Si me lo permitís, antes de ir al fondo del asunto quiero felicitar a todo el equipo de SpanishPackers por el trabajazo que llevan haciendo desde hace tantos años y en especial por la guía tan maravillosa que publicaron el pasado mes de agosto. Al mismo tiempo, quiero darles las gracias por brindarme la oportunidad de publicar un texto después de tanto tiempo.

He de reconocer que nunca me gustó escribir sobre nuestro tan amado equipo pero por alguna extraña razón, tras la primera semana de competición me han entrado ganas de plasmar en un folio cuales son las sensaciones con las que acabé tras la derrota del pasado viernes ante los Philadelphia Eagles. Si bien nada de lo que podéis leer a continuación es definitorio, no son más que las primeras impresiones de una temporada que a buen seguro dará mil vueltas, creo que es necesario ir monitoreando la evolución de ciertos aspectos del juego mostrados sobre el Arena Corinthians.

Por cierto, a propósito del estadio, me parece indigno de la NFL, que tiene como gran propósito para la próxima década llegar a todos los rincones del mundo, que haya llevado a dos de sus franquicias a jugar a un terreno de juego totalmente inadaptado para la práctica deportiva. Más allá de que cada acción estuviera condicionada por los múltiples resbalones que sufrían los jugadores de ambos equipos, es inaceptable poner en riesgo la salud de los mismos y tenemos que dar gracias de que no presenciáramos mayores percances en forma de lesiones.

Precisamente fue una lesión la que provocó que todos los queseros termináramos el encuentro con las manos en la cabeza y el rostro pálido como el papel en el que escribo. En un momento en el que ya empezaba a asomar el número uno en nuestro casillero de derrotas, cualquier posible desolación por tal hecho quedo totalmente colapsada al ver a Jordan Love tendido en el emparrillado con evidentes gestos de dolor. Si bien parece que hemos esquivado una bala y que la lesión le hará perderse menos partidos de los que se puede contar con los dedos de una mano (yo apuesto a que a más tardar en la semana cuatro lo tenemos de vuelta), no me podéis negar que el sábado fue un día complicado. Al menos yo estuve de los nervios hasta que tras el regreso de la expedición a Green Bay y la posterior exploración del QB, no supimos que todo se había quedado en un esguince de rodilla.

 

Jordan Love en el suelo, y el corazón quesero, en un puño / abcnews.com

 

Centrándonos ya en lo que fue el juego de nuestro jugador franquicia, he de reconocer que aunque ni mucho menos me disgustó su actuación, creo que pudo haber dado un poco más. Si el año pasado Love sufrió un sus carnes un escrutinio minucioso de todos y cada uno de los aficionados de la NFL con la intención de dictaminar si podía ser digno heredero de Rodgers, esta campaña el análisis entorno a su juego irá dirigido a si se merecía el contrato que ha firmado y si es realmente capaz de consolidar a los Packers como un equipo candidato. Es decir, mayores expectativas y mayor exigencia.

Love mezcló acciones de muchísima calidad con algún que otro lanzamiento errático. Seguramente el estado del césped le afectó, es la primera semana de competición y como todo jugador en su posición debe desempolvar su brazo, pero si pretendemos codearnos con los gallitos de la Nacional y aspirar a alcanzar la Super Bowl, es en estos enfrentamientos en los que no debe mostrar ningún atisbo de inconsistencia.

Otro aspecto que quiero exponer sobre la ofensiva es la confirmación de Jayden Reed como receptor uno. O más bien como nuestro receptor más productivo. Por su estilo de juego, Doubs sea posiblemente el WR que más targets acapare a lo largo de la temporada pero Reed demostró que de todo el grupo es el jugador con mayor capacidad para hacer un daño verdaderamente importante a las defensas rivales. Su polivalencia, velocidad, técnica, calidad y ambición así lo atestiguaron y estoy completamente convencido de que veremos varias actuaciones estelares como la del kickoff. 171 yardas totales y dos TD que pudieron ser tres si Musgrave no se hubiera dormido en los laureles y hubiera logrado salir del campo a tiempo durante la free play que buscaba Love en el primer drive del partido.

Sé que la mayoría de vosotros tenéis todas las papeletas puestas en Christian Watson. En este tema voy a contracorriente y he de confesar que no es santo de mi devoción. Sé que en su año rookie sus números en cuanto a anotaciones se refiere fueron excelentes y que tiene unas condiciones perfectas para dominar la posición pero a mí me deja frío semana tras semana. Algunos diréis que las lesiones no le han permitido desarrollarse pero lo que yo veo es a un jugador incapaz de aprovechar el poderío físico que atesora y que la gran mayoría de los cornerbacks, aunque con menos condiciones atléticas que Watson, juegan más duro y agresivo que él y terminan por ganarle la partida. Espero equivocarme en esta apuesta pero tengo la sensación que otros nombres le podrían ir quitando protagonismo.

Y aprovechando que ha salido el nombre de Musgrave, quiero cerrar la parte dedicada al ataque sin dejar de comentar la batalla abierta que existe en la posición de tight end. Al contrario de lo que gran parte de aficionados podía pensar, el viernes el staff no solo eligió a Tucker Kraft como titular sino que jugó prácticamente todos los snaps ofensivos, exactamente el 96% de los mismos, frente al 25% que sumó el número 88. Tengo para mí que Kraft es un jugador realmente inteligente y que además de leer muy bien lo que ocurre sobre el campo es capaz de ejecutar a la perfección lo que le piden desde la banda. Musgrave es un tight end más espectacular pero va a tener que ponerse las pilas sino quiere quedar rezagado.

