Clasificarse para playoffs tras ganarle un partido a Chicago en Lambeau Field y en prime time. ¿Puede haber algo más gratificante para un seguidor de Green Bay Packers?

Gran actuación del equipo el domingo. Muy sólido en ambas partes del campo, pero sobre todo en las trincheras. Y es complicado perder un partido de football si dominas claramente al equipo contrario en las trincheras. Lo único que te puede complicar la victoria son tus propios errores. Y eso es exactamente lo que ocurrió el domingo pasado. Que las líneas de los Green Bay Packers pasaron por encima de las de Chicago Bears y que si el marcador no fue más abultado fue simplemente por algunos errores que nos costaron puntos. Un field goal fallado por Carlson, un fumble de Jordan Love y un fatídico error de cálculo justo antes del descanso que dejó al equipo sin tiempo para poder chutar otro field goal.

Con todo, el equipo terminó ganando 17 a 9 no permitiendo a Chicago anotar ni un solo touchdown y sin que Daniel Whelan tuviera que salir al campo para despejar la pelota ni una sola vez. La superioridad fue evidente.

En el ataque destacó Jordan Love. Segunda jornada consecutiva que es nombrado jugador ofensivo de la conferencia Nacional. 27 de 32 pases completados para 316 yardas y 2 touchdowns. Grandes números a pesar del fumble antes comentado. Pero sobre todo su tranquilidad y agilidad mental para descifrar las coberturas de las defensas de unos Chicago que no olvidemos, llegaban a Lambeau tras unos partidos con su defensa jugando bien y dominando partidos. Sin embrago duante éste encuentro apenas pudieron poner en aprietos a Love gracias a una linea ofensiva que estuvo fantástica protegiendo a su quarterback y que además consiguió que se pudiera establecer un juego de carrera dominador por parte de Aaron Jones que terminó el encuentro con 111 yardas de carrera y 30 de recepción. No me cansaré de decirlo : es nuestro mejor jugador en ataque.

 

Love celebrando el triunfo / packerswire.usatoday.com

 

Los dos touchdowns cosechados por el equipo fueron obra de Dontayvion Wicks. A estas alturas de la temporada ya no sorprende a nadie que todo receptor que está en el campo, consigue producir para el equipo. Christian Watson no llegó al partido (parece que si estará disponible para el wild card) y Romeo Doubs tuvo que abandonarlo tras un fuerte golpe en el primer cuarto, pero ahí estaban el propio Wicks, Jayden Reed (4 recepciones. 112 yardas) y Bo Melton (5 recepciones, 62 yardas) para atrapar los pases de Jordan Love.

En la parte defensiva lo que más destacó fue la línea. Muy dominante contra la ofensiva de Chicago consiguiendo ejercer presión constantemente y acumulando 5 sacks contra el siempre escurridizo Justin Fields. Además hubo un buen diseño defensivo para este partido. Barry neutralizó la amenaza de carrera del quarterback de Bears con un jugador siempre pendiente en funciones de spy. Esto unido a las coberturas al hombre (por fin!) Consiguieron dificultar sus primeras lecturas, así que Fields lo tuvo complicado tanto pasar como correr con la pelota.

Incluso se fue agresivo en terceros downs mandando gente a presionar en lugar de meterlos a todos en cobertura, algo inaudito en las defensas de Barry. Eso sí, toda cobertura zonal que se propuso resultó tan improductiva como siempre. Mención especial al pass rush interior por parte de Karl Brooks y Devonte Wyatt. Cierto que ambos se aprovechan de todo lo que genera Kenny Clark, pero la sensación de amenaza que ambos jugadores provocan es sobresaliente. Es frustrante que nuestra unidad defensiva no haya sido más productiva durante la temporada, pero de esto ya habrá tiempo de hablar durante la offseason.

Ahora toca centrarse en el partido contra Dallas, en tratar de competir contra el segundo mejor equipo de la conferencia en un partido a vida o muerte y en comprobar si el equipo es capaz de estirar un poco más una temporada que ya ha llegado más lejos de lo esperado.

 

Sr.Z

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