Packs Factor, el packillaje de los packilladores

Todo el mundo recurre al maquillaje para tapar acentuar sus virtudes o para tapar sus defectos. Y en el Packerverso no vamos a ser menos. Partido feo pero emocionante con un resultado final que tapa muchos de nuestros defectos, pero que no los elimina. Como si de un actor famoso de Hollywood ya entrado en años se tratase, el equipo maquillo al final lo que pensaba y no pudo hacer al principio. Lástima que los partidos no duren quince minutos y comiencen en el último cuarto. Uno ve el resultado y puede llevarse una impresión equivocada gracias al maquillaje. Y es que cuando un partido acaba con menos de dos puntos de diferencia significa que el encuentro ha estado apretado hasta el final, cuando en realidad lo que sucedió fue que un equipo con acné juvenil se midió a uno que es de los más guapos de la liga.

Esto es lo que pudimos comprobar el pasado Domingo cuando un equipo bien entrenado y plagado de estrellas nos puso en nuestro sitio. Una derrota en Minnesota que nos sirve para saber exactamente cual es el nivel real del equipo y no es el que a estas alturas de temporada nos gustaría.  Que no os engañe el marcador final, los Vikings fueron muy superiores a los Packers y se dedicaron a gestionar la ventaja durante buena parte de la segunda mitad. Lo que sucede es que a veces, lo de gestionar y dejarte ir puede derivar en más de un susto como refleja la diferencia de 2 puntos entre ambos equipos. Diferencia que, insistimos, no es real viendo el desempeño de ambas escuadras sobre el terreno de juego.

A lo largo del año los Packers han sido capaces de derrotar a una gran variedad de equipos. Algunas veces por marcadores ajustados, otras por marcadores abultados, pero siempre, ante equipos netamente inferiores a nosotros. Partido a partido, victoria a victoria los Packers han construido un récord esta temporada que supera las 10 victorias. ¿Cuál es el problema? que las cinco derrotas acumuladas este año han llegado todas contra equipos superiores. Eagles, Lions y Vikings han sido superiores a unos Packers que se han mostrado incapaces de batir a los verdaderos favoritos para el gran baile del próximo Febrero. Si a esto le sumamos que la única victoria en la división llegó contra unos desquiciados Bears gracias a un bloqueo en un Field Goal (tiro de campo), las sensaciones son de que los Packers son un buen equipo, pero al que aún le falta un puntito o dos de cocción para competir de tú a tú contra los mejores.

El equipo más joven de la liga llegaba en trayectoria ascendente al tramo más importante de la temporada. Lanzados tras superar la barrera de los 30 puntos en los últimos cinco partidos mientras dejaban a los rivales por debajo de los 20 (salvo a los Lions claro). Jugándose la posibilidad de escalar hasta la quinta posición de la clasificación para los playoffs, que facilitaba una temporada con pocos sobresaltos. Con bajas sensibles en la secundaria pero bastante sanos en el resto de líneas. Con todo y con eso, y no fuimos capaces de poner en aprietos a unos Vikings que andan a la caza del título de conferencia que les aseguraría varias semanas de descanso robándoselas además a unos Lions mucho más necesitados.

El plan para este partido era el mismo de siempre. Marcar el ritmo por tierra desde la primera jugada, buscar distancias en el marcador y gestionar en la segunda parte las rentas obtenidas en la primera. Un plan que funciona a las mil maravillas contra equipos de calidad media, pero que se ha mostrado ineficaz contra los buenos. Únicamente contra los Eagles en Brasil (19-17) el equipo ha logrado llegar al descanso por delante en el marcador. El resto de ocasiones tanto Lions dos veces (3-17 y 10-17) como Vikings dos veces (13-28 y 3-13) dejándonos un acumulado de 39 puntos a favor por 92 en contra, 20-75 si excluimos a los Eagles. En el primer cuarto contra Eagles (6) anotamos los mismos puntos que en los otro cuatro partidos combinados (0,3,0 y 3), y lo mismo se puede decir del segundo (13 frente a 7,0,7 y 0). Es obvio que esta fórmula no funciona si no conseguimos cristalizar las primeras posesiones, algo que es más complicado de lograr cuando te enfrentas a equipos de calidad.