 

Kraft & Musgrave / acmepackingcompany.com

 

Turno para la defensa, la que tantos quebraderos de cabeza nos lleva dando desde tiempos inmemoriales. En esta parte del campo hay muy poquito que rascar. No me gustó casi nada y salvo algún que otro coletazo se vio muy superada durante los sesenta minutos. No quiero parecer demasiado injusto, ya sé que nos enfrentábamos a una de las ofensivas más poderosas de la liga y que era la puesta en escena de Jeff Hafley, pero sí hoy por hoy quieres ganar partidos no te pueden anotar 34 puntos.

Voy primero con lo que más me agradó. La dupla de safeties parece que se complementa bien, con un McKinney destacado y un Javon Bullard que aunque sufrió también dejó muestras de sus buenas lecturas. Hay muchas esperanzas puestas en esta unidad y teniendo en cuenta que era la primera vez que jugaban juntos, que uno de ellos se estrenaba como profesional y que como ya he comentado delante tenían un plantel lleno de talento, creo que nos podemos ir satisfechos con lo visto.

Siguiendo con la secundaria, me pareció ver a un Eric Stokes algo más rápido y metido en el partido que lo visto en lo poco que jugó en 2023 y Nixon ofreció seguridad jugando en el interior. Estoy convencido que este último puede ser una de las grandes revelaciones en la defensa de Hafley. Depositando en él confianza y utilizándolo como comodín podría llegar a ser uno de los nickel back más fiables de la competición.

El otro nombre que quiero destacar es el de Edgerrin Cooper. Jugó apenas once snaps defensivos y aunque es una muestra ínfima, en casi todas las acciones estuvo acertado. Sumado esto al partido infame que hizo Quay Walker, me parece urgente que Cooper se convierta más pronto que tarde en nuestro MLB y que Walker pase al will, ya que no tiene los fundamentos necesarios para dirigir la defensa desde el centro. Ojo porque podemos haber encontrado al linebacker que llevamos buscando desde la salida de A.J Hawk el siglo pasado.

 

Menos McDuffie y mas Cooper / acmepackingcompany.com

 

Más allá de esto, el vacío. Gary tiene que aportar muchísimo más, no vale con el ímpetu y sus ganas de jugar. El único sack que hizo fue en una jugada en la que la OL de Eagles no saltó al snap porque que creían que había un offside y si revisáis con calma el partido podréis comprobar que el meneo que le mete Lane Johnson es tal que parece que tiene enfrente a un edge rusher de high school. No le hizo ni cosquillas. A Kenny Clark tampoco se le vio y en el otro extremo de la línea es preocupante la poco que participó Van Ness. Se podría intuir que a los entrenadores no les convenció durante el training camp pero visto lo visto de nuestros titulares, ¿qué puede ir peor? Es hora de darle la alternativa.

No quiero despedirme de la defensiva sin atizarle a Jaire Alexander. Si eres el CB mejor pagado de la liga no te pueden hacer trajes como los que te hacen en un partido sí y en otro también. Su lado del campo debería ser una isla y por el contrario es más una capital de provincia, por ahí pasa todo
el mundo y los QBs rivales no tienen ningún pudor en lanzar a su lado. Yo era de la opinión que debió ser el CB traspasado durante la última Regular Season y no un Rasul Douglas que era el alma de la defensiva. Sin duda, Alexander es uno de los jugadores más sobrevalorados de la actual NFL.

Por último, los problemas en la posición de kicker lejos de desaparecer siguen muy presentes. Narveson fue firmado en waivers pocos días antes del estreno pero su posición no acarrea ningún tipo de aprendizaje ni asimilación de playbook. En el football actual y con el poderío que muestran
otros jugadores de su posición un field goal de 43 yardas debe ser bueno sí o sí. No hay más. Espero que dejé los nervios a un lado y que comience desde este próximo domingo a ser una garantía. En encuentros tan apretados como este último o como el disputado en el divisional de hace unos meses es imperial no dejarse puntos.

Como resumen, si bien hubo algún punto positivo (la OL me gustó tanto en pass pro como en carrera apoyando a un Jacobs que terminó super entonado) y más allá de un ataque que demostró que sube puntos al luminoso con cierta facilidad y constancia, el equipo se me pareció más de lo que me hubiera gustado al de las primeras semanas de 2023. Muchas, muchísimas penalizaciones que nos privaron de anotar más; una defensa débil que agoniza en un último drive de más de siete minutos (que recuerdos) sin ser capaz de devolver el ovoide a Jordan Love; un kicker que nos obliga a llegar a redzone en cada drive para que pueda acertar. En definitiva, mucho trabajo por delante.

De todas formas no quiero que penséis que veo todo negro. Soy bastante optimista, el margen de mejora es enorme, tuvimos contra las cuerdas a un de los máximos candidatos al anillo y Love estará de regreso muy pronto. Pero quería poner de relieve todo aquello que no fue de mi agrado y que desde mi punto de vista es necesario mejorar desde ya. El fin de semana abrimos la Tundra y tenemos la oportunidad de dar una mejor versión. Confianza plena en LaFleur y su staff. Vamos que la temporada es muy larga y esto acaba de empezar.

 

Go Pack Go!!!

Por Stéfano Prieto

@Stefano_USA

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