Llevaba toda la semana pasada con ganas de ver el partido contra Minnesota. No me escondo. Quería comprobar cómo afrontaba el equipo un partido con tanta presión. Prime time, duelo divisional y necesidad de ganar para seguir teniendo alguna opción para clasificarnos para el playoff. Y se cumplió con nota. Pero con nota alta. Mucho mejor de lo esperado, sin duda.
Lo más destacable fue la actuación en ataque. Aún con las bajas con las que nos presentamos en el estadio US Bank (Watson, Musgrave y Wicks no estaban disponibles) la unidad ofensiva funcionó a la perfección en todas sus líneas. Jordan Love cuajó un partido fabuloso, quizá el mejor de una temporada que el californiano está acabando en un estado de forma extraordinario. Jugando muy seguro, muy calmado (me resulta fascinante lo tranquilo que se muestra en todas las fases del partido), dominando el partido desde el pocket y lanzando con ritmo y en sincronía con todos sus receptores tras descifrar a la perfección las presiones y las coberturas que realizaba la defensa rival. 24 pases completados en 33 intentos para sumar 256 yardas con 3 touchdowns de pase y uno de carrera. Los números lo dicen todo.
Especial mención para el partido de Bo Melton. Es curioso que el único receptor capaz de acumular más de 100 yardas de recepción en un mismo partido haya resultado ser el chico que subía de la practice squad. Magnífico también Jayden Reed (algo que se está convirtiendo en habitual) con otras dos anotaciones. Aaron Jones confirmó las buenas sensaciones que dejó en Carolina. Con él en el campo, nuestro ataque se potencia de manera tremenda. Es nuestro mejor jugador y es una pena que haya pasado tanto tiempo mermado por la lesión.
También la línea ofensiva jugó muy buen partido. Dominó de forma abrumadora a la defensiva de Minnesota que estaba mermada por las bajas y se mostró firme tanto en protección de pase como en los bloqueos para la carrera. Nos cuesta ser especialmente dominantes en este aspecto pero se nota cierta mejoría partido tras partido lo cual nos viene fenomenal para aprovechar y jugar en play action, donde Love se muestra muy acertado y consigue hacer mucho daño a los rivales.
Por otro lado nuestra defensa fue capaz de controlar y frenar al ataque de Minnesota. Cierto que ellos comenzaban el partido con Jaren Hall de quarterback, que tenían bajas cruciales como la de TJ Hockenson y que eso facilitó las cosas, pero tras los esperpénticas actuaciones en los anteriores partidos, ver a la defensa haciendo bien su trabajo es algo más que gratificante. Además de dominar durante el partido consiguieron recuperar dos balones.
Una tras un rechace que acabó en interceptación a cargo de Corey Ballentine y otra gracias a una jugada fabulosa de Preston Smith que culmina con un sack y provocando un fumble recuperado por él mismo. La temporada de Preston está siendo de un nivel altísimo. La posterior secuencia ofensiva llevó a Reed a anotar un touchdown a tan solo ocho segundos del final de la primera parte que concluiría con un 23-3 que nos dejaba el partido muy encarrilado.
Para la segunda parte Kevin O´Connell decidió cambiar de quarterback tratando de buscar un revulsivo pero Nick Mullens tampoco tuvo su día y el partido no tuvo mucha más historia. Packers alargando sus drives para agotar el tiempo y los Vikings tratando de recortar distancias en el marcador sin poder conseguirlo. El único touchdown que consiguieron los Vikings llegó por un error catastrófico por parte de Samori Toure a la hora de recepcionar un punt en la yarda 7. Es la única pega que se le puede poner al equipo en el partido del domingo: Los fallos en los equipos especiales. Un (otro) extra point fallado por Carlson y el drop de Samori que costaron puntos. Es algo a tratar de mejorar para el próximo año ya que puede costar partidos.
El domingo tenemos nuestro último partido de la temporada en casa contra Chicago y en caso de conseguir la victoria el equipo se clasificará para los playoffs. Pocos podían pensar esto a comienzo de temporada pero estos meses han sido un viaje tremendo que esperemos que se cierre de la mejor manera posible.