Gracias sean dadas al Hacedor

Ahora que todos los focos se centran en el posible sustituto para el puesto de coordinador defensivo que ha quedado vacante tras el fulminante despido de Joe Barry, no hay que perder de vista otra posible baja, en este caso voluntaria, que podría ser bastante sensible para nuestra progresión como equipo en general y para el devenir de nuestro joven quarterback en particular. Hablamos, como no podía ser de otra manera, de nuestro hacedor de quarterbacks estrella.

Hablamos de Thomas Albert Clements.

Nacido un 18 de junio de 1953, en el pequeño pueblo de McKees Rocks (Pennsylvania), el bisoño Tom compaginaba el básquet con el fútbol americano durante su época de instituto en la escuela católica Bishop Canevin High School (Pittsburg). Y al chaval no se le daba mal eso de la canasta, dado que la universidad de North Carolina le ofreció una beca de estudios. Jugosa oferta de una universidad con mucha trayectoria en el baloncesto universitario que, afortunadamente para nosotros, rechazó para dedicarse en cuerpo y alma a su gran pasión, el fútbol americano. En aquel tiempo ya destacaba no solo en la faceta deportiva, convirtiéndose en el único jugador en tener retirado su número, sino en la de estudiante aplicado al ir sacando sus estudios con muy buenas notas.

Al finalizar su etapa de instituto, Clements llamó la atención de varias universidades siendo la Universidad Notre Dame (Indiana) la elegida. Fue el quarterback titular desde 1972 hasta 1974 con el equipo de los cascos dorados. Durante este periplo universitario consiguió unos números bastante notables que se tradujeron en sendas victorias frente a la poderosa Crimson Tide de Alabama. Derrotándolos primero en la Sugar Bowl de la temporada 1973 y finalmente en la Orange Bowl de la temporada 1974. Su trayectoria en el futbol universitario le valió para ser el cuarto nominado, y primer QB, para el Trofeo Heisman de 1975 que acabó llevandose Archie Griffin, RB de Ohio State. Eran otros tiempos.

Clements en el lanzamiento que le dio la victoria a su equipo en la Sugar Bowl de 1973 - allstatesugarbowl.org
Clements en el lanzamiento que le dio la victoria a su equipo en la Sugar Bowl de 1973 - allstatesugarbowl.org

Además de destacar en el campo, durante su ciclo universitario Tom no se limitaba a repartir juego a diestro y siniestro, sino que terminó sus estudios licenciándose en económicas en 1975.

A pesar de todo, Clements no resultó elegido en el draft de 1975 y tuvo que emigrar una vez más para hacer lo que más le gustaba a la fría Canadá, donde unos Rough Riders (Ottawa) que andaban bastante perdidos en la posición, desde que en 1969 se retirase Russ Jackson, le dieron una oportunidad. No necesitaba más para demostrar su valía, solo una oportunidad.

Durante los cuatro años que permaneció en el equipo compartió el puesto de titular con Condredge Holloway. Clements era mejor pasador. Holloway era mejor corredor. Ambos eran imprevisibles. Llegaron a formar una buena pareja en el backfield, alternándose las titularidades y los snaps durante el período de 1975 a 1978. No obstante, Tom se convirtió en un jugador clave durante la Grey Cup de 1976 al conectar un pase de Touchdown con Tony Gabriel, lo que a la postré valió para conquistar la última Grey Cup que figura en el palmarés del equipo a día de hoy.

Al finalizar su último año de contrato con los Rough Riders de Ottawa fue traspasado a los Roughriders (no tenían más nombres parece ser) de Saskatchewan. Su rendimiento estuvo lejos de ser el esperado, motivo por el cual acabó siendo intercambiado a mitad de temporada a los Tigercats de Hamilton, donde, ahora sí, tuvo un rendimiento notable que le valió un contrato con los Kansas City Chiefs de la NFL.

No llegó a cuajar en la liga americana y al año siguiente regresó a la liga canadiense con su antiguo equipo, los Tigercats, con quienes firmó sus mejores temporadas como profesional en 1981 y, sobretodo, 1982, cuando registró 4706 yardas de pase para 26 TD (23 Int) y un porcentaje de pases completados de 65,2%.

