AJ Dillon arrastraba desde la temporada pasada lo que en Europa conocemos como una neuralgia cervicobraquial, y que en Estados Unidos llaman un “Stinger”. Esto suele querer decir que se provoca un daño cervical que provoca un dolor agudo en el cuello e irradiación al miembro superior. Normalmente este tipo de lesiones se producen por daños en la estructura de la vertebra o por lesiones en el disco intervertebral, y suelen ser significativas. En algunas ocasiones se produce un espasmo grande en la musculatura cervical que atrapa los nervios y provoca una sensación igualmente dolorosa. Esa situación es mucho menos grave, puesto que se puede controlar de manera sencilla controlando el tono muscular. Lo que ha ocurrido durante esta pretemporada es que esa lesión en el caso de Dillon se ha recrudecido y se ha reproducido.

 

AJ Dillon / Packers.com

 

Muchas veces en los corredores el gesto de bajar la cabeza y bajar los pads de los hombros para conseguir avanzar un poquito mas, hace que cuando se produce un golpe con el defensor, se produzca una compresión en todo el eje del cuello y eso siempre va degenerando los amortiguadores, en este caso los discos intervertebrales. En el caso de nuestro bonachón y “cuadricipitalmente” desarrollado amigo, parece que esos discos han dicho basta. Lamentablemente creo que no volveremos a verlo en el campo vistiendo los colores verde y amarillo.

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