Hemos alcanzado ya la mitad de una temporada un tanto peculiar para nuestra franquicia. Tras varios años en los que partíamos como favoritos para ser campeones de división, nos encontramos ahora en el proceso de ganarnos de nuevo dicha consideración de candidatos. Y, por ahora, parece que estamos aún distanciados del objetivo. Vamos por partes.

 

No es necesario recordar lo acontecido a final de la temporada pasada. Yo creo que todos los queseros saben perfectamente de la salida de Aaron Rodgers y de varios otros pesos pesados del equipo. También saben que eso supuso acumular 62M en dinero muerto para la presente temporada, o lo que es lo mismo, un 27% del cap disponible para este año que no podemos utilizar. 

 

La pretemporada echó a andar y en la franquicia existía cierto mantra que decía que, una vez sin Rodgers a los mandos del equipo, nuestro entrenador principal Matt LaFleur iba a poder dar rienda suelta a sus esquemas y desarrollar todas sus ideas ofensivas para ir así modelando un roster joven, pero con bastante talento en bruto. Y también, que si la defensa daba el tipo y era capaz de aguantar a los rivales, quizá el equipo tuviera opciones de dar incluso más guerra de la esperada en la división. Pero no está siendo así. Al menos no de momento.

 

La primera parte de la ecuación, la de el ataque, se va cumpliendo. Lentamente pero se va cumpliendo. El equipo cada vez es más reconocible, empieza a tener el sello LaFleur y no hay duda que, a día de hoy, está mucho mejor que hace unas jornadas a pesar de tener contratiempos importantes como la lesión en la jornada 1, tras ganar en Chicago, de David Bakhtiari. Creo que es importante destacar esta parte de las lesiones. Muchas veces, es cosa de suerte, y nosotros no la tuvimos. Ya no es que se tratase solamente de la de Bakhtiari (tristemente recurrente en las últimas dos temporadas), sino también Aaron Jones, Christian Watson o Elgton Jenkins. Nuestros mejores jugadores, y los que debían ser líderes del ataque, se han perdido partidos o han tenido que jugarlos sin estar al 100%. Y eso se nota especialmente en un ataque con tanta gente joven. 

 

Aaron Jones en el momento de lesionarse en la jornada 1 / nfl.com

 

Más allá de su calidad como jugadores, se ha podido echar de menos su experiencia y liderazgo en el campo, sobre todo en momentos decisivos de los partidos. Faltaba un líder que tirara del carro y creo que se ha notado en algunas situaciones. Durante el año se han visto cosas feas, sin duda. Una línea ofensiva disfuncional en el juego de carrera. Drops groseros. Rutas equivocadas. Muchas penalizaciones y jugadores con faltas de concentración o quedándose con el molde a la hora de bloquear. Demasiados errores de ejecución en definitiva. Pero también es cierto que hemos visto notas positivas, como la confirmación de Zach Tom como un liniero ofensivo de élite (liniero en general porque a éste chaval le pongas en la posición que le pongas funciona de maravilla) y las prometedoras muestras de rookies como Jayden Reed o Luke Musgrave, los cuales apuntan a jugadores más que confiables para el futuro. 

 

Porque no nos engañemos; durante esta temporada y seguramente también durante la siguiente, lo más importante para la franquicia es comprobar con quién contamos en el futuro de cara a ser de nuevo candidatos para sumar nuestra quinta Super Bowl. Y dicho esto, y he conseguido no nombrarlo hasta bastante más tarde de lo que me esperaba, la figura más importante para ese futuro es, sin duda, Jordan Love. Cada uno tendrá su opinión acerca del chaval así que yo daré la mía. 

 

Lo primero es que me llama mucho su atención, su tranquilidad. Al menos eso proyecta al exterior: ser un chico muy calmado. Y segundo, su calidad y potencia de brazo. Pero por supuesto, tiene fallos. Sobre todo, de precisión. También en algunas lecturas, pero sobre todo, y eso es lo que más me preocupa, de colocación de la pelota en muchos pases. Dicho esto creo solo llevamos 10 partidos y que es una muestra aún pequeña teniendo en cuenta que tenemos un ataque que no está sobrado de talento ni en la línea ni en los receptores, así que sigo esperanzado y con ganas de ver cómo acaba el año para confirmar (cruzo los dedos) que será nuestro QB de futuro. 

 

Jordan Love / espn.com

 

El lado defensivo es el que está dejando peor sabor de boca. Joe Barry es incapaz de sacarle el máximo rendimiento a la calidad de sus jugadores ni de sacar ventaja alguna de las fragilidades de los rivales. Toda debilidad que haya mostrado el rival en partidos anteriores, queda potenciada automáticamente cuando juega contra nosotros hasta convertirse en su mejor arma. Tan increíble como desesperante. El mayor problema que tenemos es no poder parar la carrera de los equipos rivales y no encontrar soluciones para remediarlo. Nada nuevo. La verdad es que parece ser un problema endémico.

 

Pero no es el único. Mires la estadística que mires, no hay ninguna que destaque en la parte positiva y eso siendo el segundo equipo de toda la liga que más está pagando, (hablamos de efectivo, de cash) no dice nada bueno del trabajo que se está realizando tanto por jugadores como por staff. Sin duda su continuidad es algo a considerar seriamente al acabar la temporada ya que Joe Barry, es más que discutido por los aficionados de Green Bay debido a que las expectativas que se tenían de la unidad a comienzo de temporada, están bastante lejos del nivel actual. 

 

El buen tono tras la lesión y la extensión hasta 2027 de Rashan Gary, el paso adelante del rookie Carrington Valentine tras el traspaso de Rasul Douglas (quizá nuestro jugador más constante hasta ese momento) así como la buena evolución de Quay Walker y TJ Slaton puede que me parezca lo más destacado a nivel individual. 

 

¿Fichará Gutekunst en la agencia libre? / packers.com

 

A final de temporada, comprobaremos de nuevo hasta dónde ha llegado el equipo y las sensaciones finales que ha dejado la temporada. Será momento también para retomar el texto, y para calificar el trabajo del staff técnico y de los equipos especiales (por ahora no están dando problema lo cual es Green Bay siempre se celebra) antes de que comience una offseason que, también, puede resultar un poco atípica para la franquicia ya que como comentó Brian Gutekunst en la rueda de prensa posterior al día límite de traspasos, este año nos encontraremos en una situación más saludable en cuanto a salary cap se refiere y esperan afrontarla de manera diferente a las últimas temporadas. Esto abre la puerta a la incorporación de algún agente libre que suba el nivel de la plantilla antes de encarar el draft. 

 

Pero centrémonos por el momento en tratar de disfrutar de los partidos que restan de temporada que ya tendremos tiempo de afrontar la larga senda que supone la offseason

 

Sr.Z

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