Tom Clements armando el brazo en un encuentro de los Tigercats
Tom Clements armando el brazo en un encuentro de los Tigercats

Al año siguiente fue intercambiado a los Blue Bombers por Dieter Brock, legendario QB de los oriundos de Winnipeg y futuro miembro del Salón de la Fama, donde vivió sus últimos años como jugador. En su estancia de cuatro temporadas en el equipo conquistó una Grey Cup, la primera para los Bombers, precisamente contra las Tigercats de Brock.

Finalmente, en 1987, el “2” decidió colgar definitivamente el casco. Al finalizar su carrera, Tom Clements había firmado una tarjeta de 39041 yardas de pase con un 60,3% de pases completados, había ganado el Rookie del año de 1985, el MVP de 1987, y conquistado, además, dos Grey Cups. Todo ello le valió para ingresar en el Salón de la Fama de aquel país en 1994.

Durante su etapa como jugador en la CFL, Tom siguió labrándose un futuro compaginando los terrenos de juego con las aulas para completar sus estudios académicos consiguiendo nada menos que terminar su doctorado en Jurisprudencia (Juris Doctor) con la calificación más alta posible, es decir, Magna Cum Laude, en 1986 (Notre Dame).

De esta manera, cuando sus días sobre el césped llegaron a su fin en 1987 pudo trabajar durante cinco años en un importante bufete de Chicago antes de entrar en la órbita del deporte universitario americano en, como no podía ser de otra manera, la Universidad de Notre Dame. Con los Fighting Irish desempeñó la labor de entrenador de quarterbacks durante 2 años antes de ascender al puesto de asistente de entrenador principal en 1995. Todo ello bajo la atenta mirada de Lou Holtz, una leyenda de Notre Dame.

Como en él era habitual, además de entrenar a los dorados y azules realizaba la labor de profesor adjunto en la Facultad de Derecho, donde impartía clases de derecho relacionado con el deporte.

Por sus manos pasaron los QBs Rick Mirer que acabó ganando el premio a Rookie del año de 1993 y Ron Powlus, jugador con una gran proyección en su momento, pero cuya carrera profesional fue más bien nula. No obstante, en el momento de su graduación (1997) era el líder estadístico histórico de la universidad en pases intentados, completados, yardas y touchdowns. También tuvo la oportunidad de ayudar a desarrollar al WR Derrick Mayes, drafteado en segunda ronda por los Packers en 1996.

Un año antes de la retirada como entrenador principal de Lou Holtz, Tom Clements decide dejar la universidad y probar a ejercer como abogado durante 1996. Durarte este tiempo, mantuvo contactos con los New Orleans Saints, quienes, en 1997, le ofrecerían su primer trabajo dentro del deporte profesional como entrenador de QBs. Se iniciaba así una larga carrera profesional como “hacedor” de quarterbacks. Durante su etapa con los Saints (1997 – 1999) ayudo a mejorar su juego tanto a Jake Delhomme como a Kerry Collins.

Al finalizar la temporada de 1999, Clements abandonó New Orleans y puso rumbo a Kansas City para trabajar en el desarrollo de Elvis Grbac, al que consiguió llevar a nivel Pro-Bowl.

El trabajo de Clements no pasó desapercibido por los Steelers, quienes no dudaron en hacerse con sus servicios en la temporada de 2001. Con ellos estuvo tres temporadas en las cuales ayudó a elevar el nivel de Kordell Stewart primero, llevándolo a Pro-Bowl, y de Tommy Maddox, después, que consiguió además de una nominación para la Pro-Bowl, el premio Comeback Player of the Year en 2002.

