Diciembre. Lambeau Field. Noche de domingo. Patrick Mahomes. Kansas City Chiefs. ¿Hace falta decir algo más?.
Si hay algún equipo al que medirse para calibrar las mejoras que están experimentando los Green Bay Packers durante las últimas jornadas en su juego, esos son sin duda los actuales campeones de la NFL. Es posible que sea la primera vez que el conjunto de Andy Reid se muestre casi más sólido en defensa que en ataque donde les cuesta anotar más de lo habitual. De hecho tan solo llevan un touchdown mas que los Packers esta temporada algo absolutamente inesperado al comienzo de la misma.
Mahomes y Kelce, sus máximas estrellas, no están al nivel de las últimas temporadas (aún así son absolutas estrellas de la liga) y no encuentran con facilidad ningún otro playmaker que aporte con regularidad en el equipo. Sin embargo en la última jornada destacó el rookie proveniente de SMU, Rashee Rice. Rice consiguió 107 yardas de recepción atacando sobre todo la zona media en rutas cruzadas. Debemos estar muy pendientes con eso pues es un
concepto que no supimos detener bien en nuestro último partido contra Detroit. Para ayudar en esa tarea parece que vamos a poder contar de nuevo con algunos jugadores que han estado de baja en la secundaria como Jaire, Savage o Ford. De´Vondre Campbell parece que también estará disponible para el partido.
Otro objetivo considerable será tratar de limitar su juego terrestre. Es cierto que en el juego de carrera no se están mostrando especialmente contundentes pero su running back Isiah Pacheco es capaz de romper cualquier tackle y conseguir yardas con facilidad tanto recibiendo el balón a la mano como en screens.
Pero si me dieran a elegir una sola cosa que me gustaría que consiguiera nuestra defensa en el partido del domingo es presionar e incomodar a Mahomes lo máximo posible. Su línea interior es muy potente pero están teniendo más dificultades por el exterior y es por ahí por donde podemos ser más efectivos en dicha tarea.
Por otro lado si pudiera escoger algo que funcionara en nuestro ataque sería que lográramos establecer el juego de carrera de manera estable. Entiendo perfectamente que la afición quesera quiera ver a Jordan Love lanzándose hasta las zapatillas. A mí también me lo pide el cuerpo, no os confundáis. Pero la defensa de Kansas tiene una secundaria muy potente y unas formaciones que disimulan especialmente bien tanto las coberturas como los posibles blitzes. Por eso considero que si podemos correr con la pelota vamos a dificultar esas artimañas que tanto le gusta utilizar a su coordinador defensivo Steve Spagnuolo. Además son el segundo equipo que menos yardas de pase permiten de toda la liga así que abrir el partido por tierra podría resultar determinante.
Obviamente hay muchas muchas ganas de comprobar como el ataque comandado por Love se enfrenta a esta defensa tan notable. Porque es cierto que venimos en franca progresión de juego pero también los es que nos hemos enfrentado a dos defensas (la de Chargers y la de Lions) que venían jugando bastante mal. Así que el domingo se presenta como un test bastante fiable que nos llega en nuestro mejor momento de la temporada (aún con el subidón del último partido) y que nos va a valer para medirnos y evaluarnos y sobre todo tomar una idea real de hasta donde está evolucionando el equipo.