No descubrimos nada nuevo si decimos que los Green Bay Packers son una franquicia especial dentro del deporte profesional americano. De hecho, es posible que ese sea el motivo por el que estás leyendo estas líneas. La ausencia de un dueño como tal, su historia, la tundra helada, su afición, y otras tantas cosas que marcan la identidad de la franquicia.
Una de estas señas de identidad es nuestro nuevo y patentado método de realizar reconstrucciones cortas, cuya mejor característica es la transición entre quarterbacks.
En el año 2005, para sorpresa de todos, Green Bay elige con la elección global número 24 a un quarterback del norte de California llamado Aaron Rodgers. En aquel momento, el flamante mánager general de la franquicia, Ted Thompson, entendía que la era Brett Favre estaba mostrando evidentes señales de agotamiento y decidió poner la primera piedra de la reconstrucción eligiendo a su chico de oro.
Durante los primeros tres años el joven jugador fue macerándose a fuego lento, aprendiendo lo que podía, empapándose del talento de su predecesor y aprendiendo los esquemas ofensivos del equipo. Fueron tres años de continuo salseo, con declaraciones salidas de tono, novatadas, y mucho football.
Al finalizar esos tres años de transición, Brett Favre emprendió, no sin un nuevo giro telenovelesco, camino hacia Nueva York, y la franquicia estaba lista para comenzar una nueva era bajo los mandos del nuevo quarterback. Con 25 años de edad, sus números durante esa primera temporada a los mandos, pero cuarta en la liga, fueron estos:
Temporada |
Récord previo |
Récord |
Edad |
Años en la liga |
Partidos |
2008 |
13 – 3 |
6 – 10 |
25 |
4 |
16 |
Estadísticas de Pase |
||||||
Completados |
Intentados |
% |
Yardas |
TD |
Int |
Passing Rate |
341 |
536 |
63,6 |
4038 |
28 |
13 |
93,8 |
7º mejor |
6º mejor |
10º mejor |
4º mejor |
4º mejor |
8º peor |
6º mejor |
Carrera | ||
Intentos | Yardas | TD |
56 | 207 | 4 |
6º mejor QB (76º mejor jugador) | 6º mejor QB (78º mejor jugador) | 1º mejor QB (46º mejor jugador) |
Esta tarjeta nos deja a las claras que estábamos ante un buen quarterback con un rendimiento muy, muy bueno para ser un novato a la hora de comandar un ataque de manera regular. Al margen de los números, las sensaciones que transmitía eran las de un quarterback de futuro, con bastante techo, pero que tenía que corregir su mecánica de lanzamiento, heredada de su época universitaria, su juego de pies y con margen de mejora en el porcentaje de acierto y en el cuidado del balón.
Doce años después, con un incipiente mánager general, Brian Gutekunst, comenzaba una nueva etapa en el equipo. Ý como todo mánager general que se precie, Brian quería iniciar su propia etapa, comenzar su legado. Coincidiendo con su llegada, Rodgers, al igual que Favre antes que él, estaba mostrando síntomas de agotamiento, de hastío con la franquicia. Y al igual que lo sucedido en 2005, el draft de 2020, Green Bay utilizó su primera selección global, 26 después de subir cuatro puestos, en un joven quarterback llamado Jordan Love.
Tres años después, con algún que otro drama de por medio, Rodgers ponía rumbo a Nueva York y la oportunidad que el joven jugador californiano estaba esperando llegó al fin. La tarea no era sencilla, no solo tenía que continuar el legado de toda una leyenda de la liga, sino dos. ¿Estaría a la altura de las circunstancias? ¿Se habría equivocado Green Bay al no aprovechar la última ventana de Super Bowl de Rodgers?
Sea como fuere la tarjeta presentada por Jordan Love, en su primer año como titular de la franquicia es la siguiente:
Temporada | Récord previo | Récord | Edad | Años en la liga | Partidos |
2023 | 8 – 9 | 9 – 8 | 25 | 4 | 17 |
Estadísticas de Pase | ||||||
Completados | Intentados | % | Yardas | TD | Int | Passing Rate |
372 | 579 | 64,2 | 4159 | 32 | 11 | 93,8 |
8º mejor | 5º mejor | 20º mejor | 7º mejor | 2º mejor | 10º peor | 11º mejor |
Carrera |
||
Intentos |
Yardas |
TD |
50 |
247 |
4 |
13º mejor QB (81º mejor jugador) |
11º mejor QB (74º mejor jugador) |
7º mejor QB (46º mejor jugador) |
Los números nos hablan de un buen quarterback, con potencial para convertirse en un quarterback franquicia de garantías. Solo el tiempo nos podrá decir hasta donde llega su techo, pero ojalá, que vaya puliendo sus defectos en las siguientes temporadas, y ojalá que explote dentro de unos años abriendo para nosotros otra ventana de Super Bowl.
Por el camino le queda mucho trabajo por delante. Tiene que pulir su juego de pies, tanto en la plataforma de lanzamiento como a la hora de los dropbacks (los pasos que dan los quarterbacks hacia atrás para ganar espacio antes de lanzar el balón). También, tiene que trabajar en la toma de decisiones, y quitarse de encima las ganas, lógicas por otra parte, de demostrar su valía en jugadas puntuales donde quiere hacer más de lo que ahora puede y que le han costado alguna que otra interceptación.
A su favor juega el inmenso talento para el puesto y una ética de trabajo fantástica, un liderazgo natural y un sentimiento de grupo muy positivo (invita a todo su equipo a sesiones de cine en su casa durante la temporada). Además, es consciente de sus errores y trata de mejorar en los aspectos en los que más flojea, errores que no parecen afectarle de una jugada a otra. Y no conviene olvidar que parece el hielo que corre por sus venas en las jugadas clave. Se equivoque o no, transmite la serenidad y la calma propias de un veterano.
¿Casualidad? ¿Serendipias? No. Simplemente, el probado y efectivo método Green Bay Packers para quarterbacks con talento.
Germán de la Puente