Hemos girado la foto 90º, ¿A que mola lo que puede hacer nuestro niño burbuja? - packernews.com
Hemos girado la foto 90º, ¿A que mola lo que puede hacer nuestro niño burbuja? - packernews.com

En un intento de crear una tendencia, LaFleur se ha empeñado en recibir el primer balón del partido (el plan), dejando que el equipo rival decida si quiere recibir el balón en la segunda parte. Lo hemos comentado en numerosas ocasiones en esta columna, si eliges recibir primero, corres el riesgo de encadenar dos posesiones anotadoras sin posibilidad de respuesta entre el final del primer tiempo y el comienzo del segundo. El pasado Domingo se decidió comenzar de esta manera, en lo que supone la octava vez que los Packers ganan el sorteo inicial y la sexta que eligen recibir en lugar de postergar. Se da la circunstancia de que en las cinco derrotas del equipo esta temporada, los Packers han ganado el sorteo inicial, eligiendo recibir en tres de las cinco ocasiones, y sin repetir decisión contra un equipo.

Con el ovoide asegurado para la primera posesión, la siguiente parte del plan es percutir por tierra con todo lo que tenemos, que no es poco, hasta minar la confianza del rival y alternar nuestro poderoso juego terrestre con el juego de pase. Los Packers acumulan una media de más de 30 intentos de carrera por partido, algo nunca visto en la franquicia desde 2003, siendo Jacobs el principal protagonista de la mayoría de estos intentos. El talento de Jacobs y las puertas que le abre su línea ofensiva le han llevado a acumular unos guarismos de otra época. Sus 1285 yardas le sitúan en una situación ideal para, con 23 más en el siguiente partido, superar a Jim Taylor con la quinta temporada histórica (1307 en 14 partidos en 1961) y sus 14 TD de carrera, le colocan en el quinto puesto histórico tan solo a 1 TD de a empatar con Ahman Green (15 en 2003) y Jim PonUnFullBackEnTuVida Taylor (15 en 2003), y a 2 de los 16 que logró Aaron Jones en 2019.

Pero enfrente estaba una de las mejores defensas de la liga, que sabe anular muy bien el juego de carrera. Una defensa que ha permitido solamente 1410 yardas en 16 partidos (88,1 ypp) y 9 touchdowns de carrera dejando a los corredores rivales en 3,9 yardas por intento. La segunda mejor defensa de toda la liga solo por detrás de la defensa de los Ravens (1305 y 12 TD). Poca broma. Brian Flores era consciente de que había que anular el primer ataque de los Packers para frustrar nuestro planteamiento inicial del partido y a la tercera carrera, Jerry Tillery golpea fuertemente en el pecho/barbilla de Josh Jacobs para provocar el cuarto fumble (balón dividido) del corredor en lo que llevamos de temporada. Con el brazo de Jacobs dormido por el impacto, Cam Bynum pesca en río revuelto y consigue detener el ataque terrestre de los Packers. Surgen las primeras dudas con el plan.

Nuestra defensa tampoco es manca contra el juego de carrera. Quizás no es excelsa como la de los Vikings, pero es la número 6 de toda la liga en yardas de carrera permitidas (1606 y 12 TD), lo que la define como una buena defensa. Los jornadas de puertas abiertas se acabaron cuando Joe Barry fue invitado a marcharse y lo que otrora era un motivo de disgusto para los aficionados se ha convertido en una de las facetas del juego que más a mejorado el equipo este año. Tras probarlo un par de veces con nuestro eterno 33, los Vikings se vieron obligados a cambiar el plan ofensivo y poco a poco dejaron de lado el juego de carrera en favor del juego de pase. Al finalizar el partido, Jones registraría solamente 47 yardas por tierra en 12 intentos para un total del equipo de 69 en 26 o lo que es lo mismo, unas muy pobres 2,7 yardas por intento. No fue la defensa contra la carrera lo que falló en este partido.

