Análisis Estadístico y Últimos Resultados

Green Bay Packers

Los Packers llegan con una ofensiva de alto volumen y buen equilibrio: promedian 360,4 yardas por partido (octavos de la liga), con 112,9 por tierra (16.º) y 247,5 por aire (8.º). Anotan 25,8 puntos de media, una cifra que los mantiene entre los equipos más productivos de la conferencia, y destacan por su eficacia en terceros y cuartos downs, con un 49% y 72% de conversión respectivamente. La protección del quarterback ha sido sólida, con solo 11 sacks permitidos y una media de más de ocho yardas por intento de pase. Jordan Love sostiene el ataque con 2.071 yardas, 13 pases de touchdown y apenas tres intercepciones, demostrando un notable control del ritmo y precisión.

Por tierra, Josh Jacobs continúa siendo la referencia, con 534 yardas y 10 touchdowns, aunque el ataque terrestre ha perdido algo de continuidad respecto a los primeros partidos. La baja definitiva de Tucker Kraft, líder en recepciones y yardas con 489 y seis touchdowns, obliga ahora a LaFleur a reinventar el plan ofensivo. Su ausencia no solo deja un vacío en la zona roja, sino también en la producción tras la recepción, donde Kraft sumaba más de 300 yardas. Para compensarlo, Romeo Doubs, Matthew Golden y especialmente Christian Watson, que regresó recientemente tras lesión, deberán asumir un papel más protagonista en el juego aéreo. Sin Kraft, los Packers necesitarán ser más creativos en formaciones y rutas cortas, utilizando a Jacobs y a los receptores en movimiento para mantener el dinamismo del ataque.

En defensa, Green Bay ha mostrado una consistencia de alto nivel, situándose entre las cinco mejores unidades de la NFL en yardas totales permitidas (286,4 por partido) y defensa contra la carrera (89,4). También limitan el juego aéreo rival a 197 yardas por encuentro y apenas 20,8 puntos encajados, gracias a un front seven disciplinado y una secundaria más agresiva que en campañas anteriores. Rashan Gary lidera la presión con 7,5 sacks, Quay Walker continúa como el motor del cuerpo de linebackers con 71 placajes, y Xavier McKinney aporta estabilidad y liderazgo en la retaguardia, además de dos intercepciones.

El conjunto mantiene el equilibrio en los intercambios de balón, con tres pérdidas y tres robos, y destaca en la gestión de penalizaciones y la presión sobre el quarterback rival, con un diferencial de sacks positivo (+11). Es un equipo que, pese a la irregularidad ofensiva, ha encontrado una base defensiva sólida sobre la que reconstruir su identidad. Pero con la pérdida de Kraft y la incertidumbre en la posición de kicker —donde LaFleur podría alternar entre McManus y Havrisik—, el desafío para los Packers será sostener la producción en ataque sin perder estabilidad en los equipos especiales ni en la línea defensiva.

Philadelphia Eagles

Philadelphia presenta una ofensiva de bajo volumen en yardas pero con pegada en el marcador: suma 304,4 yardas por partido (24.º), con 111,6 por tierra (19.º) y 192,8 por aire (24.º), pero convierte esa producción en 26,0 puntos por encuentro (10.º). Jalen Hurts está siendo extremadamente eficiente: 70,2% de completos, 7,8 yardas por intento, 15 pases de touchdown y solo una intercepción, pese a 25 sacks encajados que penalizan la continuidad de las series. Saquon Barkley aporta 519 yardas y cuatro touchdowns en el suelo, con Hurts sumando 207 y cinco anotaciones como arma en zona roja. En el juego aéreo, DeVonta Smith lidera con 588 yardas, A.J. Brown complementa con 395 y tres touchdowns, y Dallas Goedert añade 289 y siete recepciones de touchdown, configurando un trío que castiga errores en cobertura aunque el volumen total de yardas no sea alto. La ofensiva vive contrastes: floja en terceros downs (33%), muy agresiva en cuartos (78%), y con gran valor de posesión al limitar pérdidas (una intercepción, dos balones sueltos perdidos).

En defensa, los Eagles permiten 336,2 yardas por partido (23.º), 120,4 por tierra (19.º) y 215,9 por aire (18.º), con 23,1 puntos encajados (19.º). No es una unidad dominante en volumen pero sí genera acciones de impacto: 16 sacks, cinco intercepciones y anotaciones defensivas puntuales que han cambiado guiones de partido. El front reparte capturas entre Moro Ojomo, Jordan Davis, Za’Darius Smith y Jalyx Hunt, mientras que en la segunda y tercera línea Cooper DeJean, Reed Blankenship y Andrew Mukuba acumulan producción en placajes e intercepciones. En equipos especiales, Jake Elliott está perfecto en puntos extra (25/25) y fiable en field goals (7/9, con 3/4 desde 50+), y el despeje de Braden Mann (52,4 de media; 42,1 neta) ayuda a gestionar la posición de campo en un equipo que también penaliza más de lo deseable (486 yardas en castigos).

En conjunto, Philadelphia es un rival que vive de la eficiencia de Hurts, el equilibrio que aporta Barkley y el talento de Smith, Brown y Goedert para maximizar series con pocos errores, mientras su defensa, aunque permisiva en yardas, compensa con capturas, robos y special teams sólidos que inclinan la posición de campo