Tom Clements conversando con Tommy Maddox durante un encuentro de los Steelers - gettyimages
Tom Clements conversando con Tommy Maddox durante un encuentro de los Steelers - gettyimages

Era el momento de dar un paso adelante en su carrera, y en 2004 firma por los Buffalo Bills como coordinador ofensivo. En su primera temporada en el puesto consigue aumentar la producción del equipo en 152 puntos además de reducir el número de sacks concedidos un 25% (38 en total). A nivel individual los más favorecidos acabaron siendo el running back Willis McGahee, que se convirtió en el quinto RB de la historia del equipo en enlazar dos temporadas consecutivas con 1000 yardas de carrera, y el QB Kelly Holcomb, que registró un porcentaje de pases completados de 67,4%, record por aquél entonces de la historia de la franquicia.

Estos números no fueron suficientes cuando al año siguiente, el nuevo mánager general, su antiguo entrenador en los Chiefs Mark Levy, decide contratar a Dick Jauron como entrenador jefe, que despide a Tom Clements como coordinador ofensivo. Con este movimiento, estaban contribuyendo, sin saberlo, a construir la leyenda de QBs legendarios de una franquicia ubicada al norte del país y que viste de verde y oro.

Soplaban vientos de cambio en el año 2006 para los Packers. Tras perder dos temporadas consecutivas en postemporada jugando en casa, la etapa en la que Mike Sherman ocupaba los roles de manager general y entrenador principal llegó a su fin. Hubo cambios a muchos niveles en el equipo. Se contrató a Ted Thompson como mánager general y se decidió contar con los servicios de Mike McCarthy como entrenador principal para la parcela deportiva. Después de varias entrevistas, McCarthy decidió incorporar al equipo de asistentes a Tom Clements en el puesto de entrenador de QBs.

Tom Clements, luciendo melena, compartiendo impresiones con Brett Favre
Tom Clements, luciendo melena, compartiendo impresiones con Brett Favre

No le costó coger carrerilla. En su primer año trabajando con Brett Favre ayudó al QB a mejorar en el cuidado del football consiguiendo reducir el número de interceptaciones de la estrella un 37% (18 totales). En su segundo año con Brett Favre consiguió elevar el nivel general del QB que mostraba claros síntomas de agotamiento con la franquicia. Bien sea por el trabajo con Clements, o bien sea por las ganas de demostrar su valía del propio Favre, lo cierto es que la temporada 2007 supuso una de las mejores, a nivel estadístico, de la leyenda quesera. Al cuidado del balón conseguido el año anterior, Favre incorporó una mayor precisión en el pase, lo que le permitió conectar más lanzamientos que el año anterior, lanzando menos y anotando más. Por primera vez desde 1996 Favre tenía un rating superior a 95.

Tras muchos dimes y diretes, retiradas y retornos, y dramas varios, Green Bay Packers y Brett Favre separaron sus caminos en 2008 cuando fue traspasado, en pleno vuelo hacia Florida, a los New York Jets. En ese momento, toma el testigo un joven quarterback de Chico, California, llamado Aaron Rodgers. Ahí estaba Tom para guiar al joven jugador.

Tom Clements, con menos pelo, hablando con Aaron Rodgers - reddit
Tom Clements, con menos pelo, hablando con Aaron Rodgers - reddit

Tras sus primeras dos temporadas, Rodgers se convierte en el primer quarterback en toda la historia de la liga, en ese momento, en sumar más de 4000 yardas por aire tanto en su temporada rookie como en su año shopomore. El joven jugador demostraba partido tras partido un buen cuidado del balón y un elevado porcentaje de pases completados que le valieron un rating de 98,5 de media. Al año siguiente el equipo consiguió conquistar la SuperBowl XLV frente a los Steelers, con un Rodgers clave que fue nombrado MVP de la final. El jugador siguió creciendo a la sombra de Clements y en la búsqueda de un segundo anillo de campeón, que no llegaría, realizó una de las mejores temporadas de siempre registradas por un QB. En el año 2011 alcanzó un rating de 122,5 fruto de 4643 yardas aéreas y un 68,3% de acierto en el pase para 45 TD y 6 interceptaciones. Con estos números no es de extrañar que fuese el ganador del MVP de la temporada por primera vez en su carrera.