Tras una primera posesión que acaba en fumble y sendas posesiones que acaban en despejes, llega la primera anotación del partido.  O eso se pensaban en Minnesota. ¿Os acordáis cuando cruzabais los dedos cada vez que Carlson o Nerviosón se posicionaban para tirar a palos? Pues algo así están experimentando los aficionados vikingos esta temporada con el bueno de Will Reichard, su chutador rookie, que fallaba el primero tiro de la noche (luego vendrían otros dos fallos más, aunque solo uno acabó en los libros de estadísticas) desde 57 yardas por falta de fuerza. La respuesta de Green Bay sería la posesión más larga hasta ese momento de la noche. más de 4 minutos de tiempo y 8 jugadas donde el equipo movía las cadenas con soltura gracias a una conexión Love-Kraft de 18 yardas que Harrison Smith aumentó en otras 10 yardas gracias a una innecesaria penalización después de la finalización de la jugada. Green Bay se plantaba en la yarda 11 con cuatro intentos por delante para lograr ser los primeros en subir puntos al marcador. Sin embargo, uno de los caballos de batalla de esta temporada, la eficiencia en la zona de peligro (red zone) volvió a emerger cual hidra de cuatro cabezas. 3 intentos, 7 yardas avanzadas para decidir que hacer en un 4º down en la yarda 4 de los Vikingos. Campbell no se materializó y LaFleur decidió subir 3 puntos gracias a un buen tiro de Brandon Faralo McMannus. Apuntad esta situación porque más adelante volveremos a ella.

Valentine, Nixon y compañía amargando la noche de nuestro eterno 33 - vikings.com
Valentine, Nixon y compañía amargando la noche de nuestro eterno 33 - vikings.com

Sea como fuere, el primer cuarto llega a su fin con un pobre 3 a 0 para los visitantes, que pierden a Zayne Anderson en la jugada de retorno tras el gol de McMannus. Baja sensible para el equipo, que obliga a la defensa a reajustar posiciones contra uno de los mejores grupos de receptores de toda la liga. Tras el descanso comenzaría el festival aéreo de Sam Darnold. O’Connell ha identificado que estamos prestando especial atención a ese talento llamado Justin Jets Jefferson dejando desprotegidos o en emparejamientos favorables tanto a Jalen Nailor, como a Jordan Addison y TJ Hockenson. Mientras Jefferson sembraba el terror en profundo, nuestra zona media del campo se convertía en un salón de fiesta al que cualquiera que vistiese de morado era bienvenido. Ni Wilson, ni Nixon eran capaces de frenar ni a Nailor ni a Addison que en cuatro recepciones colocaron al equipo en la yarda 31 de Green Bay. Wilson lo deja pasar, Bullard falla en el marcaje, McKinney no recupera bien y Nailor baja una bonita espiral lanzada por Darnold. Las dudas con el plan se acrecientan. Todos los defectos que arrastra la defensa esta temporada concentrados en una única jugada.

Por un lado, nuestro frente defensivo es incapaz de poner en apuros al QB rival, que se mueve en el pocket (zona de protección tras la línea ofensiva) como pez en el agua gracias a la buena labor de su línea. Al finalizar el partido solo Karl Brooks lograría derribar a un Darnold que sería alcanzado solo cuatro veces. Muy poca presión, y demasiada tiempo para pensar y ejecutar el concedido por nuestro front 7 (los siete jugadores más cercanos a la línea de scrimmage). No es sencillo transicionar de un esquema 3-4 a uno 4-3 donde los pass rushers tienen una morfología diferente pero hay que exigir algo más a nuestros chicos. Poca velocidad y poca agilidad de nuestros Edges en lo que es una constante de este año. Los únicos brotes verdes que vemos en un grupo de linebackers faltos de talento, nos los ofrece esa fuerza de la naturaleza llamada Edgerrin Koopa, una vez más el rey de la defensa. La mitad de los placajes para pérdida de yardas del equipo llevaron su nombre en otra actuación notable del rookie cuya sola presencia condiciona la defensa. Y si el front-7 no mete presión al QB rival, el juego de cobertura zonal elegido por Hafley nos retrotrae a los tiempos de amplias las coberturas zonales que tanto gustaban a Joe Barry. Es cierto que las bajas pueden condicionar el plan de juego, pero el problema subyacente es una evidente falta de talento en las esquinas que no ha sido bien cubierta por la gerencia y que pide a gritos una renovación como la acometida el año pasado con los safeties. Dos más dos suelen ser cuatro, y en el partido del Domingo ese cuatro son los receptores rivales que acabaron el partido con más de 11 yardas por pase y por encima de las 65 totales. Todos los touchdown de los Vikings llegaron por la vía aérea en una actuación soberbia de Sam Darnold y compañía que acabaría el partido con un 76,7% de pases completados para 3 TD y un rating de 116,1.

