32º Fahrenheit

32º Fahrenheit, o lo que es lo mismo 0º Celsius, es la temperatura a la que el agua alcanza su punto de congelación y pasa de estado líquido a estado sólido. Sus moléculas se ralentizan hasta tal punto que se reorganizan cambiando las propiedades y la naturaleza del fluido mismo. Esta era la temperatura esperada para la hora del partido en Green Bay, una ciudad acostumbrada a este frio, y a mucho más, como acostumbrados están también unos Packers que hacen de esta adversidad climática un arma más con la que imponerse a sus rivales. Unos rivales que fueron bajado calorías poquito a poco quedándose sin vida, inertes cual bloque de hielo, hasta alcanzar su punto de congelación. Ese en el que los equipos de football se muestran incapaces de mover, cadenas, balón, sensaciones, … PUNTOS.

Desde que existe la NFL, siempre, todos los años, hay un partido que acaba con un equipo incapaz de hacer subir puntos al marcador. Con los 0 puntos del pasado Lunes, los Saints son el primer equipo de la temporada en conseguir este dudoso honor. Este roscón de reyes anticipado, o shutout en inglés, supone la 17ª vez que la franquicia se queda congelada en el marcador en sus 58 años de historia y la 3ª en lo que llevamos de siglo (en 2022 cayeron en San Francisco por 0 a 13, mientras que en 2002 cayeron en casa contra los 49ers por un vergonzante 0 a 38). Además, los Saints no encajaban un diferencial de 34 puntos o más desde 2005, cuando precisamente los Packers les endosaron un demoledor 52 a 3 en Lambeau Field, siendo estos -34 puntos el octavo peor diferencial de su historia (900 partidos hasta ahora).

Para los Packers la historia es un pelín diferente. En sus 105 años de historia, la franquicia de Wisconsin ha sido capaz de anular el ataque rival hasta hacerlo desaparecer la friolera de 108 veces, 8 de las cuales han sido en este siglo. Los Saints se unen a Seahawks (2021 – 17 a 0), Bills (2018 – 22 a 0), Jets (2010 – 9 a 0), Lions (2009 – 26 a 0), Vikes (2007 – 34 a 0), Bills de nuevo (2002 – 10 a 0) y Redskins (2001 – 37 a 0), equipos que han experimentado los 32ºF en su marcador. Además, este +34 de los Packers entra empatado en el top-25 de partidos con mayor diferencia de puntos a favor en los 1.450 partidos de temporada regular disputados por el equipo hasta este momento, y empatado en el 8º puesto de partidos de este siglo.

No es un secreto que esta temporada está siendo una temporada convulsa para el equipo de New Orleans, su mes de Octubre ha sido desastroso, pero lo vivido el pasado Lunes está a otro nivel. A uno que no se veía entre estos dos equipos desde hace más de 20 años. Y es que cuando a un equipo desnortado y sin profundidad de banquillo le quitas, por lesión, a su motor (Derek Carr), su principal amenaza por tierra (Alvin Kamara) y a sus principales amenazas por aire (Kamara, Olave, Valdes-Scantling, Shaheed) lo que queda es la nada, el cero glacial. Spencer Rattler se vio superado por la situación en todo momento, salvo un pase a una pierna en un movimiento más propio del tenis, Kendre Miller chocaba una y otra vez contra el muro que plantó el front 7 local, Dante Pettis no era capaz de capitalizar los pases recibidos y Jordan Mims se erigía como el segundo objetivo sin éxito ni profundidad. La diferencia de nivel era tal, que por momentos daba la sensación de estar viendo un encuentro entre dos equipos de categorías diferentes.

Homenaje a Mark Murphy parte 1 de 3 - packers.com
Homenaje a Mark Murphy parte 1 de 3 - packers.com

Y no hablamos solo de sensaciones. Ya se sabe que dato mata relato, pero en este caso tanto el dato como el relato van de la mano. Jayden Reed, Tucker Kraft y Romero Doubs sumaron entre los tres más yardas (159) que todos los Saints juntos (153), pero es que Josh Jacobs, él solito, corrió para más yardas (69) que todo el equipo rival (67) que tuvo en Spencer Rattler y sus scrambles a su máximo exponente con 28 yardas. Rattler tuvo un porcentaje de pases completados (50%) similar al conseguido por un Jordan Love (56%) que se dedicó en el segundo tiempo a probar jugadas nuevas y a practicar pases complicados. Y ahí acaban las similitudes, porque su efectividad en el campo no sustenta sus ínfulas de estrella exhibidas durante su etapa en la preparatoria. Su pase más largo fue de 21 yardas, 16 menos que el pase más largo de Love y 13 que el más largo de Buenik. Su rating, da igual si es el de toda la vida (51,1) o el sexy (19,3), es muy inferior al logrado por un Love que no jugó su mejor partido en su Toyotathon particular (88,7 y 89,1) y el logrado por un Buenik que sale a victoria por partido disputado (95,8 y 83,1). Ninguna pieza del ataque funcionó como se presupone en un equipo de la mejor liga de football del mundo.