Pero no solo Rodgers se benefició del trabajo de Tom Clements. Durante la temporada MVP del “12”, el eterno suplente de cuarto año, Matt Flynn, jugó el último partido de la temporada regular frente a los Lions. Ese frío día de año nuevo de 2012, en su segundo partido como titular, el poco experimentado jugador y el entrenador de QBs estuvieron trabajando en la banda con fotos y esquemas en los que Clements le iba mostrando lo que se suponía debía hacer ¡Y vaya si lo hizo! Al finalizar el encuentro, el bueno de Matt había logrado un par de récords históricos de la franquicia al conseguir en un solo partido 480 yardas por aire y 6 TD. Los que sumados a los 5 TD conseguidos por Rodgers la semana anterior frente a Chicago, convierte a los Packers en la primera franquicia de la historia en conseguir que dos QB diferentes sumen 5 pases de Touchdown, o más, en dos partidos consecutivos.

Debido al rotundo éxito que supuso la temporada 2011, Clements fue ascendido a coordinador ofensivo para la temporada 2012. Su trabajo en esta faceta se tradujo en buenos guarismos para el equipo como, por ejemplo, anotar más de 27 puntos por partido o permitir solo 16 pérdidas de balón en toda la temporada.

Clements mantuvo este puesto para la temporada siguiente donde el ataque siguió creciendo logrando 6404 yardas ofensivas, registro que se encuentra solo por debajo de las 6482 yardas logradas en 2011. Varios jugadores se beneficiaron de una ofensiva que ese año que explotó el juego de carrera como hacía una década que no se veía en Lambeau Field. Jugadores como el running back Eddie Lacy, que consiguió el record histórico de la franquicia de yardas terrestres para un rookie y fue elegido para la Pro-Bowl, o como el quarterback suplente Scott Tolzien, que lanzó para 339 yardas en su partido de debut, el que más en la historia de la franquicia.

Su último año como coordinador ofensivo, 2014, se tradujo en una ofensiva que consiguió anotar 486 puntos (30,4 por partido), la tercera mejor marca histórica del equipo. A nivel personal, el mayor beneficiado fue Aaron Rodgers, quien conseguiría su segundo MVP de la temporada al alcanzar un rating de 112,2 con 4381 yardas por aire y un 65,6% de pases completados para 38 TD. Todo ello con solo 5 interceptaciones que se sumaban a las escasas 13 pérdidas del equipo. Marca de la casa. También se beneficiaron los receptores Jordy Nelson y Randal Cobb que se convirtieron en la primera pareja de la historia de la liga en superar las 90 recepciones, 1200 yardas y 12 TD en una sola temporada. Ambos receptores.

Los siguientes dos años se alejó de las labores de entrenador y los pasó como ayudante del entrenador principal. El segundo es el que más destacable de los dos al ser el octavo año seguido que los Packers se metían en playoffs (4 mejor racha histórica de la liga en ese momento) y siendo el año en el Rodgers (401) superó a Favre (372) con el mayor número de pases completados en la historia de la franquicia. Al finalizar la temporada, McCarthy decidió no renovar el contrato de un Clements de 63 años decidiendo apostar por otro perfil para el puesto de asistente.

Tras dos años fuera de la liga, los Arizona Cardinals deciden contar con Tom Clements para los puestos de coordinador de pase y entrenador de QBs, recayendo las labores principales de coordinador ofensivo en el entrenador principal Kliff Kingsbury. Tom volvía a realizar la labor de desarrollo y potenciación de la posición de quarterback.

Tom Clements escuchando a Kyler Murray - azcentral.com
Tom Clements escuchando a Kyler Murray - azcentral.com

Su trabajo se vio reflejado en los números de Kyler Murray, el QB de Oklahoma Sooners seleccionado por los Cardinals en el número 1 del draft de 2019. Bajo la tutela de Clements, Murray logró convertirse en el sexto QB de la historia de la liga en superar las 3500 yardas de pase y las 500 de carrera, en una moda que se ha instalado en una liga con quarterbacks que usan más y mejor sus piernas. Así mismo consiguió elevar la marca de pases sin interceptación a 211, siendo la mejor de la historia para un QB rookie. El cuidado del balón una vez más marca de la casa. Esos guarismos le valieron el reconocimiento de Rookie del año y una nominación para la Pro-Bowl. Al año siguiente Murray siguió creciendo y fue seleccionado una vez más para la Pro-Bowl, consiguiendo además ser el segundo QB en la historia en alcanzar superar los 25 TD de pase y los 10 TD de carrera. Al finalizar esta temporada Clements anunció su retirada.