En las siguientes posesiones del partido llegaría la autoinmolación de los Packers. En la primera serie ofensiva después de la anotación de Vikings, Jacobs mueve las cadenas como de costumbre contra una de las mejores defensas ojo, tremenda temporada la suya. Gracias a su desempeño y a un par de pases de Jordan Love, el equipo pasa de su yarda 30 a la yarda 30 rival. Una primera carrera de Jacobs avanza la línea de scrimmage 6 yardas, una segunda se queda sin rédito y en la tercera jugada, Love encuentra a Romeo Doubs para avanzar solo dos yardas. El equipo se sitúa en 4º down con 2 yardas por delante en la 23 de Minnesota yendo 3 a 7 en el marcador con 7 minutos y medio por disputar. ¿Recordáis cuando en el primer cuarto en 4º y 3 en la yarda 4 de Minnesota LaFleur ordenó un tiro de campo? Pues en esta ocasión decidió jugarse el cuarto down (go for it). Nada de un scramble calculado o una jugada de bloqueos para Jacobs, en lugar de eso se decidió atacar la espalda de la defensa por aire mediante varias rutas cruzadas.

Partimos con personal 11 (1 running back + 1 tight end = 3 wide receivers) y con Reed saliendo desde el exterior del slot (la zona entre la línea ofensiva y los números). Brian Flores propone una defensa con 1 único safety profundo y coloca a 7 jugadores cerca de la línea de scrimmage para su habitual juego de engaño pre-snap. La primera lectura de Love está preparada para Romeo, que parte de su izquierda en una ruta slant hacia el interior y que se aprovecharía del espacio dejado a su espalda por el movimiento contrario de Wilson, que arrastraría a un defensor. Al inicio de la jugada, los Vikings cambian la asignación haciendo que Van Ginkel siga a Wilson, permitiendo a Cashman cerrar el hueco preparado para Doubs. Love se ve obligado a pasar a una segunda lectura por el lado derecho, donde tanto Kraft, en una pseudo-post, como Reed y Wicks iban a jugar sendas rutas slants hacia el interior cubiertos en individual por sus respectivos defensores. Cashman interpreta muy bien el cambio de lectura de Love y permuta su cobertura hacia el interior donde un Reed que duda durante medio segundo disminuyendo su velocidad al considerar que la jugada no iba a terminar en su zona de influencia, trata de rectificar separándose lo justo de Murphy Jr.  y lanzándose al vacío para tratar atrapar un pase, un poco pasado de fuerza, de Love sin éxito escapándosele el balón entre las manos. Una falta de concentración de Reed que le impidió estar en el sitio correcto en el momento adecuado sumando un drop más a su colección por este motivo. De primero y diez a cuatro y fuera regalando la posesión a los Vikings sin ningún punto en el marcador a cambio.

