Cuando miramos comparativas defensivas en torno a los Green Bay Packers, la primera defensiva que nos viene a la cabeza es la que encabezaba Dom Capers (Domingo Alcaparras para todos aquellos que escuchan y ven el podcast The Frozen Tundra) y que ayudó de gran manera a que el equipo consiguiera su cuarto título de la Super Bowl (XLV) y el décimo tercer entorchado en general. A partir de ahí, esa defensiva fue cuesta abajo. Y no se caen los anillos por reconocerlo. Si bien en algún momento pareció reverdecer laureles, fueron meros espejismos que se siguen repitiendo a día de hoy.
Si seguimos retrocediendo en el tiempo viendo defensivas queseras, tenemos que parar en quizás la mejor que ha tenido Green Bay. Con una mente defensiva arrebatada antes de tiempo debido al cáncer como fue Fritz Shurmur (tío de Pat Shurmur) a los mandos, esa defensa fue dominante y ejecutora con hombres de la talla de LeRoy Butler, Santana Dotson o el grandioso ministro de la defensa, Reggie White.
Volviendo a Dom Capers, recibió como agua de mayo la llegada de un jugador como Julius Peppers en su momento. Pero los bálsamos no son para siempre y esa defensa volvió a hacer aguas. Quizás hubiera sido bueno que antes del bálsamo de un jugador como Peppers, Capers hubiera abandonado la franquicia de Wisconsin bien por motu propio o bien con una carta que pusiera “We wish you the best of lucks in your future endeavours”, cosa que, como ya se vio, no sucedió.
Aquellos males que acuciaban a la defensa, como por ejemplo la defensa frente a la carrera, siguen estando presentes a día de hoy como ya hemos nombrado muchas veces en el podcast. Ese mal precisamente es endémico y se volvió a mostrar ante unos Detroit Lions que fueron justos vencedores de un partido en el cual los Packers, por medio de arrebatos de pasión infructuosos, intentaron plantar cara en el duelo. Quizás en el Ford Field puedan cobrarse las cuatro afrentas pretéritas consecutivas ocasionadas por los Lions, o quizás no. En acción de gracias lo veremos.
Tras desviarnos de lo que nos ocupa, retomemos el hilo. Mike Pettine no volvió a los Packers tras dos temporadas quedando el equipo a un partido de la Super Bowl. Su contrato había acabado y quizás, tras las actuaciones de postemporada, se decidió la no renovación de su contrato y por lo tanto, que no volviera a Green Bay. Sobre todo sangrante fue el partido ante Tampa Bay donde todo el mundo recuerda la jugada de Scotty Miller con Kevin King a final del segundo cuarto. Esa jugada fue el último clavo en su ataúd. Un playcalling malo y el endémico mal de la defensa contra la carrera fueron razones más de peso.
Y esas son las razones que parecen estar sobrevolando a Joe Barry ahora mismo. Los males que sepultaron tanto a Mike Pettine como a Dom Capers, si no son los mismos, mucho se asemejan a los que acucian a Joe Barry. A todo esto hay que sumarle las primeras rondas del draft que salvo dos tackles y dos quarterbacks, desde 2003 han sido todo jugadores defensivos e incluso algún despropósito defensivo como Mister Flag, Ahmad Carroll.
Claro está que aquel entramado defensivo que organizó Fritz Shurmur no volverá. También lo está que los dos primeros gloriosos años defensivos de Dom Capers en el equipo de Lombardi Avenue tampoco. Y eso que la herencia de Bob Sanders era difícil de manejar, pero tenía los jugadores. Pettine tuvo los jugadores y al final ya sabemos que dilapidó el talento que había. Joe Barry va por el mismo camino de Pettine. La terquedad es mala consejera y la terquedad mostrada por Capers fue lo que al final le llevó fuera de Green Bay. La terquedad fue lo que hizo que Mike Pettine no fuese renovado por la franquicia a final de temporada. Y la terquedad en los planteamientos es lo que está llevando a Joe Barry a una situación que quizás se esté alargando en el tiempo más de lo debido.
Lo cierto es que la defensa lleva levantando mucha polvareda desde hace años y parece que no se da con la tecla. Quizás hubiera sido el bueno de Jim Leonhard, oriundo del estado y adorado a partes iguales por los fans de los badgers y los queseros, quien hubiera sido el idóneo para el puesto en el caso de marcharse Joe Barry. Pero Joe sigue al menos por el momento en Green Bay aunque su asiento, jornada a jornada, se va calentando cada vez más.
Los Packers no son amigos de los cambios a mitad de temporada, y aunque por mucho que yo piense que su ciclo ya debería haber sido finiquitado, quizás no veamos un cambio hasta enero de 2024… si es que no cambian las cosas en esa defensa. Si cambiasen… Parece que Joe Barry tendría crédito para otra temporada más… Como al final pasaba con Dom Capers… ¡Si es que al final se te va quedando cara de Capers, Joe!