Y bien tranquilo que estaba en su casa de California disfrutando de un merecido retiro a sus 68 años de edad cuando a un inquieto Aaron Rodgers le pica el gusanillo y decide presionar a los Packers para que sustituyesen a un Luke Getsy, al que no se le estaba dando nada mal, por un veterano gurú como Tom Clements O quizás fueron los Bears quienes se llevaron a nuestro entrenador de QBs para ascenderlo a coordinador ofensivo y los Packers vieron una manera de contentar a su díscolo quarterback. Sea como fuere, en febrero de 2022 Matt LaFleur contrató de nuevo a Tom Clements para volver a reunirlo con Rodgers en un último canto del cisne de la pareja.

Si bien la temporada podría considerarse un año de transición, con un Aaron Rodgers pensando más en deshojar la margarita que en su rendimiento sobre el campo, lo cierto es que pese a las circunstancias el QB no registró malos números. Aunque quizás fueron algo pobres teniendo en cuenta que venía de dos temporadas consecutivas siendo el MVP de la temporada regular. En cualquier caso, al finalizar la temporada, y con algo de ayahuasca mediante, Rodgers emprendió camino hacia Nueva York para jugar con los Jets, dejando vía libre al joven Jordan Love. La historia volvía a repetirse en Green Bay.

Así, un Clements que vino el año pasado para tratar de ayudar a Rodgers a conseguir su ansiado segundo anillo, ha decidido quedarse un año más por Jordan Love.

Tom Clements marcando el camino a Jordan Love - packers.com
Tom Clements marcando el camino a Jordan Love - packers.com

En su primer año como jugador titular hemos visto cómo ha ido mejorando partido a partido en su proceso de aprendizaje y adaptación a la liga. Y lo ha hecho de manera muy rápida. Después de un inicio espectacular y un bache en su juego en los partidos posteriores, Love ha comandado la ofensiva en el último tramo de la temporada para, no solo alcanzar los playoffs, sino para, además, llegar hasta la ronda divisional. Y con buenos números y sensaciones, incluso. Supera las 4100 yardas de pase con un porcentaje de acierto de 64,2% para 32 TD y 11 interceptaciones, lo que le ha acreditado un rating de 96,1. En su primera temporada como titular y con la ofensiva más joven de la liga. La cosa promete.

En las primeras once temporadas de Tom Clements con Green Bay, la ofensiva de los Packers siempre estuvo en la lista de las diez mejores de la liga, tanto en cómputos globales como en anotaciones. Centrándonos en su labor como coordinador ofensivo durante el período de 2012 a 2014, su ofensiva entró entre las cinco mejores de la liga en anotación, pérdidas concedidas y cómputo global.

Así mismo, durante la estancia de Clements en Green Bay, Aaron Rodgers fue seleccionado seis veces para el Pro-Bowl, y consiguió dos premios MVP, convirtiéndose, además en el primer QB de la historia en superar la barrera de 100 en rating durante seis temporadas consecutivas.

Después de sus dos últimas temporadas no sabemos si volverá para la que viene. Tiene 70 años y se ha ganado un merecido retiro después de 24 temporadas en la liga. Pero si decide volver seguro que ayudará a Jordan Love a alcanzar su máximo potencial, trabajando duro para mejorar su juego de pies en el pocket, entrenando para tener una mejor base de lanzamiento que le permita lanzar pases más precisos y profundos, y como consecuencia a cuidar más el ovoide. Las marcas de la casa de nuestro hacedor de QBs leyenda.

Germán de la Puente