En la siguiente posesión llegaría la respuesta de los Vikes, que seguirían explotando la atención extra puesta sobre Justin Jefferson y algunas carreras de Cam Akers en jugadas de bloqueo por las bandas. 5 primeros down, algunos de ellos gracias al talento desatado de un Sam Darnold en plan costurero, enhebrando agujas para un Jalen Nailor en triple cobertura. Hasta que en la yarda 10 de Green Bay, con el campo menos profundo, la defensa hace un excelente trabajo obligando a los Vikings a tirar a palos desde la yarda 7 para colocar el 3 a 10 en el marcador a falta de 2 minutos y 16 segundos para el final del primer tiempo. Los Vikings conseguían avanzar con relativa facilidad pero los Packers eran capaces de minimizar los daños.

Con esta toma ni el VAR se equivoca - Fox
Con esta toma ni el VAR se equivoca - Fox

Turno para una última serie de jugadas que sirviese para recortar distancias y que impidiese una doble anotación de los Vikings. Turno de demostrar que estos Packers son algo más que un aspirante a la post temporada. Turno tropezar, una vez más, en la misma piedra de las penalizaciones en momentos clave. Con todos los tiempos muertos a nuestra disposición, el equipo podía jugar tanto por tierra como por aire, así que en el primer turno se decidió ir por tierra con Jacobs. Un magnífico scramble de Love saliendo del pocket ante la presión dejaba al equipo en 3º y 1 en la yarda 39 propia. En la siguiente jugada, Jacobs consigue romper la defensa para ganar 7 yardas que acercaban a los Packers a su objetivo. No obstante, un pañuelo amarillo truncaba las esperanzas del equipo. Formación ilegal de un distraído Dontayvion Wicks que se encontraba adelantado respecto a la línea ofensiva y 5 yarditas de penalización. De 1º y diez a 3º y 5. Y en este 3º y 5, lejos de buscar una jugada sencilla que pudiese los sticks fosforitos una vez más, LaFleur ingenia una jugada de pase con una alta probabilidad de fracaso. Watson no era de la partida, y su puesto lo ocupaba Bo Melton, quien corrió todo lo que pudo en una ruta go por la banda izquierda para tratar de atrapar una bomba de Love mientras se enfrentaba a una doble cobertura de los defensores morados. Para sorpresa de nadie Melton no logra su objetivo. Daniel Whelan, que poco se habla del bueno de Whelan, lanza un magnífico choppunt de 49 yardas que provoca el fallo en la recepción de Brandon Powell y da algo de aire a los Packers. Si los Vikings querían rentabilizar la posesión tendrían que hacerlo desde muy atrás.

El problema es que a estas alturas de partido, los Vikings nos tienen tomada la medida y cuentan con un QB pletórico que no duda a la hora de penalizar nuestros problemas en la zona media del campo. Un primer pase de 26 yardas para Hockenson, otro cortito de 7 yardas por la izquierda para calentar a Jefferson y otro por el lado contrario para Hockenson una vez más, dejaban a los morados pasado el medio campo con 19 segundos por jugar. Muy lejos para lanzar viendo el desempeño de su pateador. Karl Brooks lograba el primer y único sack de la noche en una de las pocas ocasiones en las que la línea defensiva puso en aprietos a Darnold, retrasando la jugada otras 5 yardas más en 2º y 15, imposible anotar desde tanta distancia. Darnold explotaba una vez más la zona media de la defensa quesera conectando una bonita espiral de 12 yardas con Hockenson, quién si no, para dejar al equipo en la yarda 37 de Green Bay, o hablando en términos de field goals, uno de 54 yardas. Difícil, pero no imposible. Tiempos muerto pedido por Green Bay para poner nervioso a Reichard, y llega el momento del lanzamiento. El snap parece limpio, el balón vuela y…. ¡fuera! ¡Segundo fallo de la noche! No tan rápido amigos. Vuela otro pañuelo amarillo en una jugada clave. Cooper se ha movido ligeramente antes del snap y los cebras se cobran un offside. Jugada anulada, 5 yardas de penalización y segundo intento. LaFleur solicita un nuevo tiempo muerto, pero el Down Judge tarda en comunicárselo al árbitro principal (el de la gorra blanca) y Reichard lanza a palos solo para ver como su lanzamiento se anula otra vez. A la tercera va la vencida y por fin los Vikings matan el primer tiempo con un field goal que supone el 3 a 13 a favor de los locales.