Esta falta de producción se traduce en un equipo al que le cuesta avanzar por el campo y llegar lo suficientemente lejos con el football como para poder sumar puntos. En sus 9 posesiones, los Saints se vieron obligados a despejar en 4 de ellas, no lograron superar la barrera del 4º down en dos de ellas, sufrieron pérdida de balón (1 balón dividido y 1 interceptación) en otras dos, y en la restante se tuvieron que jugar un balón a la olla (Hail Mary) que se quedó corto. Solo consiguieron superar la barrera de la yarda 30 quesera en dos ocasiones. En la primera, con menos de 3 minutos por disputarse en el segundo cuarto, Keisean Nixon lograba placar a Rattler para una pérdida inicial de 10 yardas, que el bueno de Nixon convirtió en un fumble recuperado por Rashan Gary. En la segunda, con menos de 2 minutos y medio por disputarse en el tercero, Zayne Anderson intercepta un mal pase de Rattler, que buscaba a Foster Moreau en las proximidades de la zona de anotación. Eso es lo más lejos que una imperial defensa quesera permitió llegar al equipo rival. Y lo más cerca que estuvieron de anotar fue a falta de 15 segundos para la finalización del primer tiempo, cuando en la yarda 34, los Saints inician en formación shotgun buscando acercar el balón lo máximo posible para asegurar el tiro de campo y quien sabe si algo más. Rattler no lo ve claro y aguanta el balón, y retrocede, y lo aguanta, y retrocede… y ¡Sack de Devonte Wyatt! 12 yardas menos que hacían inviable el tiro a palos y el poder irse al descanso con la posibilidad de enlazar dos posesiones anotadoras.

Muy buen trabajo de la defensa, capaz de anular a un equipo que se mostró como un juguete roto en sus manos. Un juego de presión al QB muy efectivo el mostrado por los pupilos de Hafley, por segunda semana consecutiva que registró 3 sacks (Nixon, Cox Jr. y Wyatt), 6 golpes al QB y nada menos que 5 placajes para pérdida de yardas. Y eso sólo en las trincheras y el backfield rival, porque además, la defensa se mostró excelente en la cobertura del juego aéreo impidiendo 4 pases y logrando 1 interceptación. La baja de Quay Walker no se ha notado en absoluto, más bien al contrario. Perdemos el caos que genera Quay, pero ganamos más snaps de un defensor que está llamado a hacer grandes cosas, nuestro King Koopa particular, que se erigió una vez más como el líder de la defensa en placajes. Juego sólido por parte de la secundaria también, con un McKinney que estuvo a punto de interceptar un nuevo pase lanzado por algún incauto a su zona de cobertura y unos laterales que no permitieron muchas alegrías a pesar de que Jaire Alexander finalmente no pudo ser de la partida. Ojo porque con este partido, Jaire se ha perdido 30 de los 64 disputados por el equipo en las últimas cuatro temporadas (46,9%). El año que viene tocará sentarse en la mesa de negociación y ver qué hacemos con sus 25M de impacto contra el límite salarial.

Si la defensa estuvo bien, la línea ofensiva volvió a demostrar que es una de las unidades más compactas de la liga. Sin hacer mucho ruido como otras, pero haciendo bien su trabajo, sin estridencias, pero contundentes. Una vez más, volvieron a ser capaces de abrir las puertas francesas necesarias para permitir que nuestro juego de carrera funcionase una vez más. También fueron capaces de comprar todo el tiempo del mundo para que Jordan Love ejecutase por aire permitiendo nada más que 3 contactos con él. Otro partido más sin sacks para nuestra línea, segundo partido consecutivo, y tercero de los últimos cuatro encuentros para un total en lo que llevamos de temporada de 16 (segundos de la competición por detrás de los Bills con 14 y por delante de los Broncos con 22).

Homenaje a Mark Murphy parte 2 de 3 - packers.com
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Y todo ello siguiendo el patrón que ha usado el equipo en la mayoría de partidos de esta temporada. Imponer el ritmo del partido desde el coin toss (lanzamiento de moneda) percutiendo desde la primera posesión por tierra en el primer cuarto, para diversificar el libro de jugadas en el segundo, tratando de maximizar la ventaja al descanso como para matar al rival en la segunda parte gestionando el tiempo y el resultado. 100% fórmula LaFleur, 100% fórmula Packer.

Para que esta fórmula funcione tiene que haber un jugador diferencial que sea capaz de romper bloqueos, de esquivar placajes, de sumar yardas y de anotar touchdowns. Un jugador como Josh Jacobs, que supone una amenaza constante para las defensas rivales y que hace la vida más fácil tanto a Jordan Love como al equipo cuando la cosa se pone fea. 17 veces participó Jacobs activamente (touches) en otras tantas jugadas ofensivas (28 snaps), consiguiendo 69 yardas de carrera y otras 38 en jugadas de pase para superar una vez más la barrera de las 100 yardas y anotar un touchdown. Sexto partido consecutivo anotando, al menos, un touchdown de carrera en lo que supone la segunda mejor racha de la historia del equipo tan solo por detrás de nuestro Chico de Oro, quien en 1960 lo logró en siete ocasiones consecutivas. 64 años de récord. Lo tiene a tiro contra Vikes y Bears.

