasado de señalado a “Ni presunto ni confeso” en las últimas semanas. 3 y fuera, pero lamentando la oportunidad perdida por Savage de robarles el balón.  

Volvemos a tener un drive sostenido, obligando a penalizaciones a una defensa superada, y con un Love excelso en terceros downs. Nos plantamos en la Redzone, 4º y 1. Se decide por un QB sneak que, a todas luces llega a cruzar la línea, pero… el spot horrible de los cebras hace que los 49ers recuperen la bola, “Vergüenza torera” la de los referees que nos quitaban una oportunidad clara de, al menos, volver a sumar 3. ¿Lo peor de todo? En el siguiente drive, los 49ers anotan un TD tras un buen drive de Purdy y una sensacional recepción de Kittle tras un despiste defensivo de la secundaria, por lo que no quedaba otra que ponerse “A remar”. La mejor plantilla de la liga te demostraba que, o eras efectivo contra ellos y aprovechabas tus oportunidades, o ellos te iban a machacar con simples destellos de calidad de sus estrellas. El partido iba a ser “Sufrido”.

Para el siguiente drive parece que nuestro ataque más identificable empieza a aparecer. Juego de carrera de Jones sumando yardas con facilidad, pase a Reed libre con un Jordan Love bien plantado y otro pase espectacular en Play Action a Doubs de esos que te hacen recordar épocas pasadas donde el 4 y el 12 nos hacían levantarnos del asiento. Parecía que llegaba el TD con el equipo en la yarda 9 rival y 4 oportunidades para lograrlo, pero “Ni fu, ni fa”, la defensa nos detuvo y volvimos a chutar. 3 puntos al bolsillo y 6-7 en el marcador a 4 minutos para el final de la primera parte. 

 

Romeo Doubs / nevadasportnet.com

 

Tras un buen drive de San Francisco, llegan con oportunidad de Field Goal de 48 yardas, y ocurre lo que nadie esperaba, “Delirio”, nuestros Special Teams, con una sensacional mano de Colby Wooden, consiguen bloquear la bola y nos vamos al descanso con un 6-7 injusto y la sensación de haberles podido hacer más daño.

Comienza la segunda parte con otra gran defensa, parando a los californianos y volviendo Jordan Love a los mandos del ataque visitante, cuando vuelven los fantasmas de los spots. En un 3º y 1 con otro intento de Love por pasar la línea rival corriendo en corto, los cebras vuelven a poner el balón muy por detrás de donde había rebasado en realidad. LaFleur, harto de esta situación, decide hacer lo que debió haber hecho antes, lanzar el pañuelo y solicitar el challenge. Parecía que los árbitros tenían “Entre las cejas” que ciertas jugadas clave cayeran del lado minero, pero en esta ocasión, la repetición era tan clara que no les quedó más remedio que revertir la decisión. En este drive, y tras un pass interference de Thomas a Melton tan claro como absurdo, nos volvemos a plantar en Redzone para, ahora sí, conseguir el ansiado TD. Melton de nuevo, con un sensacional pase de Love donde finta con los hombros para engañar a la defensa, pone por delante a los nuestros. Los Packers, ese equipo incómodo y “Loco por incordiar”, mandaba en el marcador y hacía saltar todas las alarmas en el Levi´s Stadium. Aunque este drive en positivo para el equipo de Wisconsin iba a resultar demoledor a la postre por el jugador que perdíamos por protocolo de contusión. Nuestro mejor línea, Zach Tom, tenía que abandonar el partido. 

Los 49ers aceptaban el reto y respondían como equipo grande, devolviendo el golpe en la siguiente jugada. Kittle de nuevo avanzó hasta nuestra yarda 40 tras un mal tackle de Owens, y Christian McCaffrey, hasta entonces bastante limitado por nuestra defensa, llega a la zona de anotación tras una excelente carrera. Touchdown sencillo para los Niners, sacándole “Al lodo brillo” de un partido que se les complicaba. 

Tras este golpe de realidad tocaba reponerse, y vaya si se hizo. Nixon hacía un retorno espectacular, pero se le escapaba la bola. De nuevo la diosa fortuna parecía castigarnos, pero, “Sorprendente”, aparecía Eric Wilson para recoger la bola rodeado de contrarios y dejarnos en la yarda 20 rival.

Un gran pase de Love a Doubs nos ponía en 1º y goal, a sólo 5 yardas de la goal line, que Tucker Kraft consigue traspasar tras un gran diseño de jugada por parte del Staff. Pase cerca de la banda donde el TE estaba completamente solo. Nuestro equipo no se rendía y estaba haciendo un partido “Como debe de ser”.

19-14 para los nuestros y nos jugamos el 2 point conversion que Aaron Jones lleva a buen puerto tras pase de Love. 21-14, un TD de ventaja y 20 minutos aún por jugarse. 

 

Aaron Jones / Nfl.com

 

Volvemos a parar al ataque de manera inmediata, nos devuelven el balón y estamos en nuestra 48 con 3º y 11. ¿Qué puede salir mal? Que aparezca “El Oportunista” Dre Greenlaw con una interceptación fruto de la mala suerte de un balón retrasado que Love manda a Kraft y éste desvía con la mano, saliendo el balón hacia arriba, propiciando el turnover. “Amenaza desastre”.

Comenzaban los Niners el drive dubitativos, pero vuelven a aparecer los genios, un mal pase de Purdy lo hace bueno Aiyuk con una recepción imposible para conseguir el avanzar en un 3º y 9 bastante difícil. Termina el drive con un Field Goal de 52 yardas que hace bueno Moody. 

Llega el 21-17 al marcador, seguimos mandando y nuestro drive no puede comenzar de mejor manera. Aaron Jones se marca una carrera imperial, rompiendo la línea por velocidad y quebrando a todo aquel que le sale a su paso. 53 yardas sin que le detengan, y otro primer drive de Wilson hacen que nos coloquemos en posición de patada asequible, 41 yardas. Carlson, hasta entonces inmaculado, falla. El long snapper pone una bola horrible que Whelan arregla como puede, pero no es suficiente. El “Castigo” y las miradas de los aficionados se centran en Carlson, pero Orzech tiene gran parte de culpa. 

Y, como hemos dicho antes, en los grandes equipos aparecen los grandes jugadores. Jennings con una recepción inverosímil en un 3º y 10, Aiyuk con otro 3º y 5 cogiendo un balón muy difícil, y CMC llevando el balón a la Endzone. 

Todos creíamos que esa iba a ser “La noche de que te hablé”, pero los 49ers cogieron ritmo cuando más lo necesitaban, y nosotros lo perdimos y perdonamos cuando tuvimos oportunidad de ampliar nuestra ventaja. 

Pero aún nos quedaba una bala, 1:07 en el reloj y el balón en manos de nuestro ataque. Puro espejismo. Llovía a mares y un Love presionado lanza el balón a la nada quesera, al desastre, a las manos de nuestro rival en una interceptación fácil de, como no, Greenlaw de nuevo. “Se acabó”, nuestro efímero sueño de devolvérsela a los mineros en casa se esfuma.

Lejos de irnos tristes y jodidos con el equipo, sólo me viene una palabra a la cabeza para decirle a nuestro equipo, “Agradecido”. Nadie mejor que nosotros sabe que Green Bay es especial, por su manera de hacer las cosas y por el lugar donde se encuentra la franquicia. Porque no lo olvidéis nunca, en Titletown el football y la pasión por su equipo no son sólo eso, son “Maneras de Vivir”. 

 

Carlos Porras

 

 

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