Al finalizar el primer tiempo, los 10 puntos de diferencia en el marcador maquillaban la diferencia real entre ambos equipos. 224 yardas totales para los Vikings, solo 40 por tierra, pero 184 por aire, para 12 primeros down en los más de 17 minutos que tuvieron la posesión del balón. 112 para unos desconocidos Packers, 45 por tierra pero solo 67 por aire, para solo 6 primeros down en casi 13 minutos de posesión. Ambas defensas habían conseguido contener el juego de carrera, convirtiendo el partido en un duelo de pistoleros donde Sam Darnold se mostraba mucho más consistente que Jordan Love. 17 de 22 pases completados, 1 touchdown y un rating de 116,5 frente a los 7 de 12 pases completados, ningún touchdown y 66,3 de valoración. Los de morado y amarillo se mostraron inmensamente superiores a los de verde y oro. Tanto en ataque como en defensa. Los marcajes individuales de Brian Flores y las imaginativas soluciones de Kevin O’Connell, sacrificando a su mejor receptor por el bien del equipo, acompañada de una ejecución perfecta de Sam Darnold dictaban el devenir del partido y de la post-temporada. Solo la defensa de los Packers había evitado el desastre total al minimizar la producción ofensiva rival a 1 touchdown y 2 afortunados field goals.

A la vuelta del descanso vienen los ajustes, pero en esta ocasión, no funcionaron como en el equipo es habitual. Al menos en el fondo, porque en la forma, los Packers consiguieron maquillar el resultado.

O’Connell había mordido un hueso y no lo iba a soltar. El juego de carrera no funcionaba como era debido, algo lógico cuando te mides a una buena defensa en este apartado (quién nos lo iba a decir hace solo 12 meses) y lo apostaba todo al juego de pase que tan buenos resultados le estaba dando en la primera parte. Solo necesitaba sumar de 6 en 6 en lugar de de 3 en 3. Y que mejor que la primera posesión del primer tiempo para ello. 9 jugadas, dos 3º downs superados, 70 yardas y más de 5 minutos de reloj en una serie de 8 pases de Sam Darnold. Por la izquierda, por la derecha, por el medio, en corto, en profundo, daba igual, Darnold encontraba a sus receptores siempre en el momento justo, sin sentir presión desde la línea ni problemas de cobertura desde el fondo. Un festival imparable que culminaba con un touchdown de Addison que colocaba el 3 a 20 en el marcador dejando el partido visto para sentencia.

It's a Chopper? It's a Punt? Oh! It's a Choppunt! - packers.com
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En la siguiente posesión de los nuestros, se pudo comprobar que el equipo estaba completamente noqueado, fuera del partido, cuando en 2º y 5, el ataque cae en una penalización por excesivo número de jugadores sobre el campo. El cazador cazado por él mismo. Discreto despeje de Whelan que sale por la banda (29 yardas) y balón otra vez para los Vikings tras 7 minutos de juego. Solo un milagro podría meter a los Packers en el partido. Y ese milagro llegó en forma de interceptación. Corey Valentine, el Bueno que empieza por V, consigue atrapar el balón en un pase dirigido a Hockenson para salir corriendo por la banda como alma que lleva el diablo. La santa fortuna apareció cuando tras una buena mano metida por Nailor el balón sale despedido en dirección a un atento Karl Brooks que recupera el fumble en la yarda 16 de Minnesota. Llegaba el milagro. Tres carreras más de un imparable Jacobs y 7 puntitos vitales para los Packers.

Los Vikings necesitaban para el cambio de inercia que se estaba produciendo, el momentum que dicen en las retransmisiones que escuchas cada vez que ves partidos en inglés. Diseñaron una posesión de 8 jugadas y otras 70 yardas más variada que la anterior, con 3 carreras del 33, como duele, y 5 pases del 14. Con eso les bastó para responder al touchdown de Packers y mantener las distancias. No encontraron la oposición esperada, no llegaron a necesitar un 3er down, y el consumo de reloj se quedó en unos escasos 4 minutos, 16 segundos, dando alas a unos respondones Packers.