De los 9 jugadores que realizaron carreras para los Packers, tanto Emanuel Recortitos Wilson (4,7 yardas por carrera), como Chris Brooks (3,8) suplieron con garantías a Jacobs y lograron entre los tres algo nunca visto en la franquicia desde que en 2009 Ahman Green, Ryan Grant y Brandon Jackson hicieran lo propio contra los Seahawks. También funcionó la rotación de los receptores, obligada por la tempranera lesión fortuita de Christian Watson, nada serio, gracias a la aportación de Jayden Reed (76 yardas), Tucker Lonchitas de Queso Kraft (63), Romeo no doubts (20) y Dontayvion Butterhands Wicks , quien a pesar de producir solo 13 yardas logró reconciliarse con la zona de anotación en una ocasión. Y para rematar, ¡Qué tranquila es la vida cuando cuentas con un kicker de garantías! Otro partido perfecto de Faralo que entre pitos (2 de 2) y flautas (4 de 4) subió 10 puntos más al marcador que todos los Saints juntos.

Partido especial también en la banda. El equipo entrenado por Matt LaFleur consiguió nada menos que 34 a favor y 0 en contra, gracias a las más de 400 yardas logradas por el ataque y las menos de 200 permitidas por la defensa. A lo que hay que sumar 0 pérdidas de balón, 0 fumbles, 0 sacks permitidos y, porque no decirlo, 0 tiros a palos fallados. Todo ello con una temperatura ambiente de unos 0ºC. Nadie en la historia de la liga había logrado algo así antes. Además, esta victoria contribuye a acrecentar la leyenda de Matt LaFleur en Diciembre. Un mes que se le da como anillo al dedo a nuestro entrenador, que ostenta un porcentaje de victorias del 86,4%, el mejor de siempre también en la historia de la liga, por encima incluso del logrado por un tal Vince Lombardi (84%). Un Vince Lombardi que sigue ostentando, sin embargo, el mejor porcentaje de victorias de la historia de la franquicia con un 75,4% ¿Por delante de quién? Efectivamente, Matt LaFleur y su imponente %.68%. Parece que a pesar de sus defectos tenemos un buen entrenador.

Homenaje a Mark Murphy parte 3 de 3 - packers.com
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Sin embargo, aunque fuimos capaces de congelar a los Saints, no todo fueron alegrías, puesto que el equipo sigue mostrando algunos automatismos ligeramente preocupantes. Por ejemplo, seguimos tratando de engañar a nadie con nuestros amagos en 4º downs medios buscando la falta rival. Los equipos nos tienen tomada la matrícula en este sentido y fue bastante penoso ver como lo intentamos sin éxito, una vez más, ante una banda como son los Saints. Si fuimos capaces de disimular nuestras Reed Sweets empleando a otros receptores con éxito, Watson en este partido sin partido sin ir más lejos, deberíamos ser capaces de no volvernos previsibles en estas situaciones de cara a playoffs.

Otro de los lunares es no haber gestionado mejor los minutos de nuestros mejores jugadores en la segunda parte. Cuando juegas contra un rival capaz de cometer una falta por exceso de personal en el campo en una jugada de ataque, se hace evidente la necesidad de dosificar a los mejores jugadores para evitar males mayores de cara a la post-temporada. Lo hicimos con Jacobs, pero tardamos bastante en sentar a, por ejemplo, Jordan Love. Malik Willis saltó al terreno de juego cuando apenas quedaban menos de 6 minutos para la conclusión del encuentro, tiempo más que suficiente para que Willis se pusiese la capa de Buenik y conectase un precioso pase lateral de 34 yardas en una posesión que terminó en touchdown. Un Buenik que cuenta sus partidos por victorias (5-0 si no contamos los dos snaps frente a los Eagles en el primer partido de la temporada).

Partido algo gris de un Jordan Love que acusó la falta de intensidad del rival. Volvió su peor versión de la temporada en algunos tramos del partido, lanzando bombitas fácilmente interceptables, de no ser porque los jugadores rivales se peleaban entre sí perdiéndolas irremediablemente en la disputa, en lo que fue toda una demostración footballística de algunas de las teorías de John Nash. Tampoco es muy habitual ver un mal despeje de Daniel Whelan, pero en este partido pudimos ver uno de tan solo 33 yardas. Distancia muy corta para lo que nos tiene acostumbrados el bueno de Daniel que ya lleva dos partidos sin rozar la excelencia. Sin embargo, 0 puntos del rival, 0 dramas.

Es costumbre cuando se juega al futbolín, que si el rival se queda congelado a 0 goles tenga que pasar por debajo de la mesa. Ignoramos lo que se hace por tierras americanas, pero seguro que bonito no es.

Los dos rombos de antes o nopor como se lo conoce ahora - packers.com
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Germán de la Puente