Justin Fields, el legendario ex QB de los Chicago Bears, declaró una vez ante los medios de comunicación que Green Bay era una ciudad aburrida en la que más allá del football no se podía hacer gran cosa. Como se suele decir, ofende quien puede y no quien quiere, por lo que las palabras de un insignificante osezno (en aquellos tiempos) no tardaron en caer en el olvido en la ciudad de los cuatro entorchados.

Sin embargo, algo bueno ha hecho este samaritano, que me ha dado una gran idea para un artículo. Estamos de acuerdo en que en Green Bay es religión, la importancia de los Packers llega a tal punto que si buscas en Google la palabra “Green Bay” aparecerá antes el equipo NFL que el propio pueblo. El nivel de pasión llega a tal punto en el que cada domingo la afición llena un estadio cuya capacidad es prácticamente la misma que la población de la ciudad.

Pero la pregunta es: ¿qué hacer en Green Bay una vez acaba la NFL? ¿A qué dedican los habitantes de este precioso pueblo su tiempo libre una vez ya están más que analizados los picks del draft? Ahora que no habrá noticias, ¿qué se puede hacer?

Traigo la solución. Si hay algo que caracteriza ala primavera es el baseball. Cuando en EEUU se bajan las cortinas tras la Super Bowl, la gente empieza a respirar el aroma de la madera de los bates, de la tierra que levantan los bateadores al robar una base. Gozar del sonido del guante del catcher al recibir la potente recta del pitcher.


Si hablamos de baseball y Wisconsin, lo primero que nos viene a la mente son los Milwaukee Brewers. Pero, ¿y si os digo que Green Bay tiene su propio equipo?

Los Green Bay Rockers son un equipo de la Northwoods League, una pequeña liga colegial que se celebra cada verano. Este equipo disputa sus partidos en el Capital Credit Union Park, con capacidad para 3.500 espectadores, que se encuentra a escasos minutos de Lambeau Field.


El equipo entró en la debutó en el año 2007 debido a una expansión dedos franquicias. En su año de debuto logró ganar su división, siendo así el primer equipo que lo lograba en su año de bautismo, aunque perdieron en la primera playoffs. No obstante el sabor de boca del equipo era bueno y los aficionados veían el futuro con optimismo.


El equipo logró mantener el buen nivel el año siguiente, pero lo más importante fue que lograron amasar una gran cantidad de aficionados. Los “sold out” eran la tónica habitual de cada partido, el estadio comenzaba a quedárseles pequeño.

A punto de cumplir la mayoría de edad, fue en este pasado 2023 cuando los Green Bay Rockers tocaron por primera vez el ansiado triunfo. Fue en una apasionante final, en la derrotaron a los St. Cloud Rox por un ajustado 4-3. Los Green Bay Rockers ya tienen más entorchados que Vikings y Lions juntos.

 

 

 

 

 


Si bien la Northwood League no tiene los focos ni el glamour dela MLB. Es un pasatiempo, más familiar y humilde que también tiene su encanto. Si algún día va usted a Green Bay y no hay football, tranquilo, quizás haya baseball.

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