Todo iba bien en la posesión de los Packers ante unos más relajados defensores vikingos. Emanuel Wilson reemplazaba a Josh Jacobs dándole descanso mientras el equipo intentaba encontrar soluciones por aire. Los marcajes individuales empezaban a convertirse en marcajes zonales y ahí Love y nuestros receptores son capaces de sacar petroleo. Ya entrados en el último y decisivo cuarto, Love encuentra desmarcado a Wilson por el centro, quien corre en línea recta 10 yardas para lograr llevar el balón hasta la yarda 47 del rival. 12 yardas de avance que envalentonaban a los nuestros hasta que… oootro pañuelo amarillo. Zach Tom se había colocado mal en la línea ofensiva y los árbitros se cobraban una illegal formation que no solo anulaba la estupenda carrera de Wilson sino que retrasaba la posición del equipo otras cinco yardas. De un 1º y diez pasabamos a un 2º y 13 bastante peligroso. Love buscaba el pase sin éxito una primera vez y se encontraba con el primer placaje (sack) del partido a cargo de Van Ginkel y Cashman. Una penalización más en el peor momento que rompía la energía del equipo, la buena vibra que dice la muchachada hoy en día se iba al garete y el equipo necesitaba otro milagro para recortar la diferencia de 17 puntos.

Y el segundo milagro llegó. Viéndose muy superiores, los Vikings decidieron dar minutos y jugadas a su RB3. Hasta en cinco ocasiones corrió el bueno de Chandler Bing para avanzar 13 yardas y perder otras 6 en sendos placajes para pérdidas de King Koopa y Rashan Gary con la ayuda de Wilson. De no ser por el precioso pase de 37 yardas que Sam Darnold conectaba con un Justin Jefferson que ya estaba entrando en juego la posesión hubiese quedado inerte, pero el caso es que los Vikings se las apañaron para llevar el football hasta la yarda 25 de Green Bay. La defensa anulaba otro pase hacia Jefferson y obligaba a los Vikes a tirar a palos una vez más. Reichman se prepara, 43 yardas, estadio cubierto, la grada le jalea, buen snap, buena colocación de Wright el balón vuela y… ¡Bong! No son los cuartos de nochevieja, es la segunda vez que el joven pateador estrella el balón en la portería. Lo que a priori sería un tiro sencillo para Brandon McMannus se convirtió en un nuevo suplicio para Reichard, que con éste fallaba 3 tiros de campo aunque solo dos contasen al final en sus estadística oficial. Los Packers se encontraban con un nuevo milagro que había que aprovechar.

Y vaya si lo aprovecharon. Love aprovechaba las separación que, ahora sí, lograban sus receptores para conectar pases de alta ganancia de yardas tanto por aire, como después de la recepción. El equipo se situaba en la zona de peligro de Minesota en apenas 4 jugadas y habiendo consumido poco más de un minuto y medio de reloj. Jacobs salta al campo para destrozar a la defensa de Vikings en una jugada de bloqueo por un lateral, ¡Noticia! llegando hasta la zona de anotación abriéndose paso por puro físico. Sin embargo… ¡Pañuelo amarillo! esto ya no es noticia. Shean Ryan comete un agarrón ilegal (holding) contra Pace Jr. dando al traste con el esfuerzo de sus compañeros. Afortunadamente, el equipo supo rehacerse de este complicado 1º y 20 y 5 jugadas después, Wilson repetía el touchdown por tierra subiendo 8 puntos al marcador (LaFleur se la jugó con el intento de 2 puntos con éxito). Sin embargo, aunque la distancia en el marcador era cada vez más corta, 18 a 27, la falta de Ryan había consumido unos preciosos 85 segundos que se echarían de menos al final del partido. Faltaba un tercer milagro.

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Turno para unos Vikings que lo único que necesitaban era consumir tanto tiempo de reloj como pudiesen para acabar con las esperanzas de los Packers. En la primera jugada Sam Darnold recibe el segundo placaje de la noche en el momento de lanzar el pase hacía Jefferson y el balón sale volando por los aires siendo recuperado por el mismo Arron Mosby que se aprovechaba de la confusión. Vuela un pañuelo azul, tarde pero vuela. ¡Tercer milagro! O no. En la repetición los árbitros interpretan que era una acción de pase y que el contacto se produce después de soltar el balón así que lo que en una primera instancia era un fumble se trataba en realidad de un pase incompleto. No se producía el cambio de posesión pero el daño estaba hecho. 4 y fuera para Vikings en un minuto y medio.

4:37 para finalizar el partido, y los Packers necesitaban 2 anotaciones. La primera no tuvo un parto fácil. Nada más recibir el balón, Love encajaba el tercer sack de la noche para una pérdida de 8 yardas. Esa sería la última vez que el equipo retrocedería en lo que quedaba de partido. Tras el sack, Love se recompuso e hilvanó una serie de 6 pases consecutivos para dejar al equipo en la yarda 1 de Minnesota y 3 intentos por delante. Al segundo, Love conectaba con Malik Heath para soñar con la remontada. Segundo touchdown de la temporada para Heath, 25 a 27 y 2:18 para el final.

Turno para Vikings. Green Bay tenía tres tiempos muertos a los que habría que sumar el 2-minute warning, por lo que la consigna era clara. Conseguir al menos dos rondas de intentos. En la primera jugada Darnold conecta un pase corto por la izquierda con C.J. Ham para 13 yardas. Se quemaba el 2-minute warning y se disfrutaba de otros 4 intentos para quemar los tiempos muertos de Green Bay. En el primero, Cam Akers era placado sin piedad por Rashan Gary para perder una yarda y ganar 3 segundos. Tiempo muerto Green Bay. En el segundo Darnold conectaba con Jefferson una recepción a una mano para ganar nueve yardas y 8 segundos. Tiempo muerto Green Bay. Llegaba el tercer intento, el momento decisivo del partido, si la defensa de los Packers frenaba a los Vikings dos yardas todavía quedaría tiempo para intentarlo a la desesperada. Más todavía. Darnold recibe bajo center con Cam Akers situado unas yardas por detrás. Recibe el balón, retrocede mientras Akers corre hacia la banda, Enagbare corre hacia Darnold mientras Akers corre hacia el hueco a su espalda que le deja la secundaria, Darnold lanza una bombita por encima de Enagbare que se queda algo corta, pero Akers rectifica y atrapa el balón. Punto, Set y partido para Vikings. 14-2 para los Vikings en lo que supone el mejor inicio de temporada en la historia de la franquicia solo por detrás de los 15-1 conseguidos por Randy Moss, Cris Carter, Robert Smith y compañía en 1998.

Los detalles pueden maquillar el hecho de que no hayamos sido capaces de recortar la diferencia de 2 puntos con Vikings, detalles como el 4º y 2 fallado por Reed, el 3º y 1 anulado por la penalización de Wicks, el field goal fallado por los Vikes pero anulado por una falta de Cooper o el fumble de Jacobs por citar algunos, pero la realidad es que los Vikings plantearon un plan de ataque que supo aprovechar nuestras debilidades en la secundaria y que sacó a relucir nuestros problemas en el front 7, mientras que su defensa no pudo parar nuestro juego de carrera pero supo colapsar nuestro juego de pase con coberturas individuales hasta que pasaron a una defensa en zona cuando ya estaba el partido encarrilado, permitiendo a los Packers tener la ilusión de poder remontar un partido controlado.

Tras la derrota, solo cabe entregarse a la heroica de un viejo conocido. Si Mike McCarthy y sus Cowboys consiguen derrotar a los Redskins Commanders de la revelación Daniels, los Packers evitarán bailar con la más fea en Enero si vencen a su vez a unos Bears que encadenan 10 derrotas consecutivas en la primera temporada de su salvador Williams.

Difícil, pero no imposible.

¡Felices Reyes!

Lambeau dame paciencia... - vikings.com
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Germán de la Puente

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